Bebé adorable en la puerta: Mami, por favor firma romance Capítulo 1012

Yuan Qingsong lo cogió con prisas y bajó la mirada. Cuando vio su nombre, su expresión cambió ligeramente, pero se recuperó rápidamente. Preguntó con calma: “¿Hay algún problema con que exporte?”.

Fang Yuchen sonrió. “No”.

“¿Entonces para qué me has traído aquí? Puedo denunciarte por secuestro”. Yuan Qingsong actuó como si tuviera razón.

“Recuerdo que los negocios de la familia Yuan no están relacionados con las hierbas medicinales; ¿por qué las exportas de repente? ¿Has cambiado de negocio?”.

“Yo--”. Yuan Qingsong estaba claramente un poco asustado ahora. “¿Tengo que hablarte de mi negocio?”.

Fang Yuchen lo ignoró. Ojeó casualmente la lista y la leyó en voz alta. “Acónito chino de las regiones occidentales, Flor de Pascua...”.

Había leído en voz alta los nombres de las hierbas medicinales raras.

Incluso el Grupo Fang, que eran comerciantes de hierbas medicinales, sería incapaz de producir cantidades tan grandes de esas hierbas medicinales. Sin embargo, sería definitivamente sospechoso que Yuan Qingsong, que no estaba en la industria, fuera capaz de hacerlo.

El corazón de Yuan Qingsong se estremeció al mencionar el nombre de cada hierba medicinal. Al final, él no pudo soportarlo más y dijo: “Solo lo estoy declarando para la gente. No es asunto mío”.

“¿Oh?”. Fang Yuchen levantó las cejas. “¿Para quién? ¿Puedes decírmelo?”.

“Presidente Fang, debes saber mejor que nadie que la confianza es la base de los negocios. No te diré los secretos que otros me han confiado”.

Fang Yuchen asintió. “Está bien, puedes elegir no decírmelo. Pero lo voy a adivinar”.

Se quedó pensando un momento. “Es Fang Yiming, ¿no es así?”.

La expresión de Yuan Qingsong cambió y negó con pánico: “¡No, no es él! ¿Cómo podría ser él?”.

Fang Yuchen se rio. “No necesitas negarlo. Tu expresión lo dice todo”.

“¿Qué?”. Los ojos de Yuan Qingsong se desviaron. “Yo... ¿Cuándo te dije que era él?”.

“Tío Yuan”. Fang Yuchen agitó la lista en su mano. “Estas hierbas medicinales pertenecen todas al Grupo Fang. Fang Yiming las transportó en secreto sin mi aprobación. Eso es un robo, y tú eres cómplice”.

“Con una cantidad tan grande, el valor también es grande. La sentencia será de más de una década”.

Yuan Qingsong palideció lentamente al escuchar esto. Apretó los puños con miedo.

Fang Yuchen sonrió y continuó: “Si me confiesas que las hierbas fueron exportadas por ti por orden de Fang Yiming, te dejaré ir. Esto no tendrá nada que ver contigo”.

“Presidente Fang, creo que te has equivocado de persona”.

Incluso en este punto, Yuan Qingsong se negó a ceder. “Estas hierbas no son de Fang Yiming; son de otra persona. Por lo tanto, ni siquiera pienses en utilizarme para enfrentarte a Fang Yiming”.

Cuando Fang Yuchen escuchó esto, su cara se volvió fría como el hielo, y lo miró con odio.

Yuan Qingsong continuó: “Sé que tú y Yiming no se llevan bien, y tienes miedo de que te quite el puesto de presidente. Por eso esperas utilizarme para atacarlo. Es una pena que te hayas equivocado de persona”.

Fang Yuchen lo observó en silencio. Un momento después, sonrió de repente.

“Tío Yuan, te equivocas. No intentaba atacar a Fang Yiming; de hecho, es él quien ha estado atacándome todo el tiempo, maquinando cómo sacarme de esta oficina”.

Tiró la lista sobre el escritorio y suspiró. “Como no estás dispuesto a decir la verdad, solo puedo entregar esto a la policía”.

Luego llamó a Song Yao. “Llama a la policía y diles que tengo una pista importante para ellos”.

“Sí”.

Song Yao se apresuró a salir tan pronto como recibió sus instrucciones.

Yuan Qingsong bajó la cabeza, con los ojos desorbitados y los puños apretados por la ansiedad.

Sabía muy bien que Fang Yuchen no estaba haciendo una falsa amenaza. Realmente lo entregaría a la policía.

Yuan Qingsong entró en pánico. “Tú... debes dejarme ir ahora”.

“Te estoy protegiendo”. Fang Yuchen se giró y se dirigió a su silla. “Si te dejo ir ahora, Fang Yiming vendrá por tu cabeza cuando descubra que me lo has contado todo”.

“Soy su tío, no se atrevería”, dijo Yuan Qingsong.

“¿Eso crees?”. Fang Yuchen sonrió cínicamente. “Uno de los empleados de mi empresa está ahora mismo en un hospital. Estaba mejorando al principio, pero para mantenerlo inconsciente, Fang Yiming hizo que alguien lo envenenara. Ahora mismo sigue en mal estado y no sabemos si sobrevivirá”.

Yuan Qingsong sacudió la cabeza. “No es posible. Yiming nunca haría eso”.

Fang Yuchen no tenía forma de hacérselo creer. “En cualquier caso no puedes irte por ahora. Mi ayudante te buscará un lugar donde quedarte. Cuando las cosas terminen, te dejaré ir”.

“¡Esto es ilegal!”. Yuan Qingsong exclamó con severidad.

“Solo para protegerte”.

Fang Yuchen llamó una vez más a Song Yao y le dijo que hiciera los preparativos para Yuan Qingsong.

Cuando Song Yao condujo a Yuan Qingsong, que seguía protestando, fuera de la oficina, Fang Yuchen salió de ella para ir a casa.

Él acababa de aparcar su coche cuando regresaron Jiang Sese y Jin Fengchen.

Fang Yuchen salió del coche. Cuando vio a Jiang Sese salir del coche, preguntó con una sonrisa: “Sese, ¿ha sido divertida la fiesta de esta noche?”.

Jiang Sese se encogió de hombros. “Fue bastante aburrida. Pero, ¿por qué no estabas allí?”.

“Había algo en el trabajo”. Fang Yuchen miró al hombre que estaba detrás de ella. “Fengchen, ¿tienes tiempo más tarde?”

Jin Fengchen asintió. “Sí”.

“Estupendo. Tengo algo que decirte”.