Bebé adorable en la puerta: Mami, por favor firma romance Capítulo 1009

”¿Avivar las cosas?”.

Shang Ying se burló. “¿Acaso pensaste en papá, que yace solo en el hospital?”.

Chen Yun se disgustó ante esto. “Hermana, hoy es el cumpleaños de tu hermano, ¿podrías dejar el tema y no dificultar las cosas?”.

“¿Cómo les he dificultado las cosas? ¿He dicho algo equivocado?”.

Viendo el problema que se estaba gestando, Jiang Sese se apresuró a intervenir para poner paz. “De acuerdo, no hablemos de esto. No queremos airear nuestros trapos sucios en público”.

Shang Ying y Chen Yun se callaron ante esas palabras.

Shang Ying suspiró profundamente. “No importa. Ustedes dos nunca se preocuparon por papá”.

“Shang Ying, ¿qué quieres decir con eso?”. Chen Yun se disgustó una vez más.

“Tía Chen Yun, la Tía Shang Ying solo perdió la cabeza en el momento. No te enfades, todavía tienes que entretener a los invitados”, dijo Jiang Sese agradablemente para tranquilizarla.

Shang Ying no pudo aguantar más y cogió la mano de Jiang Sese. “Sese, vámonos”.

Ella no podía irse.

El espectáculo aún no había comenzado, ¿cómo podía irse?

Jiang Sese agarró a Shang Ying. “Tía, si te vas así, los invitados lo verán y hablarán a nuestras espaldas. Dejemos todo esto para después”.

“Pero...”. Shang Ying estaba lívida con Fang Rui y Chen Yun por no tener conciencia. El anciano estaba en el hospital, y ellos estaban invitando a tanta gente a este evento. Era demasiado escandaloso.

“No te enfades, solo te estás fastidiando y haciéndote daño”.

Al final, Shang Ying se calmó con la ayuda de Jiang Sese.

Sin embargo, no estaba de humor para entretener a los invitados. Jiang Sese la llevó al jardín detrás de la mansión para que descansara.

Aprovechando el momento de silencio, Jiang Sese hizo una llamada telefónica. Después de confirmar con el hombre del otro lado, colgó aliviada.

La fiesta de cumpleaños estaba a punto de comenzar cuando Jin Fengchen llegó.

Fang Rui y Chen Yun le dieron la bienvenida con entusiasmo.

“Fengchen, por fin estás aquí. Te he estado esperando ansiosamente”, dijo Fang Rui con una risa.

Jin Fengchen le entregó el regalo que traía. “Mi padre te envía esto. Te desea un feliz cumpleaños y una larga vida”.

Fang Rui se apresuró a aceptar el regalo en cuanto supo que era del Amo Jin. Dijo asombrado: “Qué pena que tu padre haya tenido que gastar dinero en mí. Por favor, envíale mi agradecimiento”.

Jin Fengchen asintió.

Después, miró a su alrededor buscando a Jiang Sese.

“Sese está por allí”.

Siguió el dedo de Chen Yun para ver a Jiang Sese trabajando afanosamente. Se dirigió hacia ella enérgicamente.

Jiang Sese estaba ayudando a organizar el buffet. Cuando se giró, estuvo a punto de chocar con alguien.

Se apresuró a dar un paso atrás y se disculpó apresuradamente. “Perdón, perdón”.

Se oyó una suave risa por encima de ella.

¡Qué familiar!

Levantó la vista para ver un par de ojos llenos de diversión. Sus labios rojos se curvaron lentamente hacia arriba. “Estás aquí”.

Jin Fengchen miró el plato en sus manos y frunció ligeramente el ceño. “¿Por qué haces esto?”.

“Estoy aburrida”. Jiang Sese se encogió de hombros. “Llegamos demasiado temprano y no hay nadie con quien hablar. Así que solo puedo encontrar algo que hacer para pasar el tiempo”.

Jin Fengchen levantó las cejas. “Ahora que estoy aquí, ¿puedes acompañarme?”.

Jiang Sese entregó la bandeja a un sirviente antes de cogerle del brazo y decir con una cálida sonrisa: “Por supuesto”.

A las siete de la tarde comenzó la fiesta de cumpleaños.

Jiang Sese no esperaba que Shangguan Qian y Shangguan Yuan fueran invitados también. Cuando los vio, se sorprendió mucho.

“Yuanyuan”.

“De acuerdo, no nos preocupemos por ello. Consigamos que alguien se la lleve de aquí”. Fang Rui agarró a Chen Yun y le dijo suavemente al oído.

La mujer escuchó esto e inmediatamente se derrumbó en el suelo, sollozando y gritando. “Fang Yanqin, no tienes conciencia. Ni siquiera quieres a tu propio hijo... Eres un b*stardo, un mentiroso...”.

Todo el mundo sabía que Fang Yanqin era un mujeriego, y los rumores llegaban a diario. Cambiaba de mujer como de ropa, pero nadie esperaba que las cosas fueran tan ridículas.

Los invitados empezaron a cotillear, haciendo comentarios sarcásticos.

Fang Rui y Chen Yun no podían soportar más la presencia de esta persona y llamaron a toda prisa al mayordomo y a los sirvientes para que se la llevaran.

La mujer percibió sus intenciones. Se levantó con vehemencia y pasó por delante de ellos antes de correr a coger una botella de vino y romperla antes de apuntarse al cuello con la punta mellada.

“¡Un paso más y me mato!”.

Al ver la mirada seria de la mujer, era capaz que lo hiciera.

El mayordomo y los sirvientes no se atrevieron a acercarse a ella.

Fang Rui no tuvo más remedio que hacer que alguien trajera a Fang Yanqin.

A decir verdad, cuando la mujer irrumpió, Fang Yanqin estaba tan asustado que se había retirado al piso de arriba para esconderse.

Ahora que fue arrastrado escaleras abajo, era tan tímido como un ratón.

“¿Qué está pasando?”. Fang Rui inmediatamente preguntó con severidad cuando vio a Fang Yanqin.

“Yo... no la conozco”. Fang Yanqin no se atrevió a mirar a la mujer a los ojos.

La mujer se rio al escuchar esto. Su risa era estridente y ligeramente aterradora.

“Fang Yanqin, cuando te acostaste conmigo, ¿por qué no dijiste que no me conocías?”.

Fang Yanqin bajó la cabeza y no emitió ningún sonido.

Una fiesta de cumpleaños perfectamente buena había sido arruinada.

Fang Rui y Chen Yun ardían de ira. Sin embargo, había gente de fuera mirando, así que no podían ser demasiado duros.