Amor, Dulce Amor romance Capítulo 1005

"El Sr. Yale y su esposa son bastante mayores, por lo que tener hijos ha sido difícil para ellos. Al principio, se pusieron en contacto con muchas agencias de subrogación. Sin embargo, el Sr. Yale fue extremadamente cauteloso cuando se trataba de elegir una madre subrogada. Esto provocó una muchos problemas para las agencias ya que las madres sustitutas que sugirieron nunca cumplieron con sus estándares".

"Más tarde, el Sr. Yale pensó en irse al extranjero para encontrar una madre sustituta. Sin embargo, justo en el momento crítico, de repente descubrió que la Sra. Yale ya estaba embarazada".

"La agradable sorpresa hizo que abandonaran la búsqueda de una madre sustituta. Después de todo, la Sra. Yale no se estaba volviendo más joven y ambos pasaron por muchas cosas para tener a este hijo, por eso la familia Yale lo trata con tanto cariño". ."

Mientras Zaden escuchaba el informe de su subordinado al otro lado de la llamada, su estado de ánimo se complicó. La única forma en que podía aclarar su mente era concentrarse en el hecho de que el viento de la noche había dejado su cuerpo helado.

Para ser honesto, Zaden había sido sincero con respecto al embarazo subrogado de Grace. Cuando dijo que no le importaba, lo dijo de corazón.

Incluso cuando tuvo que tomar una decisión ese día, no pensó que necesitaría sentirse asqueado por el chico de la familia Yale.

Sin embargo, la realidad era que todo había sido mentira.

El niño de la familia Yale no fue en absoluto el resultado del embarazo subrogado de Grace. Esta noticia, ya sea buena o mala, no le importaba en absoluto a Zaden. Sin embargo, ¿qué sentiría Grace?

Ella podría no ser capaz de soportarlo.

"Entiendo", dijo Zaden a su subordinado al otro lado de la llamada. "Continúa la investigación, debes averiguar quién fue la persona detrás de esto".

"Sí", respondió su subordinado.

La existencia de esta persona era como una bomba de tiempo esperando a explotar. Nadie sabía en qué rincón estaban enterrados, y nadie sabía si seguiría otra explosión. Con ellos en libertad, Zaden no podía estar tranquilo.

Aunque el hijo de la familia Yale no tuviera nada que ver con Grace.

Por lo tanto, tuvo que eliminar todos los peligros ocultos. No permitiría que algo tan peligroso causara la ruina.

La brisa nocturna era un poco fría y Zaden no tenía ningún sueño. Encendió otro cigarrillo, y la nicotina entró en su boca y en sus pulmones, calmando un poco su agitación.

¿Debería contárselo a Grace? ¿Cómo debería decirle?

Grace no se sentía segura ni siquiera mientras dormía. En sus sueños, parecía estar de vuelta en ese infierno. Había un hedor en el aire. Podía escuchar el llanto de los niños, podía ver las dagas brillantes que sostenían los hombres y la cámara con forma de agujero negro...

"Señorita Miller, ¿quién quiere que se vaya al infierno con usted?"

"De los dos, solo uno puede salir de aquí con vida".

"¿No puedes elegir? Jajaja... ¿Por qué no me dejas ayudarte?"

En la escena que estaba viendo, el conductor con gafas de sol agitó un dedo casualmente y ordenó: "¿Por qué no le cortas la mano primero?"

El hombre que recibió la orden levantó la daga en su mano, su hoja destellando siniestramente, y Grace instintivamente cerró los ojos.

"Ah-"

"No-"

Con un grito, Grace se levantó de repente de la cama. Su rostro estaba tan pálido como una hoja de papel blanco, ni siquiera el más mínimo color en sus mejillas. Tenía la frente cubierta de densas gotas de sudor y el cabello pegado a la piel, como si acabara de sacarla del agua.

Grace jadeó. La pesadilla parecía estar persiguiéndola todavía. Instintivamente buscó protección, queriendo esconderse en el refugio que Zaden le había proporcionado. Cuando su mano tocó las sábanas a su lado, se dio cuenta de que hacía frío y que Zaden no estaba por ningún lado.

"¡Zaden!" Grace se levantó de la cama y ni siquiera se molestó en ponerse las pantuflas. Buscó en la casa la presencia de Zaden mientras estaba descalza.

-Zaden, ¿dónde estás?

"Zad-"

Grace vio al hombre en el balcón, que fumaba en silencio. En su mano se podían ver varias colillas de cigarro.

¿Qué le molestaba?

¿Por qué fue torturado y enredado en tanto dolor que no podía conciliar el sueño?

Lo que había sucedido antes debe haberlo alterado mucho. De lo contrario, ¿por qué estaría parado allí contra el viento frío mientras fumaba cigarrillo tras cigarrillo?

Grace sollozó, encontrándose patética. Pensó que era tímida y codiciosa ya que no estaba dispuesta a renunciar a la ternura de Zaden.

Caminó hacia el balcón y en silencio abrazó a Zaden por detrás, pero no habló.

El viento de la noche había helado el cuerpo de Zaden hasta los huesos, pero Grace, que acababa de salir de la cama, estaba muy caliente.

Su calidez obviamente estaba siendo atraída hacia él, pero aún no estaba dispuesta a dejarlo ir. Ella obstinadamente se aferró a Zaden como una persona a la deriva se aferraría a la madera flotante.

"¿Estas despierto?" Zaden sintió su presencia e inmediatamente apagó su cigarrillo. Cuando se dio la vuelta y vio que Grace estaba descalza, su expresión amable inmediatamente se volvió seria. "¿Por qué no tienes pantuflas?"

Mientras hablaba, se movió para liberarse del abrazo de Grace.

Grace no lo soltó. En cambio, lo abrazó aún más fuerte y preguntó con inquietud: "¿Te arrepientes ahora?"

"¿De qué estás hablando?" Zaden frunció el ceño. Luchó por liberarse de su agarre, pero ella solo apretó más su abrazo.

"No lo hagas", dijo Grace lastimosamente.

"Dejar de perder el tiempo." Zaden se separó con fuerza del abrazo de Grace y la reprendió: "¿Quieres enfermarte? ¡Veamos cómo trato contigo si te resfrías!".

Su amenaza hizo que Grace hiciera un puchero instintivamente y parecía como si hubiera sido agraviada.

"Hace frío afuera", dijo Zaden mientras recogía a Grace al estilo nupcial. "Hablemos adentro".

Zaden llevó a Grace a la cama. Justo cuando estaba a punto de arroparla, Grace le agarró la mano.

Su mano estaba muy fría. Grace colocó su mano sobre su estómago, con la esperanza de calentarlo un poco. Sin embargo, como estaba demasiado cerca de ella, el olor a cigarrillos le llegó a la nariz. Ella arrugó la nariz con una ligera insatisfacción.

"¿Huele? Me voy a cambiar y ponerme otro par de pijamas". Zaden notó su pequeña acción.

"No lo hagas", dijo Grace obstinadamente.

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