Esa pregunta agarró por sorpresa a Everleigh, quien al oírla evitó la mirada de Theodore.
"No fue por eso", alcanzó a murmurar.
Y aunque respondió rápidamente, no sonaba muy convincente.
"¿Estás segura?", insistió él.
"¡Claro que lo estoy!", contestó apretando los labios y, después de un momento de vacilación, volteó a verlo. "¿Por qué haces tantas preguntas? La razón por la que me fui hace siete años es algo que ya no tiene importancia. Tú te casarás pronto y yo tengo una profesión en la que me he ganado un lugar. Ambos vivimos nuestras propias vidas y ninguno de los dos se interpone en el camino del otro".
Así era como funcionaba el mundo. Todo debía continuar desarrollándose de una manera normal, incluso si alguien desaparecía de tu vida. No había necesidad de insistir en el pasado.
Ella sentía los fríos ojos de Theodore sobre su rostro. Después de unos momentos él preguntó: "¿Alguna vez me interpuse en tu camino?".
Al escuchar la ira que escondía su pregunta, el rostro de Everleigh se tensó. Abrió la boca como si fuera a explicarse, pero decidió no hacerlo y la cerró inmediatamente sin decir nada más.
Ambos sabían que no tenía sentido recordar el pasado. Siete años eran demasiado tiempo. ¿Cuántos periodos iguales tendrían en esta vida?
Y si el incidente ocurrido en esa época había sido un malentendido, ¿qué importancia podría tener ahora?
No había necesidad de perturbar sus vidas con los sucesos del pasado.
El ambiente en la habitación era tan tenso, que se podría cortar con un cuchillo. Everleigh sentía una fuerte opresión sobre su pecho, la cual le dificultaba respirar con normalidad ante el escrutinio de los ojos fríos de Theodore.
Finalmente, el médico entró al consultorio para aplicarle una inyección. "Con esto será suficiente. Recuerda no usar esta mano y, sobre todo, no la expongas al agua. Deberás ingerir tus medicamentos todos los días y aplicarte el ungüento". Al decir esto, le tendió una bolsa con varias cajas de píldoras y una pomada.
"Así lo haré", respondió ella, quien sabía que esas recomendaciones eran importantes, ya que también era doctora.
Cuando salieron del consultorio, Theodore se detuvo frente a ella.
"Bueno", dijo Everleigh, quien vaciló por un momento: "Tengo que volver al set de filmación. Supongo que tienes tus propios asuntos que atender. Adiós y gracias por todo".
Sin embargo, él no se molestó en voltear a verla y dijo con frialdad: "Ve por tus cosas. Te veré en el estacionamiento en diez minutos".
Esas instrucciones dejaron a Everleigh atónita y antes de que ella pudiera decir algo, Theodore ya se había ido.
¿Era su manera de decirle que la llevaría a su casa? De cualquier modo, ella siguió sus indicaciones y fue a recoger sus cosas al set de filmación.
Al llegar, ella saludó a los miembros del equipo de producción y agarró su bolso para irse de allí.
Todos la veían avergonzados, sintiéndose culpables de que su protagonista fuera quien la hubiera lastimado.
Al ver que ella se iba, la asistente de su hermana corrió a detenerla justo antes de que abandonara el lugar, "Doctora Trevino, ¡realmente lamento lo sucedido! Selena no lo hizo intencionalmente. ¡Fue un accidente! ¡Por favor, no se lo tome a pecho!".
"Probablemente a ella ni siquiera le importa, ¿verdad? Quiero decir, si me lo tomo a pecho o no".
"¡No, de ninguna manera!", replicó Crystal, quien sonreía tratando de disculpar a Selena. Miró a su alrededor para asegurarse de que no hubiera nadie cerca y bajó su volumen de voz: "Ella es su hermana. ¿Cómo sería posible que quisiera lastimarla?".
Aunque ella estaba escuchando con atención, la veía con indiferencia.
