Leia Capítulo 142 do romance Amor, Dulce Amor, autor: Internet. Gêneros: Romance, Drama... Amor, Dulce Amor Hinovel. Visite booktrk.com para ler Capítulo 142 gratuitamente e os próximos capítulos de Amor, Dulce Amor agora! Capítulo 142 oferece suporte para baixar o PDF gratuitamente.
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Después de que Ashley se fue, Elizabeth presionó el control remoto y la puerta se cerró automáticamente.
La joven estaba de mal humor. "Esa d*sgraciada de Loris realmente es mi hermana. No puedo creer que tenga una hermana tan fea e id*ota como ella".
Tan pronto como Lucas la vio arrojar el informe sobre la mesa y después de notar el tono tan frío con el que le habló a Ashley, de inmediato se imaginó el contenido del documento.
"Lo siento por ti", le dijo, aunque no sonaba sincero.
Al escuchar sus palabras, Elizabeth se enojó más y replicó: "Ya que estás viviendo a mis expensas, ¿no crees que ahora deberías hacer algo que me haga feliz? Si no estoy contenta, te enviaré directamente a la familia García y dejaré que tus hermanos pasen un 'buen rato' contigo".
Lucas se quedó sin habla por un momento. ¡Su amenaza había dado en el blanco! "¿Qué te gustaría que hiciera para hacerte feliz?", preguntó.
Elizabeth soltó una mueca y dijo: "Se acabaron las tartas de huevo".
"Entendido".
Con semblante trágico, Lucas fue a la cocina a preparar más tartas de huevo para Elizabeth.
¡Esta mujer debía ser el mismísimo diablo! Se había sentado allí, vestida con una camiseta en medio de la noche, pidiéndole que le diera un masaje. Y ahora, de lo más impávida, le ordenaba que cocinara para ella...
Realmente no era fácil vivir bajo el techo de otra persona. Hacía solo unos días, estaba decidido a usar sus encantos masculinos y llegar a un acuerdo con ella, como un soldado dispuesto a todo en el campo de batalla. Ahora le parecía que había hecho demasiadas concesiones.
Sigrid se despertó temprano a la mañana siguiente. La noche anterior, finalmente logró que George se controlara para hacer el amor más temprano y así dormirse antes, lo que le permitió ahorrar un poco de energía para el trabajo.
Habían llegado a un acuerdo en el que, a partir de ahora, ella solo podría trabajar entre semana, dejando libres los fines de semana para acompañarlo. Era la única forma en que pudo lograr que George se comprometiera, y de paso logró que aceptara darle un aumento.
Después de lavarse y desayunar, se cambió rápidamente y el conductor la dejó en el trabajo.
Una vez que llegó a la escuela, Sigrid descubrió que había un cambio en el horario. De ahora en adelante, las sesiones de clase durarían cuarenta y cinco minutos, y combinarían dos sesiones para un total de noventa minutos.
Sigrid hizo algunos cálculos mentales. Impartiría tres horas en la mañana y tres horas en la tarde, lo que significaba ocho sesiones diarias, a razón de mil seiscientos dólares por día. Ya que trabajaría un mínimo de veinte días en un mes, aquello significaba que su salario ascendería a ¡treinta y dos mil al mes!
Los ojos de Sigrid se iluminaron. ¡Treinta y dos mil dólares al mes era mucho dinero!
George le había advertido que no recibiría ningún trato especial. Doscientos dólares por sesión era la tarifa base actual para todos los maestros, ya fueran interinos o permanentes.
Sigrid sintió que su futuro era brillante, ¡especialmente después de enterarse de que la escuela colaboraría con los organizadores de las competencias de baile! Si los profesores o sus alumnos ganaran algún concurso, habría recompensas adicionales en metálico.
Cuantas más competencias ganaran, mayor sería su salario. Según sus respectivos niveles, algunos maestros experimentados también podrían recibir un pago de hasta trescientos por sesión. Esto significaba que si ella seguía trabajando duro, podría ganar hasta cuarenta y ocho mil por mes. Incluso después de las deducciones de impuestos, recibiría unos cuarenta mil por mes.
Mientras Sigrid caminaba por la escuela, vio a muchos maestros reunidos. Conocía de vista a algunos y todos estaban muy emocionados de comenzar a enseñar. El cambio en la duración de cada sesión de clase, de una hora y media a cuarenta y cinco minutos, hizo que el salario de todos se duplicara automáticamente. Además, continuarían ascendiendo en el escalafón si lograban ganar competencias, lo que hizo que todos se sintieran aún más motivados.
Todos se alegraban de que la escuela cambiara de manos. La nueva administración pagaba mejores salarios a los maestros.
Pero Sigrid comenzó a preocuparse. Además de comprar la escuela y mejorar la seguridad, a George le debió costar un ojo de la cara pagar esos sueldos.
Todos estos gastos tal vez representarían una pérdida para él.
Sin embargo, después de hablar con su supervisor, Sigrid pronto se dio cuenta de que sus preocupaciones carecían de fundamento.
Se enteró de que la escuela estaba cambiando sus políticas. Además de los alumnos regulares, se enfocarían en reclutar estudiantes de familias adineradas, elevando el estándar general de la institución.
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