Bebé adorable en la puerta: Mami, por favor firma romance Capítulo 1015

La melodiosa música de piano llenaba el restaurante.

Shangguan Yuan levantó la vista. Sus ojos se posaron en Jiang Sese, que comía tranquilamente frente a ella con una expresión pensativa.

Jiang Sese dejó los cubiertos, cogió la servilleta y se limpió suavemente la comisura de los labios. Levantó la cabeza y se encontró con la mirada de Shangguan Yuan.

Sonrió y preguntó: “¿Qué pasa?”.

Shangguan Yuan recuperó el sentido común, sonrió y sacudió la cabeza. “No es nada. Solo me alegra verte comer”.

Jiang Sese miró la comida en su plato y asintió. “Sabe bastante bien. Sin embargo, parece que no tienes apetito”.

En marcado contraste con su plato de comida, la comida del plato de Shangguan Yuan estaba casi intacta.

“No tengo mucho apetito”, sonrió Shangguan Yuan amargamente.

Jiang Sese se preocupó y preguntó: “¿Pasa algo?”.

Shangguan Yuan permaneció en silencio durante mucho tiempo antes de decir lentamente: “Hay alguien que me gusta”.

Al oír esto, los ojos de Jiang Sese se abrieron de par en par con sorpresa. “¿Quién es?”.

¿Era su primo?

“Es alguien que no conoces”.

Shangguan Yuan tomó un sorbo de agua y cambió casualmente de tema: “¿Cómo se conocieron el Presidente Jin y tú? ¿Te importaría compartirlo?”.

Jiang Sese reflexionó seriamente por un momento sobre cómo se conocieron ella y Jin Fengchen y no pudo evitar reírse. “No hay mucho que decir. El destino simplemente nos unió”.

Shangguan Yuan sonrió. “Entonces, realmente debe ser el destino. Si no, con su estatus, podría ser difícil que lo conocieras en ese momento”.

Jiang Sese no pensó demasiado en lo que decía, solo que tenía razón. “Es cierto”.

Después de todo, en ese entonces no se le pasó por la cabeza que pudiera conocer a Jin Fengchen, y mucho menos enamorarse de él.

Shangguan Yuan perdió de repente el interés. Se limpió la boca con una servilleta y preguntó: “¿Has terminado de comer?”.

Jiang Sese estaba comiendo el resto de su filete. Al oír la pregunta, la miró: “Casi”.

Una pizca de disgusto apareció rápidamente en los ojos de Shangguan Yuan mientras decía fríamente: “Entonces pediré la cuenta. Continúa tú”.

Al verla levantarse y caminar hacia el cajero, Jiang Sese se apresuró a meterse en la boca el resto de la comida, se levantó y corrió tras ella.

“Permíteme”.

Tiró de Shangguan Yuan hacia atrás y entregó primero su tarjeta de crédito a la cajera.

Shangguan Yuan frunció el ceño. “¿No dije que te invitaría?”.

Jiang Sese sonrió. “Tú nos invitaste la comida la última vez, déjame invitarte esta vez”.

Shangguan Yuan sacudió la cabeza sin poder evitarlo. “De acuerdo entonces. Te va a costar”.

Después de pagar la cuenta, las dos volvieron a sus asientos.

Shangguan Yuan recogió su bolso y preguntó con una sonrisa: “¿Quieres que te lleve a casa?”.

“No hace falta, Fengchen vendrá a buscarme”.

Jiang Sese se agachó ligeramente para recoger su bolso y no notó el atisbo de celos en los ojos de Shangguan Yuan.

Las dos se quedaron juntas en la entrada del restaurante. Jiang Sese se giró y dijo: “Solo estoy esperando a Fengchen, puedes irte si quieres”.

“Está bien, esperaré contigo”.

Shangguan Yuan miró a su alrededor y la condujo bajo un árbol al lado del camino. “Vamos a esperar aquí”.

Jiang Sese al principio quiso negarse, pero al ver el entusiasmo de Shangguan Yuan, le siguió la corriente.

Jiang Sese frunció los labios y sonrió: “Yuanyuan, no sé por qué dices todo esto hoy de repente. Espero que sea solo por mi bien, y no por ninguna otra razón”.

Shangguan Yuan no sabía qué le pasaba. Simplemente soltó todo lo que tenía en mente.

“Sese, lo que digo es que la carrera de un hombre es lo más importante. Como mujeres, no podemos depender de los hombres para todo”. Shangguan Yuan trató de remediar la situación.

“Entiendo lo que quieres decir, pero el tono de tu voz me hace sentir muy incómoda”.

Se sentía como si hubiera cometido un crimen atroz.

Shangguan Yuan mostró una cara de disculpa. “Lo siento, ha sido culpa mía. No debería haberte hablado así”.

Se había disculpado; Jiang Sese no era alguien que guardaba rencor.

Jiang Sese sonrió. “Bueno, ya no estoy enfadada. De hecho, yo también me pregunto a veces si he causado muchos problemas a Fengchen. Tienes razón. Prestaré atención a esto en el futuro”.

“Sese, no quise decir eso...”.

Shangguan Yuan aún quería explicarse, pero Jiang Sese la interrumpió: “No hablemos más de ello”.

Shangguan Yuan solo pudo suspirar. Todavía se sentía muy molesta.

Tenía que tomar nota de no decir cosas así en el futuro, no fuera que revelara sus verdaderos pensamientos.

Un rato después, llegó Jin Fengchen.

“Yuanyuan, ya me voy. Adiós”.

Jiang Sese subió al coche mientras Shangguan Yuan la observaba.

Shangguan Yuan se quedó parada al lado de la carretera y miró a Jiang Sese mientras subía al coche. Jin Fengchen apartó suavemente el cabello que el viento le había revuelto de la cara a Jiang Sese, mientras ésta sonreía dulcemente.

No se dio cuenta de que tenía los puños apretados con fuerza. No sentía nada mientras sus uñas se clavaban profundamente en las palmas de las manos.