Bebé adorable en la puerta: Mami, por favor firma romance Capítulo 1024

Shangguan Yuan dejó lentamente su celular y frunció el ceño. Tenía el mal presentimiento de que algo andaba mal con Jiang Sese.

Recordando las preguntas de Jiang Sese, sintió que Jiang Sese sabía algo.

Después de muchas deliberaciones, seguía estando intranquila.

Decidió hacer una visita a la casa de los Fang. Tal vez podría averiguar algo cara a cara.

Dio la vuelta al coche y condujo en dirección a la vieja casa Fang.

Después de colgar la llamada, Jiang Sese se sintió muy irritada.

Se acostó en la cama y se enterró bajo la manta intentando calmarse de esta manera.

Sin saberlo, se quedó dormida.

No fue hasta que llamaron a la puerta cuando se despertó y se sentó en la cama con dificultad.

Se frotó las sienes y esperó a que se le pasara el mareo. Entonces se giró hacia la puerta y preguntó: “¿Quién es?”.

“Señora Sese, soy yo”.

Era el ama de llaves.

“¿Qué pasa?”.

“Tiene una invitada”.

Jiang Sese frunció el ceño. ¿Una invitada?

No conocía a nadie en la Capital; ¿cómo podía haber alguien allí para verla?

¿Era alguien de la Ciudad Jin?

Se apresuró a levantar la manta y salir de la cama, se puso las pantuflas y salió mientras se peinaba el cabello.

Cuando bajó las escaleras y vio a Shangguan Yuan sentada en la sala, sintió como si le hubieran echado un cubo de agua helada. La sensación de alegría se desvaneció al instante.

Shangguan Yuan se levantó y la miró con una sonrisa. “Sese”.

Jiang Sese frunció los labios, se acercó lentamente, apenas forzó una sonrisa y preguntó: “¿Por qué estás aquí?”.

“He venido a ver cómo te va. Temía que me estuvieras mintiendo”.

Shangguan Yuan se adelantó y la arrastró hasta el sofá cariñosamente, examinando cuidadosamente su complexión mientras su sonrisa se ampliaba. “Tienes buen aspecto. Probablemente no era una mentira”.

Jiang Sese se apartó sutilmente. “¿Por qué iba a mentirte? Dije que estaba bien”.

“Te vi desmayarte con mis propios ojos. Casi me matas del susto”.

Al oír esto, Jiang Sese sonrió a modo de disculpa. “Siento haberte asustado”.

Shangguan Yuan frunció el ceño con incredulidad. “¿Por qué te disculpas? No te estoy culpando, solo estoy describiendo lo que sentí en ese momento”.

Jiang Sese sonrió pero no dijo nada.

Shangguan Yuan levantó las cejas y preguntó: “Sese, ¿hay algún malentendido entre nosotras?”.

“No”. Jiang Sese sacudió la cabeza.

“Entonces por qué siento que actúas con frialdad hacia mí. Estás actuando diferente”.

La mirada de Shangguan Yuan se clavó fuertemente en ella, por miedo a que se le escapara el más mínimo cambio en las expresiones de Jiang Sese.

Jiang Sese actuó como si estuviera desconcertada. “¿Qué? No, para nada”.

“¿Entonces por qué has colgado tan bruscamente?”, preguntó Shangguan Yuan.

Jiang Sese frunció el ceño y dijo con indiferencia: “Yo... solo estaba cansada y quería descansar. Pensé que te parecía bien, así que colgué”.

No pudo evitar sonreír en ese momento. “Creo que eres tú la que ha entendido mal”.

Parecía que todo era normal cuando se reía.

Shangguan Yuan no pudo evitar contemplar si realmente lo estaba pensando demasiado.

Al ver que ella no respondía, Jiang Sese dijo suavemente: “¿Yuanyuan?”.

Shangguan Yuan volvió a sus cabales, y sus ojos claros mostraron un poco de culpabilidad.

“No lo he entendido mal”, negó Shangguan Yuan.