Una vez que Everleigh resultó herida, otro médico ocupó su puesto para proporcionar la asesoría médica que necesitaban en la filmación. En cuanto a su trabajo, la llamaron del hospital para ver cómo seguía, ya que estaba descansando en casa, pero eso fue todo.
Everleigh necesitaba hablar con Benedict para saber cuando podría regresar a trabajar. De manera que lo llamó varias veces, pero como no la atendió, ella se dio por vencida.
Tres días después, ella fue a buscar al amigo de Christopher para recoger el auto que le había ofrecido. Era un BMW marrón relativamente nuevo.
El propietario del coche era Henric Holt, un hombre de un poco más de treinta años, bastante guapo, por cierto. Pero que emitía la misma aura que Christopher, por lo que ella se dio cuenta de que no era una buena influencia.
Everleigh revisó el coche superficialmente, pero luego decidió realizar una prueba de manejo y se dio cuenta de que el auto estaba en perfectas condiciones. "El automóvil me parece excelente. ¿Estás seguro de que es un automóvil usado? ¡Se ve como nuevo!".
Henric estaba recargado en uno de los costados del coche fumando un pitillo. Al escucharla, él respondió palmeando el techo del vehículo: "¿Verdad que sí? Es que no lo uso muy a menudo. ¿Cómo te sentiste al manejarlo?".
"¡Genial! Por cierto, ¿cuándo quieres que te pague? Puedo transferirte el dinero ahora mismo".
"No te preocupes. Christopher ya me pagó, así que considérate la nueva propietaria".
Antes de que Everleigh pudiera responder, Henric agitó la mano para despedirse y se retiró: "¡Bueno, disfrútalo! Adiós".
Everleigh se quedó con la cara en blanco mirando el coche. ¿Christopher lo había pagado?
Así que se subió a su nuevo auto y de camino a casa, sacó su celular y marcó el número de su amigo.
Después de algunos tonos, ella escuchó la alegre voz de Christopher. "¿Te entregaron el coche? ¿Estás contenta? ¡Cuéntame qué te parece!", él hizo una pregunta tras otra, casi sin respirar.
"El auto me encantó, pero ¿por qué lo pagaste? Dime cuánto te debo para hacerte una transferencia electrónica inmediatamente".
"¡De ningún modo! No es un auto costoso. Además, Henric es un buen amigo. Así que nos salió gratis".
"¿Gratis? El auto está como nuevo, de hecho, no creo que él lo haya usado. Revisé el odómetro y tiene menos de cien kilómetros".
"¿En serio? ¡Ja!", rio Christopher entre dientes: "Eso es normal. Henric lo compró hace seis meses para regalárselo a su novia, pero rompieron antes del día de San Valentín. Creo que esta es la segunda vez que alguien lo conduce. La verdad es que él odiaba el coche porque le recordaba a su chica y quería deshacerse de él, así que ni siquiera tuve que pagarle".
"¡Eso no fue lo que me dijiste el otro día!".
"Si te hubiera dicho la verdad, ¿habrías ido a buscar el auto?".
"¿Quieres decir que solo debo agradecerte?", dijo Everleigh sorprendida.
"Sí, eso sería lo lógico, ¿no crees?", respondió él con calma.
"¡Uf! Eres muy molesto. Vamos, deja de hacerme perder el tiempo y dime cuánto costó el auto. Quiero pagarlo".
"¡Basta! No quiero hablar más del tema. ¿Ya tienes el dinero para pagar las matrículas de los gemelos?".
Everleigh apretó con fuerza el volante.
Christopher siguió hablando desde el otro lado de la línea. "Me pagarás cuando tengas el dinero. De todos modos, no lo necesito. Mejor inscribe a los niños para que puedan ir a la escuela. Y si necesitas mi ayuda o un préstamo, solo dímelo".
"¿En serio? ¡No me digas que te alcanza el sueldo para salir con tus amigas! Además, ya había ahorrado el dinero para pagar la escuela de los niños".
"Está bien, avísame si necesitas algo. Probablemente, iré el próximo mes".
"¡Perfecto! Solo háblame por teléfono con anticipación y te recogeré en el aeropuerto".
"¡Claro, así lo haré!".
Después de colgar la llamada, Everleigh iba a quitarse los audífonos, pero dudó un momento, de modo que se los dejó puestos e hizo otra llamada. Esta vez se comunicó con Henric.
"¿Hola? Soy yo otra vez, Everleigh, la mujer que se llevó tu carro. ¿Cuánto te pagó Christopher por él?".
......
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