"Everleigh, no me malinterpretes", dijo William, retirando su mano. "Sé que es algo un poco rudo, pero por favor dame una oportunidad. Les pido disculpas a ti y a los niños en nombre de Erica. ¡Tengo tantas cosas que decirte, Everleigh! Si no hubieras abandonado el país tan precipitadamente, yo habría...".
"Lo siento, William. No me interesa hablar contigo", lo interrumpió Everleigh con aspecto enfadado. Luego, pasó junto a William con la intención de marcharse.
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"Te marchaste al extranjero debido a tu embarazo, ¿no es así?", dijo William detrás de Everleigh y esta se detuvo. Ella cerró sus puños y luego se volvió y clavó sus asombrados ojos en William.
William dio un par de pasos al frente y luego prosiguió: "Tu eres la estudiante que más aprecia el Dr. Harrison y tenías la intención de cursar un doctorado bajo su dirección, así que cualquiera se habría extrañado ante tu súbita decisión de intentar ser admitida en un programa de estudios en el extranjero. Sin embargo, todo me quedó claro cuando vi a tus hijos hoy; dejaste el país porque estabas embarazada, ¿verdad?".
Everleigh cerró sus puños con mayor firmeza, aunque no refutó la afirmación de William. "Eso no te incumbe", le espetó Everleigh.
Cualquiera que supiese las edades de Adrienne y Alastair e hiciera algunas indagaciones, descubriría que ella había salido del país porque estaba embarazada. De hecho, desde su regreso al país no había hecho esfuerzo alguno por ocultar la verdad.
"¿Imagino que no se trata de Stainley, ¿verdad?", dijo Williiam, tratando de provocar a Everleigh.
El semblante de esta se ensombreció y replicó: "Te repito que esto no te incumbe. Ahora tengo asuntos...", comenzó a decir Everleigh.
"Apuesto a que no sabes quién es el padre, ¿verdad?", dijo William.
Everleigh miró sorprendida a William y su intuición le avisó que algo andaba mal.
William, quien parecía estar sumido en sus propias reflexiones, finalmente dijo: "Me di cuenta de eso aquella noche".
"¿A qué te refieres?", respondió Everleigh.
"A aquella noche lluviosa", replicó William. Las palabras de William resonaron en la mente de Everleigh.
Lentamente, William se aproximó a Everleigh; una palidez cubría su apuesto rostro.
Parecía que acabara de recordar algo de lo que se sentía culpable, y dijo en voz baja: "Aquella noche no era mi intención no salvarte. Yo...", comenzó a decir William. Everleigh retrocedió un poco, intentando guardar la calma. Cuando su talón golpeó el bordillo de la acera, ella perdió el equilibrio y cayó hacia atrás.
"¡Everleigh!", gritó William, presa del pánico. Sin embargo, Everleigh no cayó al suelo, pues un par de manos sujetaron firmemente sus hombres y cintura.
Inconscientemente, Everleigh levantó su cabeza y trató de ver quién era la persona que la sostenía. Luego, su mente se quedó en blanco y se sintió incapaz de articular palabra. Los ojos de Theodore fueron de Everleigh a William, y preguntó: "¿Qué está haciendo un profesor de la Universidad Médica de Ocpeace con una graduada a plena luz del día?".
William se quedó congelado por un instante, y luego dijo rápidamente: "Se trata de un malentendido; ella es menor que yo. Estábamos... simplemente estábamos discutiendo".
"¿Lo dices en serio? Me pregunto qué estaban discutiendo; la asustaste demasiado", preguntó Theodore.
"¿Qué interés tienes en este asunto? A propósito, ¿podrías soltarla?", replicó William.
William no conocía a Theodore, así que William había guardado la compostura inicialmente, Sin embargo, cuando vio que el hombre que estaba sosteniendo a Everleigh no tenía la intención de soltarla, se enojó.
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