Amor profundo escondido de él romance Capítulo 110

Por la noche, después de que el hospital cerrara, solo el Departamento de Emergencias atendía pacientes.

Christopher y Everleigh estaban de guardia esa noche. Everleigh podría haberse ido antes, pero el Dr. Harrison le dio una tesis y dejó que se encargara de ella. Como resultado, tuvo que trabajar horas extras en el hospital.

Su nuevo semestre en la Universidad Médica de Ocpeace había comenzado. Everleigh tenía que comenzar las clases la semana siguiente. Acababa de ingresar a la universidad y todavía no se habían inscrito estudiantes con ella, pero el director del departamento estimó que quedaría deslumbrada por la cantidad de personas que se apuntarían a sus clases a partir del año siguiente.

Cuando estaba leyendo la tesis, de repente, le sonó el teléfono.

Era la enfermera del Departamento de Emergencias, Jenny "¿Hola?" Dijo Everleigh.

"Dra. Trevino, ¿todavía está en el hospital?" Preguntó Jenny.

"Sí, ¿qué pasa?"

"Genial." Jenny suspiró aliviada. "Tendré que molestarle para que venga al departamento de emergencias de inmediato. Hay una niña aquí con una lesión en la rodilla, el hueso está dislocado."

Everleigh frunció el ceño, "¿No está ahí el Dr. Meyer?Además, deberías llamar al equipo de ortopedia por dislocación ósea."

"Ni lo mencione. El Dr. White del Departamento de Ortopedia se fue a casa porque tenía algo con lo que lidiar. El Dr. Lawson, que está de turno, aún no ha llegado. Se suponía que el Dr. Meyer lo resolvería ya que no era un asunto muy grave pero, por alguna razón, esa chica lo abofeteó."

"¿Qué?" Everleigh casi pensó que había oído mal. "¿Abofeteado? ¿Christopher?"

"Venga primero, lo verá cuando esté aquí.”

El caso no parecía grave y recibir una bofetada no era para tanto, pero valía la pena echar un vistazo cuando se trataba de Christopher. Everleigh inmediatamente colgó el teléfono y fue al departamento de emergencias.

Era raro ver una escena tan animada, así que valió la pena.

En ese momento, el departamento de emergencias estaba tan concurrido como de costumbre. Había muchas personas con heridas o enfermas en mitad de la noche. Todas las habitaciones estaban llenas y las camas temporales del pasillo estaban separadas por cortinas.

Cuando llegó Everleigh, Christopher sostenía una bolsa de hielo en su rostro. Estaba a más de un metro de la chica en la cama del hospital. Christopher estaba hablando enojado con alguien, y un grupo de enfermeras a su lado trataba de calmarlo.

"¿Dónde están tus modales? Me abofeteaste de la nada. Soy médico. Si no estás contenta con mi tratamiento, ¿por qué viniste al hospital?"

La niña, Loraine, llevaba un traje de baloncesto azul y tenía los ojos hermosos. Parecía tener unos dieciséis años, con trenzas en el pelo. Llevaba el pelo cogido con unas cintas de colores con una pequeña campana que sonaba cuando movía la cabeza.

"Nunca había visto a un doctor tan lascivo como tú. Yo no pedí que vinieras, dije que quería una doctora ¿Por qué pusiste la manos sobre el cuerpo de mi amiga y la tocaste?" Dijo Loraine.

"¿Tocarla?" Christopher inmediatamente se puso nervioso y saltó de la silla. "Tienes que mostrar pruebas de lo que dices ¡No puedes decir tonterías sin sentido como esta!"

"Dr. Meyer, cálmese. La niña aún es joven e insensible." La persona a su lado sujetó a Christopher apresuradamente, temiendo que hiciera algo precipitado.

Sin embargo, Loraine no estaba dispuesta a dar marcha atrás y levantó las cejas "¿Aún quieres discutir? ¿Es así como tratas a los pacientes como médico? ¿Qué tipo de basura eres? ¿Tratando a los enfermos y salvando a los pacientes? ¡Bah!"

Había muchas personas en el pasillo que lo señalaban con el dedo. Cuando escucharon esto, caminaron alrededor de Christopher para evitarlo, bañándolo con desdén. Era obvio que Christopher definitivamente ocuparía el último lugar en la tabla de satisfacción de los pacientes ese mes, y tuvo que ser criticado públicamente.

Everleigh no podía soportarlo más. Caminó hacia adelante rápidamente y se detuvo frente a Christopher. "¿Qué ha pasado?"

Jenny, la enfermera que sujetaba a Christopher, miró a Everleigh como si hubiera visto un salvavidas y dijo apresuradamente: "Dra. Trevino, ya está aquí por fin. No es nada, solo que la amiga de la niña sufrió algunas heridas. Por favor, eche un vistazo."

"¿Qué vistazo? Pídele que vaya a otro hospital." Resopló Christopher.

"Suficiente. Tú cállate." Everleigh bajó la voz y advirtió a Christopher. "¿No sabes lo que hiciste? ¿Puedes seguir viniendo a trabajar después de haber montado un escándalo."

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