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Después de que Jiang Sese se durmiera, Jin Fengchen salió de la habitación sin hacer ruido.
Entró en la sala de estudio, donde Fang Yuchen seguía trabajando en el escritorio.
Fang Yuchen levantó la cabeza cuando escuchó el sonido de la puerta abriéndose, vio quién era y se levantó rápidamente. “Fengchen, ¿por qué sigues despierto?”.
Jin Fengchen se acercó y preguntó en voz baja: “¿Qué novedades hay sobre la situación del Grupo Fang?”.
Al oír esto, Fang Yuchen se sintió un poco frustrado. “La policía no ha detenido a nadie”.
El plazo de una semana se acercaba rápidamente, y si no habían atrapado al culpable, realmente tendría que entregar el Grupo Fang cuando llegara el momento.
Se sintió enfadado al pensar en la cara arrogante de Fang Yiming.
Al ver su expresión de enfado, Jin Fengchen dijo con calma: “Me reuniré personalmente con Fang Yiming”.
Fang Yuchen abrió los ojos con sorpresa: “¿Qué vas a hacer?”.
“Tengo algo que preguntarle. No te preocupes, no dejaré que entregues el Grupo Fang”.
Fang Yuchen sonrió. “Confío en ti”.
Jin Fengchen le miró. Sus finos labios se separaron: “Quiero que la policía suspenda la investigación”.
Fang Yuchen pensó que había escuchado mal: “¿Qué? ¿Suspender la investigación? ¿Estás bromeando?”.
“Has visto el estado de Sese. Todavía necesito la ayuda de Fang Yiming”.
Esto implicaba que no podían tocar a Fang Yiming por el momento.
Fang Yuchen no podía entender. “¿Qué tiene que ver la condición de Sese con Fang Yiming?”.
“El Grupo SA tiene una muestra del patógeno del cuerpo de Sese”.
Fang Yuchen estaba sorprendido. “¿Cómo es posible?”.
“Ahora entiendes por qué estoy haciendo esto”.
“Haré que la policía suspenda la investigación. Si necesitas mi ayuda, házmelo saber”. Fang Yuchen comprendió lo que había que priorizar e inmediatamente expuso su posición.
Él sabía muy bien que mantener el control del Grupo Fang no era tan importante como Sese.
Esto era de vida o muerte.
Después de aceptarla en la familia Fang, él no podía dejar que le pasara algo. De lo contrario, no sería capaz de explicárselo a su Abuelo cuando se despertara.
“Gracias”.
Jin Fengchen rara vez daba las gracias a los demás, pero cuando lo hacía, era extremadamente sincero.
“No hay necesidad de ser formal. Somos familia”.
Fang Yuchen no sabía de qué otra manera consolarle. “Seguro que Sese mejorará”.
Jin Fengchen asintió ligeramente. “Así es”.
A continuación, se dio la vuelta y se marchó.
Fang Yuchen no pudo evitar suspirar cuando la puerta se cerró.
Deseaba que Sese pudiera realmente curarse.
...
Al día siguiente, a Jiang Sese se le prohibió visitar a Fang Xueman y al Viejo Fang en el hospital.
“Será mejor que te quedes en casa y descanses. Yo iré por mi cuenta”, dijo Shang Ying mientras empaquetaba algo de comida para llevársela a Fang Xueman.
“Tía Menor, estoy bien”, dijo Jiang Sese. No quería quedarse en casa aburrida todo el día.
Shang Ying fingió mirarla. “No es no. No puedo permitir que te desmayes en el hospital. Asustarás a tu madre y harás que se desmaye también”.
Esto aplacó las ganas de Jiang Sese de dirigirse al hospital.
Shang Ying recordó de repente algo. “Yuchen llevó a los dos niños a la oficina. Le pidió especialmente a su secretario que los cuidara, así que no te preocupes”.
Jiang Sese frunció el ceño. “¿Afectará esto su trabajo?”.
“No, no te preocupes”.
Shang Ying recogió la comida empaquetada y le sonrió cariñosamente a Jiang Sese: “Me voy al hospital. Termina de desayunar y luego sube a descansar. Llámame si pasa algo, ¿entendido?”.
Jiang Sese asintió. “De acuerdo”.
“Adiós”.
“Que tengas un buen viaje”.
Ella vio como Shang Ying salía del comedor. Jiang Sese volvió a centrar su atención en el desayuno colocado delante de ella y la sonrisa de su rostro se desvaneció lentamente.
Fengchen se había ido temprano esa mañana y no sabía a dónde había ido.
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