Amor, Dulce Amor romance Capítulo 29

"Suficiente", dijo Sigrid, mientras fruncía el ceño. "No soy una incubadora de bebés, ni tu sustituta. No uses esas palabras para hacerme sentir mal. No te hará ningún bien".

Pasó junto a Rebecca y caminó hasta la oficina de George.

Rebecca se volteó y miró a Sigrid mientras se alejaba. La sonrisa en el rostro de Rebecca se tornó más y más presuntuosa.

"¿Cómo podría no beneficiarme de esto? ¡Mi mayor placer será ver cuando todo te esté saliendo mal!", pensó Rebecca para sí misma.

A Sigrid solo le tomó 20 pasos más antes de que su estado de ánimo mejorara.

Por supuesto, era muy probable que Rebecca diría algo que la incomodara. Después de todo, había sido por su aventura prematrimonial que George se había enojado con ella y cambiado de novia. A él jamás le había importado quién sería su novia ese día. En cuanto al asunto de tener un hijo, parecía importarle más a la señora Toland que al mismo George. ¡Él no tenía prisa en absoluto!

De no ser así, ¿por qué habría comprado tantos c*ndones para evitar que ella quedara embarazada?

Cuando lo pensaba de esa manera, el estado de ánimo de Sigrid mejoraba mucho. En el momento en que abrió la puerta de la oficina de George, el olor familiar del hombre flotó sobre ella.

"¿Estás celosa?" dijo él en una voz baja y sexy.

Sigrid se sorprendió. De repente, sintió que todos sus sentidos se concentraban en su cuello cuando el aliento de George le rozó cerca, ella tembló de miedo. "Pero ¿qué... qué?"

"¿Estabas celosa hace un momento?" Aunque era una pregunta, el tono del hombre estaba lleno de afirmación. Sigrid estaba un poco confundida. ¿Qué había hecho ella hace un momento para que él pensara que estaba celosa?

"Te pedí que me esperaras en el salón. ¿Por qué te fuiste? ¿Te gusta tanto estar enojada? Fue muy lindo".

Cuando Sigrid escuchó eso, frunció el ceño con descontento y dijo: "Busqué durante mucho tiempo el salón, pero no lo encontré".

Tan pronto como dijo esto, George recordó que era la primera vez que ella estaba en las oficinas del Grupo Toland, y no conocía ni su oficina.

Estaba un poco confundida. "¿Por qué vienes aquí? ¿No tienes trabajo que hacer?"

"Dormir contigo es más importante que trabajar".

Sigrid se quedó sin palabras. ¿Por qué sentía que él estaba coqueteando con ella? "'Dormir' significa nada más descansar un rato, ¿verdad...?", pensó para sí misma.

Mientras Sigrid luchaba con ese dilema, George ya la había tomado entre sus brazos. "Ven a dormir", murmuró él.

"¡Espera, todavía estás usando ropa!" ¿No se había dado cuenta él de que llevaba todavía su traje?, se preguntó ella.

George, que había tenido la intención de cerrar los ojos, se detuvo y le dirigió una mirada significativa. Unos segundos después, suspiró con impotencia y luego sonrió con cariño. Se incorporó y comenzó a quitarse la chaqueta del traje.