Entrar Via

Amor profundo escondido de él romance Capítulo 61

En un restaurante cerca de la escuela primaria Sapphire, un mesero sirvió los platos que habían ordenado. Ellos dos disfrutaban de la vista en una mesa junto al ventanal que daba al jardín. "Aquí está su orden", dijo el joven, gentilmente.

"Gracias", contestó Everleigh. Luego empujó un tazón frente a Abraham: "Papá, come. Esta sopa te va a encantar".

La mirada del hombre estaba fija en el área de juegos para niños, donde Adrienne corría sin parar de un lado para el otro. Ella se había aburrido después de un par de minutos de estar sentada a la mesa y pidió permiso para ir a jugar. Por lo tanto, Alastair fue tras ella. En ese momento, se estaban tirando del tobogán.

"Papá", volvió a llamar la mujer, con voz vacilante y él volvió en sí al escuchar su nombre.

"La comida está lista. Debes pedirles a los niños que vengan a comer", dijo él.

"Lo haré, pero Adrienne vendrá cuando le apetezca, incluso si voy y le pido que venga".

"Deberían respetar la hora de los alimentos. Tienes que convertirlo en un hábito, sobre todo ahora que aún son niños", explicó él con voz severa.

Abraham se dio cuenta de la actitud tan indiferente de su hija, por lo que frunció el ceño y soltó con frialdad: "Mírate, no puedes cuidar de ti misma. ¿Cómo has podido hacerte cargo de los gemelos?".

Entonces, ella miró su mano lesionada y la escondió debajo de la mesa.

"¿Qué te pasó en la mano?", preguntó su padre, siguiendo su movimiento con los ojos.

"Fue un accidente sin importancia".

"¿Crees que estoy senil? Si no tuvo importancia, ¿por qué tuviste que vendarte así?".

Ella solo se lo quedó viendo, sin saber qué contestar.

De pronto, él le pasó una tarjeta bancaria.

Entonces el rostro de Everleigh cambió: "Papá, ¿qué estás haciendo?".

"No es para ti, es para los niños".

"No la necesito, pero gracias. Estoy trabajando y soy capaz de mantener a mis hijos por mi cuenta".

"Solo eres una doctora, ¿cuánto ganas? Además, eres muy joven y apenas estás empezando en tu profesión. Como dije, no es para ti, sino para tus hijos. La contraseña de la cuenta es el cumpleaños de tu madre".

Everleigh quería devolverle la tarjeta, pero se detuvo en seco cuando él mencionó la contraseña.

"Supongo que recuerdas la fecha, ¿o me equivoco?", preguntó él con tono casual.

"¡Por supuesto!", contestó ella con voz ahogada.

¿Cómo podría olvidarla? Sabía el cumpleaños de cada uno de los miembros de la familia Trevino.

"Bien. Ve a avisarle a los niños que tienen que sentarse a comer".

Abraham era un tipo obstinado y ella sabía que él se enojaría si rechazaba su ayuda. Incluso, sería capaz de aventar todo sobre la mesa y marcharse. Por lo tanto, no tuvo más remedio que guardar la tarjeta bancaria.

Luego, Everleigh se levantó y salió al área de juegos para llamar a los gemelos. Esa era la primera vez que tres generaciones de la familia Trevino se reunían a comer.

Adrienne era hablantina, incluso con la boca llena. Miró a Abraham y preguntó: "Abuelo, ¿estás aquí para visitarnos porque entraremos pronto a la escuela?".

Abraham la miró, dándose cuenta de que era la viva imagen de Everleigh cuando era pequeña y sonrió lleno de amor. Luego respondió: "¡Adivinaste! Vine a verlos por eso. Además traje algunos regalos para ti y para tu hermano. Se los daré cuando terminen de comer".

"¡Yupi, regalos!", gritó Adrienne emocionada. "Abuelo, las vacaciones de verano aún no han terminado, ¿vendrás muchas veces a visitarnos?", preguntó con entusiasmo.

"¿Te gustaría que lo hiciera?", replicó él.

"Eso me gusta más", dijo él con satisfacción, pero insistió en el tema: "Entonces, ¿cuándo va a ser?".

"Estamos tomando las cosas con calma, porque acabo de regresar a Ocpeace y mi trabajo aún es inestable. Por otro lado, los niños necesitan empezar en la escuela. Así que son muchas cosas las que estamos arreglando al mismo tiempo".

Abraham asintió pensativo aceptando su razonamiento. Luego dijo: "Antes de la boda, deberías presentarme a sus padres...".

"Papá", lo interrumpió ella apresuradamente. "Las cosas pueden ser complicadas en la familia Godfrey, así que no puedo prometerte nada. Nos tendremos que poner de acuerdo y una vez que lo hayamos arreglado, te lo comunicaré, ¿te parece bien?".

Cuando Abraham mencionó que quería conocer a los padres de Theodore, Everleigh se puso todavía más nerviosa. Ella sabía muy bien que no podía organizar un encuentro, e Incluso si pudiera, la actitud arrogante de la señora Godfrey podría desencadenar que su padre sufriera un infarto.

"De acuerdo", contestó Abraham complacido. Él era un hombre considerado y no quería molestar a su hija. Después de todo, él sabía que las cosas podrían complicarse para los ricos. Eran raras las familias que hacían las cosas de manera simple, como los Trevino. El hombre era un gran padre y lo demostró después de que su mujer falleció, ya que él no se volvió a casar y crio a sus hijas por su cuenta.

"Papá, come un poco más", dijo Everleigh tratando de cambiar el tema: "Esto es delicioso".

Era cierto que Theodore la sacó de un apuro en la fiesta de cumpleaños. Sin embargo, ahora ella tenía dolores de cabeza pensando en la manera de arreglar las cosas.

Abraham peló algunos camarones y los puso en el plato de su nieta instándola a comer. Luego, preguntó con tono casual: "Adrienne, ¿está muy ocupado tu padre?".

Al ver su reacción, Everleigh dejó escapar un suspiro de alivio. Sin embargo, cuando escuchó la pregunta, miró a la niña con ansiedad.

Adrienne, quien estaba comiendo feliz, masculló con la boca llena: "Creo que él está bastante ocupado. El otro día, fuimos a buscarlo Alastair y yo, pero él estuvo en una reunión toda la tarde. Se tardó tanto que me quedé dormida en su oficina. Además, mami se peleó con papi".

"¿Ellos pelearon?", preguntó el abuelo, volteando a ver a su hija.

Entonces Everleigh se encontró con los ojos interrogantes de Abraham y sintió que acababa de cavar su propia tumba. La mentira no se iba a sostener.

En ese momento, se arrepintió de haber mentido, porque tendría que inventar cada vez más historias, solo para encubrir lo primero que había dicho.

Historial de lectura

No history.

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: Amor profundo escondido de él