Amor, Dulce Amor romance Capítulo 106

Sigrid estaba sumamente avergonzada, por lo que se mordió los labios y dijo: "Me siento un poco incómoda..."

"¿Qué ocurre?" George frunció el ceño. Al ver sus mejillas arreboladas, él levantó la mano para acariciarla. Descubrió que su piel estaba ardiendo, y ella lo miró con sus ojos hechizantes que estaban llenos de lágrimas, mientras sollozaba. No pudo evitar preguntarse si ella se habría resfriado.

Eso no estaba bien, pero ¿por qué querría aplicarse ungüento para un resfriado?

Al ver a George confundido, Sigrid sintió que no podía confiar en él para ayudarla. Sacudió la cabeza y luego fue en busca de Alisa.

Ella seguramente lo tendría.

No sabía por qué, pero simplemente tenía esta intuición.

Sigrid llegó al patio y vio a Alisa hablando con el mayordomo, Mark. Se apresuró a acercarse, pero aunque todavía estaba como a diez metros, ellos ya habían escuchado sus pasos, así que dejaron de hablar y miraron en su dirección.

Esto la desconcertó un poco. ¿Es que todo el mundo tenía tan buena audición en estos días?

Anteriormente se había dado cuenta de que Elizabeth podía escuchar las palabras de Edward, a pesar de estar muy lejos de él. Y ahora, ¿era posible que Mark y Alisa oyeran sus pasos a aunque ella estaba a más de diez metros de distancia?

Sus pasos ni siquiera sonaban muy fuertes.

Sigrid le sonrió a Mark primero y dijo: "Necesito a Alisa para que me ayude".

Sabía que Mark era el mayordomo que George había contratado hacía ya bastante tiempo. Aunque era viejo, estaba muy pendiente de las órdenes de George. A Sigrid siempre le simpatizó el personal de aquí.

Mark le hizo un gesto de asentimiento a Alisa con la cabeza y se alejó rápidamente.

"Señora, ¿qué puedo hacer por usted?", preguntó esta con una sonrisa.

Sigrid se sonrojó de vergüenza y respondió: "¿Tienes... tienes el ungüento ese? E-Es para aplicar en esa zona..."

A pesar de estar soltera, Alisa parecía haber adivinado lo que Sigrid estaba pidiendo, aunque no pudo evitar sentir cierta desazón por aquella solicitud.

Así que aunque el corazón de Alisa sangraba por dentro, a causa de su soltería, la sonrisa en su rostro se mantuvo muy cordial.  "Sí, lo puse en su habitación. Está en una cajita en el fondo del cajón, junto a la mesita de noche. Es muy pequeño, pero dicen que es muy efectivo. Nunca lo he usado antes. Fue la señora Toland quien me lo dio".

Al escuchar esto último, Sigrid pensó que la señora Toland fue muy considerada.

La muchacha asintió, todavía con la cara sonrojada. Estaba tan mortificada que solo quería alejarse corriendo. Sin embargo, dado que su condición física actual no se lo permitía, tuvo que alejarse caminando lentamente.

Pero Alisa rápidamente la alcanzó y le dijo: "Señora, pídale al señor que le eche un vistazo al libro que está al lado de la caja pequeña".

Sigrid asintió, aunque supuso que el libro probablemente no era nada bueno o apropiado.

Después de que Alisa la vio alejarse, fue a buscar a Mark y le dijo en un tono muy serio: "Hace poco la señora tuvo un accidente afuera. Como el señor está preocupado por ella, me pidió que la acompañara a la escuela cuando comience el próximo semestre. Por favor, haz que Wilson me ayude a conseguir una identidad para inscribirme en la Universidad A".

"¿No será demasiado llamativo? Por lo general, las universidades no permiten que los estudiantes sean transferidos a otras universidades". Mark frunció el ceño ligeramente y dijo: "Si vas allí, definitivamente atraerás la atención".

"Entonces, arregla una identidad para que yo sea una estudiante de primer año que viva en el mismo dormitorio que la señora". Alisa pensó por un momento antes de continuar: "¿Has descubierto algo sobre sus compañeros de cuarto?"

"Sí. Está la señorita Miller, que tiene una muy buena relación con la señora y es la hija mayor de la familia más importante de la Ciudad B. Esto último se mantiene en secreto y fue un poco difícil de averiguar. Parece que ella sinceramente desea hacerse amiga de la señora. No tiene otras intenciones. Aparte de eso, las otros dos compañeras de habitación en el dormitorio de la señora provienen de familias normales, pero parece que no se llevan bien con ella".

Alisa asintió. "Eso es normal. Siempre habrá algunas mujeres que no muestren simpatía a las chicas más guapas que ellas".

"En el dormitorio de la señora caben hasta seis personas, y hay dos camas vacías. No será difícil conseguirte una".

Alisa volvió a asentir y agregó: "Está bien. Solo haz los arreglos para que ingrese a un curso muy básico. De lo contrario, sería muy estresante para alguien ignorante como yo tomar los exámenes".