Bebé adorable en la puerta: Mami, por favor firma romance Capítulo 1013

Jiang Sese sabía que iban a hablar de trabajo, así que captó la indirecta y volvió a su habitación.

Jin Fengchen y Fang Yuchen fueron al estudio.

En cuanto entraron, Fang Yuchen dijo: “Yuan Qingsong confesó que Fang Yiming le hizo exportar las hierbas medicinales”.

Jin Fengchen se sorprendió bastante. “¿Confesó tan fácilmente?”.

“Sí”. Fang Yuchen asintió. “A fin de cuentas, Yuan Qingsong es un hombre egoísta. Renunció a todo para preservarse a sí mismo”.

“¿Qué piensas hacer ahora?”, preguntó Jin Fengchen.

Fang Yuchen pensó durante un rato. “Me gustaría interrogar a Fang Yiming personalmente”.

“¿Serás capaz de hacerle admitir todo?”.

“No”.

Fang Yiming siempre había sido muy astuto desde joven, y era muy inteligente. Haría falta mucho esfuerzo para que confesara.

Esperando esta respuesta, Jin Fengchen sonrió imperceptiblemente. “¿Hemos atrapado a la persona que inyectó el veneno?”.

“No, pero la policía tiene una pista. Deberían poder atraparlo muy pronto”.

Jin Fengchen se lo pensó antes de decir: “Haz entonces lo que habías planeado y enfréntate directamente a Fang Yiming. Cuando llegue el momento, lo negará todo con vehemencia, pero no te preocupes. Podemos esperar a que la policía atrape al sospechoso y realizar otro interrogatorio”.

“¿Y si todavía se niega a confesar?”, preguntó Fang Yuchen.

“Entonces intervendré yo. La asociación con el Grupo SA de ese entonces fue creada por él. Creo que cuando llegue el momento, no podrá decir que las cosas no están relacionadas con él”.

A decir verdad, las cosas podrían haberse resuelto más rápido si él hubiera intervenido desde el principio.

Sin embargo, para desarrollar las habilidades de Fang Yuchen, optó por dejar que lo manejara él mismo.

Fang Yuchen asintió. “De acuerdo entonces. Le mostraré la grabación a Fang Yiming mañana”.

“Mantenme informado”. Jin Fengchen le dio una palmada en el hombro.

“De acuerdo”.

Jin Fengchen se dio la vuelta y salió del estudio, dejando a Fang Yuchen allí solo.

Cuando llegó a la habitación, Jiang Sese acababa de salir del baño. Al verlo entrar, le preguntó: “¿Terminaron?”.

“Sí”.

Jin Fengchen se acercó y con toda naturalidad le quitó la toalla de las manos para ayudarle a secarse el cabello.

“¿Era sobre las hierbas medicinales?”, preguntó una vez más.

“Sí”.

Otra respuesta de una sola palabra.

Jiang Sese se giró y lo miró con irritación. “¿Solo sabes decir 'sí'?”.

Jin Fengchen bajó la mano y sonrió. “¿Qué te gustaría escuchar?”.

“Me gustaría saber cómo avanza el asunto del incendio del almacén, y si tenemos suficientes pruebas para imputar a Fang Yiming por ello”.

“Tenemos pruebas, pero no son suficientes”.

Jiang Sese tenía curiosidad. “¿Qué quieres decir?”.

“Hemos encontrado a la persona que ayudó a exportar las hierbas, y ha confesado que fue Fang Yiming quien hizo el informe”.

“¿De verdad?”. Jiang Sese se emocionó.

“Fang Yiming nunca confesará”, dijo Jin Fengchen. “Negará apasionadamente cualquier relación con él”.

Los hombros de Jiang Sese se hundieron y suspiró. “Me emocione por gusto”.

Al verla tan decepcionada, Jin Fengchen no pudo evitar reírse. “De acuerdo, esto no es algo por lo que debas preocuparte. Yuchen se encargará de ello”.

“Por supuesto que confío en mi primo, pero cuanto más tarde esto, peor será”. A Jiang Sese le preocupaba que la junta directiva no le diera suficiente tiempo.

Para ese entonces, Fang Yiming definitivamente tratará de empeorar las cosas, y eso añadiría aún más problemas para Fang Yuchen.

“¿Acaso no me tiene a mí?”. Jin Fengchen siguió ayudándola a secarse el cabello. “Pronto intervendré para ayudarle”.

Podría ser...

Una sombra de sonrisa comenzó a crecer en el rostro de Fang Yuchen. Miró a Fang Yiming en silencio, observando cada uno de sus cambios de expresión.

“Así es. Las hierbas medicinales son todas de Yiming”.

En ese momento, Fang Yuchen apagó la grabación y miró atentamente el pálido rostro de Fang Yiming. “Primo, ¿puedes decirme de quién es esa voz?”.

Los ojos de Fang Yiming se desviaron. “No puedo”.

“¿Oh?”. Fang Yuchen arqueó las cejas. “¿No ha dicho que es tu tío?”.

Fang Yiming sonrió fríamente. “¿Es mi tío solo porque dice que lo es? ¿Quién sabe si has agarrado a un tipo cualquiera de la calle para hacer su papel?”.

Fang Yuchen esperaba que tratara de escabullirse.

Fang Yuchen dijo con calma: “Primo, si no admites que es tu tío, ¿por qué no hago que Song Yao lo traiga para ver si lo reconoces?”.

“Está en el extranjero...”.

Fang Yiming se sintió de repente muy preocupado en cuanto dijo esas palabras. Realmente quería abofetearse a sí mismo.

¿No acababa de admitirlo?

Fang Yuchen sonrió. “Primo, parece que sabes que está en el extranjero. Sin embargo, Song Yao lo trajo ayer”.

El rostro de Fang Yiming estaba tenso, y él no pronunció ninguna palabra.

“¿Te gustaría ver entonces, para ver si lo conoces?”, preguntó Fang Yuchen.

Fang Yiming apretó los puños, con el rostro oscuro como un trueno.

Un momento después, habló: “Yuchen, ¿de qué estás hablando? Deberías saber que ninguna hierba medicinal puede salir del almacén sin tu permiso. ¿Cómo es posible que esas hierbas sean mías?”.

Fang Yuchen asintió. “Tienes razón, ese es el caso. Sin embargo, si sobornaras al trabajador del almacén, no sería imposible conseguir esas hierbas”.

“¿De qué estás hablando?”. Fang Yiming rugió de rabia. “¿A quién he sobornado? ¡Deja de decir tonterías!”.