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Amor precipitado con un hombre frío romance Capítulo 16

Era casi la mañana siguiente cuando Susana se despertó. Intentó moverse un poco antes de que el intenso dolor de su espalda la hiciera despertarse del todo al instante. Tras recuperar la conciencia, Susana se dio cuenta que tanto ella como Pablo estaban en una cama de hospital.

Era demasiado estrecha para los dos, así que Pablo abrazaba con fuerza a Susana mientras sus cuerpos estaban muy pegados el uno del otro. Susana incluso podía escuchar con claridad el latido del corazón del hombre. Tum-tum, tum-tum... Era la misma frecuencia que la de su propio corazón.

Los labios de Susana se curvaron hacia arriba de modo inconsciente, puesto que esta era la primera vez que alguien la acunaba para dormir. También era la primera vez que escuchaba el latido del corazón de alguien tan próximo.

Entonces miró para observar la cara de Pablo. Su perfil era limpio y los huesos de su cuello eran atractivos también. Sus cejas eran tupidas y sus pestañas largas. Y sus labios... Sus labios tenían curvas perfectas. Bajo la luz del sol de la mañana, sus ojos parecían bastante hipnotizadores.

«Espera. ¡Para! ¿Sus ojos?» Susana recuperó de inmediato el sentido.

—¿Tú... tú estás despierto?

Divertido por su expresión, Pablo no pudo evitar besar la frente de Susana.

-¿Te duele todavía?

-No. Ya no. -Susana no sabía si era por el beso de Pablo o por su pregunta, pero su corazón empezó a correr y su cara se sonrojó de modo inconsciente.

—Es bueno saber eso. —Entonces él se estiró para acariciar su carita— ¿Por qué no admitirás que estabas equivocada ayer?

Susana apretó los labios ante esto:

-Porque no lo estaba.

-Pero si lo hubieras hecho, hubieras evitado tanto dolor.

-Todavía tengo mi dignidad.

En ese momento, Susana lo miró con determinación en los ojos.

-Susana -La voz de la mujer al otro lado de la línea sonaba llorosa-, tu abuela se ha desmayado de nuevo y ¡está en urgencias otra vez!

Susana se quedó sin aliento:

—¿Cómo ha ocurrido...

Su abuela había sido admitida en el mejor hospital, en Vallesol, en el momento que ella prometió casarse con Pablo y su enfermedad se había estabilizado. Cómo podía ocurrir esto...

-Ven rápido. Tiene casi 70 años, y es posible que ella pudiera... -La tía Gracia empezó a llorar y no podía seguir con lo que estaba diciendo.

Susana podía sentir su corazón latiendo alocado mientras colgaba y salía corriendo. Justo cuando pasaba corriendo por la puerta del baño, chocó directa con Pablo que salía del bañó.

En el momento que impactaron, Susana perdió el equilibrio y a punto estuvo de caer al suelo.

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