En el pasado, Everleigh habría pensado de la misma manera. Selena era su hermana y sin importar que tan lejos llegara, pensaría que simplemente estaba teniendo una rabieta. Como cuando eran niñas y le quitaba su juguete favorito; ella nunca guardaba resentimientos en su contra.
Sin embargo, los acontecimientos recientes estaban demostrando lo contrario.
Su hermana se había convertido en una adulta y tenía su propia forma de pensar. Además, no se habían visto en siete años y ahora no se llevaban bien. Por otro lado, ella ni siquiera se molestó en cuestionarse las consecuencias que podrían tener sus actos. Y ahora que las cosas se habían convertido en algo insalvable, Everleigh había decidido renunciar a su hermana.
"No te preocupes", respondió la doctora. "No le diré a nadie lo que pasó hoy".
Era cierto que Selena le había pedido a su asistente que buscara a Everleigh, pero no para disculparse con ella. Sino por el hecho de que la actriz era una figura pública. Por ello, temía que el incidente de ese día se filtrara al público, atrayendo noticias negativas hacia su persona.
Selena asintió mientras frotaba el lóbulo de su oreja adolorida, con el rostro extremadamente pálido. "¿Qué te pidió Winnie que le dijeras a mi hermana?".
Ella era la representante de Selena, una gerente muy importante de la compañía de medios que manejaba su carrera. Esa empresa también tenía firmados a innumerables artistas, tanto de primera clase como aquellos que hacían papeles secundarios, y siempre tenía un comportamiento feroz en cuanto a sus agremiados. De hecho, podría llegar a extremos impensables. A Selena ese comportamiento le parecía insoportable la mayoría de las veces.
"Me solicitó que le pidiera a la doctora Trevino que no comentara con nadie el incidente de hoy".
"¿A quién le pediste autorización para hacer eso?".
El repentino tono chirriante de Selena asustó a Crystal.
"¿Quiénes son ustedes dos para intervenir en mis asuntos?", reclamó la actriz con el rostro rojo de rabia. "¿Piensas que ella escuchó lo que le pediste?".
"Bueno, sí... Ella... La doctora Trevino estuvo de acuerdo".
"¡Umjú, claro!", exclamó Selena, quien se quedó atónita por un segundo. Luego su rostro volvió a la normalidad y rechinó los dientes. "¡Por supuesto que lo hizo! Fingió ser magnánima y poderosa mientras crecíamos y nunca peleó conmigo. Hiciera lo que hiciera, mi hermana no decía nada. Pero al final, solo pensaba en ella. Y ahora le hemos dado armas que podrá usar en mi contra. Con lo que sucedió hoy ella podrá hacer lo que quiera".
Su asistente, quien la escuchaba atentamente, de pronto dijo con cautela: "No creo que la doctora Trevino tenga planes para manipular el incidente de hoy y usarlo en tu contra. ¿No será que solo estás nerviosa por lo que pasó?".
"¿Yo? ¿Nerviosa?", dijo Selena golpeando la mesa con el puño. "¿De quién eres asistente? ¿Por qué la defiendes cuando soy yo quien paga tu salario? ¿Por qué no te vas a trabajar para la excelsa doctora Trevino?".
Crystal inmediatamente empezó a negar sacudiendo tanto la cabeza que parecía una sonaja. Aunque pensaba para sí misma que, en realidad, preferiría ser la asistente de Everleigh. Al menos ella tenía un temperamento equilibrado. Sin embargo, la chica era muy profesional y nunca haría eso.
"Solo espera y verás que ella usará este incidente para chantajearme. Exactamente igual que esta mañana".
Al ver el rostro indignado de Selena, la asistente se quedó en silencio por un largo rato. Luego recordó algo y dijo: "Pero la doctora Trevino le pidió a la producción que realizara todos los arreglos pertinentes. A mí me parece que ella no volverá al set nunca más".
"¿Qué estás diciendo?", preguntó Selena, mirando a Crystal sorprendida.
"¿Everleigh ya no regresará a la filmación?".

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