Amor, Dulce Amor romance Capítulo 18

Al ver a George colgar, Sigrid dijo con voz débil: "Si haces eso... puede que ella se enoje. ¿Qué pasa si arroja las cenizas de mi madre a la basura?".

"No, no lo hará, tiene miedo de morir", dijo George.

Después de estar en una relación con ella por casi tres años, sabía qué tipo de persona era Rebecca. Y ella también sabía que con la capacidad de George, no sería difícil hacer desaparecer a alguien sin dejar rastro.

"Oh, ya veo...", Sigrid asintió. Los dos se quedaron en silencio y la atmósfera comenzó a volverse incómoda.

Ella sintió que no tenía nada que decir. Miró hacia abajo y estaba a punto de jugar con su celular cuando vio que sus pantaletas estaban expuestas. Cuando levantó la vista abruptamente, se dio cuenta de que George había estado mirando sus... piernas.

Así que todo este tiempo que había estado hablando y mirándola, en realidad estaba mirando...

¡Sus! ¡Pantaletas!

Rápidamente se acomodó la falda y dijo con la cara roja: "¿Por qué no dijiste nada?".

"Tenía miedo de avergonzarte", dijo en un tono serio.

"Me has estado mirando desde hace mucho tiempo, ¿cómo puedes pensar que no estaría avergonzada?". Ella sintió que su cuñado realmente le estaba coqueteando.

Él la miró de forma condescendiente, mientras ella se sentaba en la cama. Debido a que estaba de pie junto a ella, solo podía mirar hacia su dirección, mientras sentía como la invisible presión aumentaba.

"Eres mi esposa. No es gran cosa si echo un vistazo". Sus ojos se posaron en su rostro. Su manzana de Adán estaba moviéndose de arriba a abajo y había pasión en sus ojos.

'¡Claro que es gran cosa!', pensó para sí misma.

Sigrid rápidamente inclinó la cabeza y se sentó obedientemente. Estaba segura que todo lo que debía cubrir estaba cubierto. Luego dijo: "¿Qué hay del contrato de anoche? El que preparaste para Rebecca. Prepara uno nuevo. Firmémoslo".

La razón por la que le había mostrado el contrato a Sigrid era para hacerle entender que había decidido casarse con Rebecca no porque la amara, sino porque quería engañar a sus familias. Sin embargo, nunca tuvo la intención de firmarlo con la mujer frente a él.

Incluso aunque ese tipo de contrato no tuviese valor legal en absoluto.

Al ver que estaba en silencio, Sigrid rápidamente dijo: "Creo que podemos agregar algunas cláusulas más. Por ejemplo, podemos dormir en habitaciones separadas. No debe gustarte dormir conmigo en la misma cama, ¿verdad?".

"Me gusta". George agregó: "sostenerte se siente muy agradable y suave".

Sigrid quedó atónita y su rostro se puso rojo un segundo después. ¿Por qué se sintió tan malvada cuando él dijo esto?

'No hay grasa extra en mi cintura, entonces, ¿cómo podría sentirse suave? A menos que no estuviera sosteniendo mi cintura, sino que la parte superior de mi cuerpo...', reflexionó.

'No, no, no, a él le desagradaba mi figura poco atractiva, así que no se aprovecharía de mí después de dormirme', se consoló a sí misma.