Resumo do capítulo Capítulo 120 de Amor, Dulce Amor
Neste capítulo de destaque do romance amor después del matrimonio Amor, Dulce Amor, Internet apresenta novos desafios, emoções intensas e avanços na história que prendem o leitor do início ao fim.
"Oye, ¿eres tímida?". Al verla sonrojarse, Rachel sonrió con orgullo. "Está bien, está bien. Me quedaré un rato y también podríamos ir a comer. Espero que George no se ponga celoso, ja, ja, ja".
Sigrid hizo una mueca.No le importaba si él se ponía celoso. Después de todo, ¡él había insistido en que hicieran cosas íntimas toda la noche!
No solo quería bañarse con Rachel, también quería pasar la noche con ella.
Esta noche, ¡George podía quedarse solo en la habitación!
En ese momento, el señor Toland estornudó. Estaba arreglando ciertas cosas en el estudio para poder salir temprano del trabajo la próxima semana, y volver a casa a acompañar a su esposa.
Cuando Sigrid estuvo lista para regresar, llevó también a Rachel. Llamó al mayordomo y le pidió que informara a la cocinera que llevaría a su amiga.
Era hora de irse. Rachel estaba un poco reacia, pero dio la casualidad de que Cyrus había terminado de filmar todas las escenas de ese día y estaba por salir del trabajo.
Él y su asistente caminaron hacia el vestidor. Cuando vieron a Rachel parada allí, le sonrieron.
Esta sonrisa hizo que ella se sintiera feliz. Pensó que ya que había interrumpido su descanso, esta vez no debería interponerse en su salida del trabajo, por lo que se hizo a un lado y los dejó pasar.
Sigrid vio esta escena y dijo débilmente: "Nunca antes te había visto tan recatada...".
"Es mi príncipe azul, ¿cómo podría comportarme igual con él?". Rachel estaba feliz. "No sé cuándo nos volveremos a encontrar. Ah, qué pena".
"El equipo de filmación reclutó a un grupo de actores para un programa. Puedes postularte para ese trabajo", Elizabeth dijo mientras la miraba.
"¿En serio?". Los ojos de Rachel se iluminaron.
"El salario no es muy bueno. Solo obtendrás cien dólares al día, incluso si te esfuerzas". El dinero no alcanzaría ni para comprar un lápiz labial.
Rachel asintió. "Olvídate de los cien dólares. ¡Lo haría gratis! ¿Cómo puedo solicitar el trabajo?".
"El director tiene un asistente. Te llevaré", dijo apresuradamente el asistente de Elizabeth.
Sigrid tuvo que esperar a que Rachel terminara con sus asuntos.
Elizabeth también salió del trabajo. Cuando regresó al vestidor, no se quitó el maquillaje; solo se cambió de ropa.
"¿No vas a desmaquillarte?", preguntó Sigrid con curiosidad.
Elizabeth le dirigió una mirada de extrañeza. "¿Por qué tengo que desmaquillarme?".
"¿No te perjudicaría dejarte el maquillaje durante mucho tiempo?", dijo Sigrid vacilante. "¿Los cosméticos no son dañinos para la piel?".
"Solo los cosméticos de mala calidad". Elizabeth la miró con desdén.
Sigrid se quedó muda. Como era una persona pobre, ¡eso fue como una bofetada!
Quería pedirle a su esposo que le comprara los mejores cosméticos y productos para el cuidado de la piel. Los anillos no eran tan prácticos como los cosméticos.
"Por cierto, ¿cuánto gana tu asistente? Vi que vino a trabajar a pesar de sus heridas". Sigrid bajó la voz para que Lucas no escuchara.
Pero alguien la escuchó claramente.
Elizabeth entrecerró los ojos y respondió: "Olvidé si eran treinta mil o cincuenta mil dólares".
Sigrid se sorprendió. ¿Uno podría hacerse rico siendo asistente? Pero, ¿por qué recordó que había visto una noticia en internet que decía que una famosa solo le pagaba a su asistente un salario de tres mil dólares al mes?
Bueno, ¡no podía compararse con su amistad revolucionaria!
"Sé amable. No seas celoso".
Más tarde, cuando Rachel se fuera, él la llevaría a "examinarla profundamente".
El señor Toland no sabía que tendría que estar solo esa noche. Pensó que solo necesitaría aguantar un rato, así que no le molestó cuando vio que Sigrid y Rachel se sentaron juntas durante la cena. Después de comer, continuaron hablando y riéndose.
Cuando llegó el ama de llaves y les dijo que la habitación de invitados estaba lista, él se quedó atónito...
"Oh, por cierto, voy a dormir con Rachel esta noche". Sigrid recordó que aún no se lo decía.
George respondió simplemente: "Ya veo".
Sigrid y Rachel no supieron qué decir. "Se acabó. Este hombre está muy tranquilo. ¡Me temo que por dentro está superceloso!".
Las palabras habían salido de la boca de Sigrid y no podía retractarse.
Rachel estaba contrariada. Cuando vio a George subir las escaleras, susurró: "¿Por qué tu esposo se pone celoso tan fácilmente? ¿Cómo es que no te diste cuenta de que le gustaste durante tres años?".
No había ninguna razón para que Sigrid no se diera cuenta de que le gustaba, porque era muy obvio cuando se ponía celoso.
Sigrid también estaba un poco confundida. "Normalmente no es así, ni siquiera cuando está con Edward".
Incluso cuando se trataba de Edward, a lo mucho fruncía el ceño. Cuando ella estuvo con Edward la última vez, él ni siquiera frunció el ceño ni se puso celoso. Por eso ella no lo entendía.
Comentários
Os comentários dos leitores sobre o romance: Amor, Dulce Amor