Amor, Dulce Amor romance Capítulo 57

Sigrid estaba atónita, pero luego reflexionó que había sido un malentendido causado por lo que había dicho deliberadamente para enojar a Loris después de que la humillara durante su visita, y ahora estaba un poco avergonzada.

Le daba vergüenza decirle a George que, como se había enojado con Loris, le había dicho deliberadamente que estaba embarazada para molestarla. Por lo que, simplemente cambió de tema y dijo: "Alguien envió una invitación hoy".

Mientras hablaba, sacó la invitación y se la mostró a George.

Cuando él vio la delicada invitación, George levantó las cejas y dijo: "¿Quién la envió?"

"La señorita Andrew la trajo personalmente", le dijo Sigrid.

"¿Se conocieron?", preguntó George.

"Sí, fue muy grosera conmigo cuando vio las cosas que habían en la caja y literalmente me insultó". Mientras Sigrid hablaba, se sintió un poco mal por el recuerdo. Frunció el ceño, esperando que George entendiera que era por su culpa que la habían insultado.

Si tan solo se sintiera culpable y ya no la obligara a usar esa ropa, ¡sería perfecto!

"Bueno, ella tiene ese tipo de temperamento". Quién hubiera pensado que George no se lo tomaría en serio. Él dejó la invitación a un lado, se puso de pie y fue directamente al baño.

Acababa de ver muchas imágenes eróticas hermosas frente a sus ojos y necesitaba urgentemente una ducha fría para refrescarse, de lo contrario no podría controlarse.

"Soy tu pantalla de humo y me han insultado por lo que has comprado. ¿No tienes nada que decir?", Sigrid se sentía aún más ofendida ¡Ella sabía que no podía gustarle a él! ¡Si le gustara, no tendría una actitud tan fría`con ella! ¡A quién le gustaba la gente así!

George dejó de desatar su corbata, se dio la vuelta y le preguntó: "¿No le has dado ya una lección?".

"¿Qué? ¿Cuándo le enseñé una lección?" Sigrid estaba atónita. ¿Cómo podía ella atreverse a darle una lección a esa hermosa mujer que conducía un Ferrari rojo? Por su apariencia, sabía que su familia estaba muy bien establecida, sería difícil meterse con ella.

"¿No le dijiste que estabas embarazada?" George sonrió levemente, entendiendo ahora cómo había comenzado el malentendido.

'¿Cómo pudo hacer la conexión entre estas dos cosas tan rápido?' pensó para sí misma.

Al ver que no estaba convencida, George bajó la cabeza y la besó en la frente. "Si alguien te acosa, tienes derecho a devolvérselo. Conmigo cerca, no tienes que tener miedo", le dijo.

Sigrid estaba atónita. ¿Quería decir que la estaba respaldando?

Él calentó su corazón, pero cuando pensó en lo que acababa de suceder, sintió que aún no podía perdonarlo. "¡Cómo debo lidiar con lo que sucedió hace un momento!", le exigió.

"¿Cómo pretendes que sea?" Ya se había parado, pero en ese momento, se volteó y se inclinó hacia ella. "¿Quieres tocarme en la misma zona como compensación?"

"¿Quién querría tocarte allí?" La cara de Sigrid de repente se puso roja. "¡No usaré esos disfraces de conejita y gatita, me oyes!"

"No". Se negó categóricamente sin pensarlo dos veces. "No tenemos que usar los juguetes, pero los disfraces son imprescindibles", determinó él.

'¿Tenías la intención de usar esos juguetes desde el principio? Acordamos que no tendríamos ninguna relación íntima entre lo nosotros después del matrimonio. ¡Normalmente no se usan ese tipo de juguetes!', se dijo a sí misma.

Al ver que ella se sonrojaba, levantó la mano y la pellizcó suavemente, luego dijo: "Me voy a bañar ahora. ¿Quieres bañarte conmigo?"

Sigrid se negó, sacudiendo la cabeza muchas veces. A George no le importó que su oferta fuera rechazada y se quitó la corbata mientras caminaba hacia el baño.

Mirando su espalda, Sigrid se mordió el labio sintiendo que no podía dejar pasar aquello.

Aunque la confusión de George había sido por lo que le había dicho a Loris ese día, ¡simplemente no podía tocarla de esa manera!