Bebé adorable en la puerta: Mami, por favor firma romance Capítulo 1006

Un momento después, Jiang Sese salió del probador.

El corte del vestido acentuaba su pequeña cintura. El color amarillo claro, sencillo y elegante, hacía que su temperamento pareciera mucho más suave y hermoso. Parecía mucho más hermosa.

Los ojos de Shang Ying se llenaron de sorpresa y la elogió: “¡Sese, te queda muy bien!”.

“¿De verdad?”.

Jiang Sese no pudo evitar sonreír mientras se miraba en el espejo.

“Realmente se ve bien”. Una de las empleadas de la tienda que estaba a un lado la felicitó también.

Jiang Sese pensó que el vestido le quedaba bien y asintió. “Nos lo llevaremos entonces”.

“¿No vas a probarte los demás?”, preguntó Shang Ying.

Aunque le quedaba bien el vestido, Shang Ying no podía evitar sentir que era demasiado mojigato.

Jiang Sese no quería probarse otra cosa. Rodeó con su brazo el hombro de Shang Ying y dijo con una voz ligeramente quejumbrosa: “Tía, no miremos más, ¿te parece? Vamos a llevarnos este, me gusta mucho”.

Shang Ying solo pudo asentir y le dio un golpecito en la frente. “De acuerdo entonces, lo importante es que te guste”.

Se giró para decirle a la empleada que empacara el vestido. Justo cuando se disponía a pagar, Jiang Sese la detuvo.

“Tía, déjame a mí”.

Mientras hablaba, sacó su tarjeta bancaria y se la dio a la empleada.

Shang Ying la miró. “¿Qué más da que pague yo, niña?”.

“Soy adulta, tengo dinero”.

Shang Ying se rio. “¿Por qué no lo tratas como si yo te diera un regalo?”.

Jiang Sese lo pensó seriamente. “Si quieres regalarme algo, puedes darme otro”.

“¿Qué te gusta entonces?”. Continuó preguntando Shang Ying.

“Me gustan muchas cosas, podemos hablar de ello más tarde”.

Shang Ying quiso seguir preguntando, pero la empleada de la tienda vino casualmente con el vestido en una bolsa de compra.

“Señora, aquí tiene su vestido”.

Jiang Sese lo aceptó. “Gracias”.

Mientras salían de la tienda, Jiang Sese miró a su alrededor antes de dirigirse a Shang Ying para pedirle una opinión. “¿Dónde quieres ir a comprar el regalo? ¿Qué le gusta al Segundo Tío?”.

“Lo que más le gusta es beber té”.

Cuando Jiang Sese escuchó esto, arqueó las cejas. “¿Debemos comprarle hojas de té?”.

Shang Ying sacudió la cabeza. “Otra persona le regalará hojas de té. Comprémosle un juego de té. Te llevaré a una tienda especializada en la venta de juegos de té”.

Tras decir esto, Shang Ying la condujo hacia la escalera mecánica.

“Tía, ¿dónde está la tienda de la que hablas?”, preguntó Jiang Sese mientras caminaba.

“Está en la vieja calle detrás del centro comercial”.

Jiang Sese conocía el lugar del que hablaba Shang Ying.

Esa vieja calle era muy famosa en la Ciudad Jin, había muchas tiendas de antigüedades allí. Ella no había visto una tienda que vendiera juegos de té.

Por la mañana no había mucha gente en la vieja calle. Algunas tiendas aún no habían abierto sus puertas.

“¿Dónde está, Tía?”. Jiang Sese miró a su alrededor, pero no encontró ninguna tienda de ese tipo.

Shang Ying movió la barbilla. “Justo allá”.

Después de caminar unos minutos, encontraron la entrada de la tienda.

No era grande, y tenía un aire muy antiguo.

“Entremos”.

Shang Ying condujo a Jiang Sese al interior.

Había un anciano en la tienda.

Cuando Jiang Sese escuchó esto, se sorprendió mucho. Miró a Shangguan Yuan antes de decir felizmente: “Gracias, abuelo. Gracias”.

Mientras el anciano y Shangguan Yuan iban a envolver el juego de té, Jiang Sese dijo emocionada: “Tía, qué casualidad. Estaba comprando el juego de té y también vi a Yuanyuan. Además, esta tienda también es propiedad de la familia de Yuanyuan”.

Shang Ying miró a Shangguan Yuan, que estaba parada junto al anciano, y preguntó con curiosidad: “¿Tu amiga está soltera?”.

Jiang Sese no pudo evitar reírse al escuchar esto. Esto hizo que el anciano y Shangguan Yuan miraran hacia ellas.

Al ver esto, Shang Ying se apresuró a apartarla. Entonces preguntó en voz baja: “¿De qué te ríes? ¿Está soltera?”.

“Tía, ¿recuerdas a la chica que Yuchen mencionó cuando estábamos comiendo la última vez?”, preguntó Jiang Sese en respuesta.

Shang Ying lo pensó y asintió. “Sí, ¿por qué?”.

“Yuchen estaba hablando de Yuanyuan”.

Los ojos de Shang Ying se abrieron de par en par con sorpresa. “¿Yuchen y ella se conocieron hace tiempo?”.

“Sí. No solo se conocen, sino que son socios comerciales”. Jiang Sese miró a Shangguan Yuan, que no estaba lejos, y continuó: “Además, a Yuchen le gusta”.

Cuando Shang Ying escuchó esto, se alegró al instante. “No pensé que a ese mocoso se le ocurriría la idea y le gustaría una chica. Ahora puedo estar tranquila”.

Jiang Sese no podía aguarle la fiesta a Shang Ying ahora.

Parecía que por el momento Shangguan Yuan no tenía ningún interés en su primo.

“Sese, el juego de té está listo”. Les dijo Shangguan Yuan.

“De acuerdo, ahora mismo voy”.

Jiang Sese se acercó. Justo cuando se disponía a pagar, Shangguan Yuan la detuvo.

“Yo pagaré esto por ti”.

Jiang Sese no esperaba eso y se apresuró a negarse. “No, ¿cómo podría dejarte hacer eso?”.

“Me molestaré si dices eso”. Shangguan Yuan la miró con fingido desagrado.

Jiang Sese explicó con impotencia: “No, no es eso lo que quiero decir. Estoy comprando esto como un regalo para mi Segundo Tío, tengo que pagar”.