Amor, Dulce Amor romance Capítulo 21

Al escuchar esto, Sigrid se sonrojó de solo pensarlo. ¡Iba a tener una hemorragia nasal!

Eran hombre y mujer, ¡así que cómo podrían darse una ducha juntos!

"Aún no estamos casados. ¿Por qué celebras?" Sigrid fingió que le picaba la nariz y extendió la mano para frotarse la nariz durante un largo rato y así comprobar que no le sangraba. Luego cambió de tema. "Dado que te ayudaré a tratar con tu familia como tu esposa durante los próximos cinco años, debes decirme si hay algún requisito especial".

"Solo necesitas comportarte frente a los demás". George miró sus labios rosados, mientras su sexy nuez de Adán se movía arriba y abajo.

Después de imprimir el contrato, ambos lo firmaron. Entonces Sigrid tomó su copia y salió del estudio mientras que George ponía la suya en el cajón de su escritorio.

Lo cerró con llave y sus labios delgados y sexys se curvaron ligeramente.

Esta niña tonta fue engañada tan fácilmente.

Sigrid pensó durante mucho tiempo y finalmente decidió dejar el contrato en la mesita de noche. No podía pensar en ningún otro lugar para guardarlo. Después de todo, esta era la residencia de George. Si quisiera enviar a alguien para destruir el contrato, sería fácil.

Pero ella creía que él nunca haría algo tan desvergonzado como romper el contrato en secreto a sus espaldas.

En ese momento, Sigrid no tenía idea de que George no haría eso a sus espaldas, sino que lo rompería justo en frente de ella...

A la mañana siguiente, cuando Sigrid se despertó, se encontró acurrucada en los brazos de George.

Se sonrojó levemente al sentir su aliento.

Estaba claro que habían firmado el contrato anoche, pero él se había negado a irse e insistió en dormir en esa habitación. También había dicho que ella era muy agradable de sostener...

Sintió que no era fácil ser una almohada. Ante su espectacular apariencia, así como su sexy pecho y abdominales, tenía que controlarse para no aprovecharse de él.

¡Sigrid sintió por primera vez que un hombre podía ser tan sexy! Justo ahora, por ejemplo, ya no podía controlarse. ¿Qué pasaría si ella extendiera la mano y tocara los músculos de su pecho...?

'¡Espera! ¡Debes aguantar!', se advirtió a sí misma.

'Acabo de firmar el contrato anoche y acepté que no habría contacto físico excesivo. ¡Si toco su pecho, será un incumplimiento de contrato!', pensó.

"Se está haciendo tarde. Tenemos que levantarnos", dijo ella, fingiendo que no se sentía nada atraída por él. Apoyando su cuerpo, comenzó a levantarse de la cama.

"Bueno, la Oficina de Registro Civil está abierta. Es hora de obtener el acta de matrimonio", dijo.

Sigrid hizo una pausa. ¿Por qué tenía la sensación de que era ella la que no podía esperar para obtener el certificado de matrimonio cuando él hablaba así? ¡Ella solo quería salir de su abrazo!