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Fu Jingyun había descansado una semana entera con el permiso de Bo Gelian antes de volver a su grupo de investigación.
Esta vez se había unido al grupo del Profesor Curry.
El grupo del Profesor Curry se centraba en la creación de nuevas enfermedades y, al mismo tiempo, en la creación de medicamentos para combatirlas.
Por fin había conseguido lo que deseaba.
Tras entrar en el laboratorio, Fu Jingyun observó el equipo de laboratorio que le era familiar. Había una emoción que no podía controlar en su corazón.
Se mostró un poco en su cara.
“Profesor Curry”.
Ante el Profesor Curry, su rostro era inexpresivo. Miró al otro hombre con calma.
El Profesor Curry le echó un vistazo antes de dirigirse a la persona que estaba a su lado y dijo: “La tarea de hoy es cultivar de nuevo una enfermedad y observar sus condiciones de vida”.
Ignoró por completo a Fu Jingyun, como si no existiera.
Fu Jingyun permaneció impasible.
En ese momento, Catalina entró y lo vio allí inmóvil. Frunció el ceño sin poder evitarlo.
“¿Qué estás haciendo?”, preguntó mientras se ponía delante de Fu Jingyun.
Fu Jingyun la miró y respondió con calma: “Estoy esperando a que el Profesor Curry me dé una tarea”.
Al oír esto, Catalina se giró para mirar al Profesor Curry, que estaba hablando con los demás. Esbozó una sonrisa llena de regodeo. “Te está ignorando, ¿verdad?”.
Los ojos de Fu Jingyun brillaron ligeramente, pero no contestó.
Catalina cruzó los brazos sobre el pecho y soltó una carcajada mientras sacudía la cabeza. “Estás pidiendo que te falten al respeto. Deberías saber muy bien que el Profesor Curry es alguien que cuida de los suyos. Desde aquel día que te peleaste con Charles, él debe odiarte desde el fondo de su corazón”.
“Incluso fuiste donde Bo Gelian y le pediste unirte a su grupo. Eres realmente débil”.
Fu Jingyun escuchó en silencio y no respondió, porque tenía razón.
El Profesor Curry le estaba dando una muestra de poder, para hacerle saber quién mandaba en el centro de investigación.
Al ver que no respondía, Catalina sintió que una ira desconocida llenaba su corazón. Respiró hondo y lo soportó. “Si no quieres quedar mal, deberías irte por tu cuenta”.
Fu Jingyun la miró fríamente. Dijo cada palabra con claridad. “Nunca me iré”.
Había pasado por todos esos problemas para llegar allí, no se iría antes de conseguir la droga que podría erradicar el patógeno en el cuerpo de Jiang Sese.
Catalina estaba muy enfadada porque conocía perfectamente sus intenciones. Bajó la voz y habló entre dientes. “Realmente no sé qué hay de bueno en esa mujer que te lleve a hacer esto”.
“No eres digna de conocer sus méritos”.
Fu Jingyun la miró fríamente. Antes de que ella pudiera estallar de ira, se acercó al Profesor Curry.
‘¡M*ldito sea este hombre!’.
Catalina se giró para mirarlo, como si quisiera agujerearle la espalda.
Cuando Fu Jingyun se acercó, el Profesor Curry lo miró de reojo. La sonrisa que había en su rostro se enfrió al instante.
“Profesor Curry”. Fu Jingyun se detuvo a dos pasos de él.
El Profesor Curry fingió no oírle. Se giró para hablar con otra persona.
Al ver esto, Fu Jingyun habló rápidamente. “Profesor Curry, el Señor Bo Gelian me permitió unirme a su grupo. Avíseme si necesita que haga algo”.
¿Estaba utilizando a Bo Gelian para presionarlo?
Los ojos del Profesor Curry se entrecerraron. Se giró y miró a Fu Jingyun. “Eres tan importante, ¿cómo me atrevería a darte órdenes y arriesgarme a sufrir dolor físico?”.
Su tono estaba lleno de desprecio.
A Fu Jingyun no le importó y sonrió tranquilamente antes de decir: “Aquel día me precipité demasiado. Espero que sea usted magnánimo, Profesor Curry, y no encuentre demasiadas faltas en mí”.
El Profesor Curry permaneció hosco y en silencio.
Fu Jingyun miró a los demás y continuó. “Todos trabajamos para el Señor Bo Gelian. Espero que podamos tener una relación amistosa, y que el pasado quede en el pasado”.
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