Amor, Dulce Amor romance Capítulo 176

Al ver que la expresión del rostro de George se suavizaba, Sigrid supo que había logrado su objetivo y se sintió encantada.

"Pronto terminará la fiesta. Nos iremos en un rato". George la abrazó con fuerza, pensando que en cuanto llegaran a casa, él se aseguraría de darle su merecido por haberlo provocado.

Christian, que había quedado admirado por su coqueteo, intervino: "¿Quién dijo que la fiesta está por terminar? ¡La noche aún es joven!"

El joven resopló y se dijo: 'Creí que podría conseguir una novia y terminar la fiesta temprano para pasar el tiempo con ella. ¡No me imaginaba que seguiría soltero!'.

Pero ya que seguía sin pareja, decidió obligar a esos tortolitos a quedarse con él.

George le lanzó una mirada desagradable: "¿No dijiste que esta era la última parte?"

"¿Acaso no puedo hacer cambios de última hora?", preguntó Christian levantando la barbilla en gesto de desafío.

George dejó entrever una helada sonrisa y miró a Jonason, que no andaba muy lejos. "Me temo que tu hermano no estará muy de acuerdo con esos cambios".

Siguiendo la dirección de la mirada de George, Christian vio a Miley dirigirse hacia la salida, y a Jonason siguiéndola con ansiedad. Christian estaba a punto de escupir de la rabia al ver la escena.

De pronto Sigrid se compadeció de él, así que trató de consolarlo diciendo: "Aunque nos quedáramos, no te sentirías cómodo estando aquí solo, contemplándonos".

Sin embargo, a Christian le reconfortó muy poco el comentario, ya que todo lo que escuchó de Sigrid fue la palabra 'solo'...

"No te preocupes por él", dijo George tirando de la mano de Sigrid, mientras se preparaba para salir de la fiesta.

Justo en ese momento, Lucas y Elizabeth se acercaron a ellos.

Sigrid los miró con curiosidad, solo para encontrar que Elizabeth parecía inexpresiva y Lucas suspiraba.

Se preguntó si se habrían besado.

Cuando Sigrid se alejó de George tras el beso, Lucas y Elizabeth no estaban a la vista. Por lo tanto, Sigrid no pensó mucho en ellos. Pero a juzgar por las caras de ambos ahora, parecía que el beso no tuvo lugar.

"¿A quién estás mirando ahora?", le preguntó George con el ceño fruncido.

Sigrid rápidamente miró hacia otro lado y dijo: "A nadie, vámonos a casa".

"De acuerdo". George aceleró el paso y no pudo evitar sentirse ansioso. Ella lo había estado provocando desde la tarde. ¡Y él se prometió que esta noche sería memorable!

Sigrid, por otro lado, no tenía idea de lo que estaba pasando por la mente de George. Simplemente, pensó que se estaba haciendo tarde y que para cuando terminaran de lavarse, lo sería todavía más.

Cuando por fin estuvieron en casa, Sigrid miró la hora y dijo: "Primero me quitaré el maquillaje y me daré una ducha. Deberías cambiarte de ropa o terminaremos acostándonos muy tarde".

Antes de que George pudiera responder, ella se metió en el baño a toda prisa.

George se quedó callado. No importaba lo rápido que se lavara, no había forma de que ella se durmiera temprano. ¿Había olvidado todas las provocaciones de esta tarde?

En efecto, Sigrid había olvidado lo que había hecho 'hacía tanto tiempo'. Durante la fiesta, ella pensó que George había ido demasiado lejos, al exponer su torso desnudo con la intención de seducir a las invitadas, mientras que a ella no se le permitía usar un bikini. Cuando él la amenazó con mantenerla en la cama, ella se armó de valor y dijo: "No te tengo miedo".

Quedó un poco asustada tras decir eso, pero después de un rato se le había olvidado por completo.

Ahora Sigrid se quitó rápidamente el maquillaje, se lavó la cara, se puso una máscara y se duchó. Después de secarse, comenzó su rutina de cuidado de la piel.

Últimamente, se había estado aplicando una mascarilla facial antes de entrar a la ducha, ya que eso ayudaba a retener la humedad en el cutis. Además, puesto que no tardaba más de diez minutos en ducharse, no resultaba demasiado pesado para su piel.