Bebé adorable en la puerta: Mami, por favor firma romance Capítulo 1129

Las cejas del médico se fruncían periódicamente mientras examinaba al Viejo. El corazón de Jiang Sese se aceleró mientras lo observaba.

“¿Cómo está, doctor?”, preguntó Jiang Sese en cuanto el médico terminó sus exámenes.

“El anciano va bien”.

Jiang Sese dio un suspiro de alivio. “Eso es bueno”.

Al ver que parecía muy ansiosa, el médico sonrió. “No tiene que preocuparse. Se está recuperando muy bien, solo que aún no ha recuperado la conciencia”.

“Entonces, ¿cuándo despertará?”, preguntó Jiang Sese.

“Le he dicho que le hable a menudo para estimular su cerebro y se despertará pronto”.

Jiang Sese asintió. “Yo sé. Mi abuelo ya puede mover ocasionalmente los dedos e incluso puede derramar lágrimas, pero no hay señales de que recupere la conciencia”.

“No se pueden precipitar estas cosas. Tú y tu familia deben ser pacientes”.

Jiang Sese sonrió avergonzada. “Solo estamos muy ansiosos y esperamos que mi abuelo pueda recuperar la conciencia lo antes posible”.

El médico sonrió. “Entiendo sus sentimientos, pero solo tienen que ser pacientes”.

“Entiendo”.

Después de que el médico se marchara, Jiang Sese ayudó a arropar al anciano, luego se inclinó y le susurró al oído: “Abuelo, por favor, despierta pronto. Xiaobao y Tiantian te echan mucho de menos”.

Se quedó mirando al anciano durante un buen rato antes de darse la vuelta y salir.

Cuando cerró la puerta, el anciano en la cama abrió de repente los ojos, pero los volvió a cerrar al segundo siguiente como si no hubiera pasado nada.

...

Catalina fue a buscar a Bo Gelian, pero le dijeron que se había ido a Ciudad Jin.

¿Ciudad Jin?

Jiang Sese estaba en Ciudad Jin.

¿Podría ser que el señor Bo Gelian...?

Ella no pensó más en eso y se dirigió rápidamente a buscar a Fu Jingyun.

Fu Jingyun frunció el ceño cuando abrió la puerta y la vio. “¿Hay alguna novedad?”.

“No. Quiero decir, sí...”. En un principio, Catalina quiso decirle que Bo Gelian podría haber ido a buscar a Jiang Sese.

Sin embargo, dudó en el último momento.

Si ella le decía esto, él definitivamente pensaría en maneras de tratar de ayudar a esa mujer.

Eso no le serviría.

Ella no podía dejar que se involucrara más con esa mujer.

“¿Qué pasa?”, volvió a preguntar Fu Jingyun cuando vio que ella hacía una pausa a mitad de camino.

Catalina levantó las cejas y dijo: “Solo quiero decirte que el Señor Bo Gelian está en un viaje de negocios y no está en Italia por el momento”.

“¿En un viaje de negocios? Qué mal momento”. Las cejas de Fu Jingyun se fruncieron más.

“No soy ni su secretaria ni su asistente personal. No conozco su agenda”.

Si Bo Gelian ni siquiera estaba en Italia, ¿cómo podía obtener los registros de vuelo que necesitaba?

Él pensó durante un rato y preguntó: “¿Hay alguna otra forma de conseguir los registros de vuelo de Shangguan Yuan?”.

Catalina lo meditó durante un largo rato antes de decir: “Encontraré la manera”.

Fu Jingyun asintió. “Está bien, entonces tendré que molestarte”.

Catalina sonrió suavemente. “No es nada. Solo espero que recuerdes lo que me prometiste”.

“No te preocupes, lo recuerdo”.

Tras recibir una respuesta afirmativa, Catalina se marchó satisfecha.

Como temporalmente no pudo obtener los registros de vuelo de Shangguan Yuan, Fu Jingyun llamó para informar a He Shuhan sobre ello.

“Lo siento, no los pude ayudar”.

Al escuchar su disculpa, He Shuhan se apresuró a decir: “Señor Fu, no tiene que disculparse. Este era originalmente nuestro problema”.