Bebé adorable en la puerta: Mami, por favor firma romance Capítulo 1181

Shang Ying se volvió y miró fijamente a Jiang Sese en silencio.

Jiang Sese se sintió incómoda al ser observada, y apenas pudo forzar una sonrisa: “Tía, ¿por qué me miras así?”.

“Sese”, habló finalmente Shang Ying.

“¿Sí?”.

“¿Podrías mantener tus ideas personales bajo control?”, preguntó Shang Ying.

Jiang Sese estaba un poco desconcertada y preguntó sin comprender: “¿Qué ideas?”.

“¿Tenías la intención de emparejar a tu primo con Liang Xinwei?”.

Jiang Sese frunció los labios sin responder.

Es cierto que tuvo esa idea, pero ya no. Después de todo, su primo ya le respondió. Ahora no tendría sentido que siguiera con la idea de juntarlo con Weiwei.

Shang Ying suspiró: “Te lo dije, quiero que Yuchen encuentre una esposa que le ayude en su carrera y no una viuda arrastrando a un niño”.

¿Una viuda arrastrando a un niño?

Parecía que su Tía Menor tenía un gran malentendido sobre Weiwei.

Jiang Sese consideró necesario aclarar las cosas, pero Shang Ying la detuvo antes de que pudiera hablar.

“Muy bien, tampoco hace falta que hables por Liang Xinwei. Igual no aceptaré que Yuchen tenga una relación con ella”.

Jiang Sese sonrió exasperada: “Tía Menor, las cosas ni siquiera han empezado a tomar forma, ¿por qué lo rechazas de plano?”.

“Solo me estoy preparando por si acaso, ¿entiendes?”.

Jiang Sese se estremeció: “Tía Menor, realmente estás pensando mucho las cosas. Yuchen ha dicho claramente que él y Weiwei son solo amigos, así que no te preocupes”.

“Estas cosas son impredecibles”. Por lo que escuchó de la conversación entre su hijo y Sese, Shang Ying se sintió un poco inquieta. Temía que a su hijo le gustara realmente esa chica, Liang Xinwei.

Jiang Sese se rio a carcajadas: “Tía, no lo pienses tanto, es mejor que Yuchen decida sus propios asuntos”.

Además, ¿cómo podría alguien entrometerse en el amor basándose en unas pocas palabras?

...

El día que Jiang Sese regresó a la Ciudad Jin, Fu Jingyun volvió a Italia.

Fue a ver a Catalina.

Pero ella no estaba feliz de verlo.

“Pensé que te habías olvidado de mí”. Catalina cruzó sus brazos sobre su pecho y miró fría y burlonamente al hombre que estaba frente a ella.

Le había pedido que fuera a averiguar la información del registro de vuelo de Bo Gelian, pero se había ido en secreto a la Capital.

Ni siquiera le dejó una pista.

Este incidente le había dejado claro que Jiang Sese siempre sería lo más importante para él.

En cuanto a ella.

En el mejor de los casos, ella era solo una herramienta para ser utilizada.

Al pensar en esto, su corazón se irritó y su expresión se volvió aún más fría.

Fu Jingyun ignoró sus palabras y preguntó: “¿Alguna novedad sobre la situación del Profesor Curry?”.

El corazón de Catalina se hundió mientras sonreía burlonamente: “Fu Jingyun, ¿no merezco siquiera unas palabras de preocupación?”.

“Fuiste a la Capital en secreto, y luego me exiges información sobre el Profesor Curry en cuanto regresas. ¿Eres tan despiadado?”.

Fu Jingyun frunció el ceño: “Catalina, solo somos amigos, podemos ahorrarnos las formalidades”.

“¿Amigos?”. Catalina sonrió sarcásticamente, sus ojos se volvieron más oscuros mientras lo fulminaba con la mirada: “Para ti, ni siquiera soy una amiga”.

Fu Jingyun permaneció en silencio.

Catalina respiró profundamente: “Todo el tiempo, solo pensaste en utilizar a esta supuesta amiga tuya. Fu Jingyun, me das asco”.

Ella no debió haber tenido ninguna expectativa injustificada en él. Así, no tendría que sufrir de esta decepción.

El silencio se extendió lentamente entre los dos. El ambiente descendió a profundidades heladas.

Después de un largo rato, Fu Jingyun dijo lentamente: “Lo siento”.

Catalina siempre había sido fuerte y no derramaba lágrimas fácilmente, sin embargo, cuando le oyó decir que lo sentía, sus ojos se pusieron rojos de decepción.

Rápidamente levantó la cabeza y se obligó a contener las lágrimas.

“Fu Jingyun, no creas que al decir eso te contaré lo que sé sobre el Profesor Curry”, dijo Catalina con frialdad.

Se sorprendió y frenó rápidamente, y luego miró hacia arriba.

Era Catalina.

¿Intentaba matarse?

Fu Jingyun salió del coche y le gritó con rabia: “¿Estás loca? Si no me hubiera dado cuenta, ¡te habrían atropellado!”.

Catalina bajó la mano, se giró y lo miró con resentimiento: “¿Qué necesitas?”.

Fu Jingyun frunció el ceño: “¿Qué?”.

Catalina se acercó a él y lo miró fijamente: “¿Piensas cortar todo contacto conmigo desde ahora?”.

“Catalina, trabajas para Bo Gelian. No es bueno que nos vean juntos”, dijo Fu Jingyun. “No quiero causarte más problemas”.

“¿Intentas dejarme libre para poder atraparme con más fuerza?”, preguntó Catalina.

Fu Jingyun se rio: “¿Cuándo aprendiste esa frase?”.

“Eso no es de tu incumbencia, solo quiero que me respondas. Sí o no”.

Fu Jingyun metió las manos en los bolsillos del pantalón y levantó las cejas: “No”.

“¡Fu Jingyun!”. Catalina estaba furiosa.

¿Realmente quería terminar su relación?

La expresión de Fu Jingyun era débil y ella no podía saber lo que tenía en mente.

Catalina respiró profundamente: “Está bien. Te ayudaré. Te ayudaré a conseguir la investigación de Curry”.

Una imperceptible emoción brilló en los ojos de Fu Jingyun mientras decía: “No te obligues”.

“No es ninguna molestia. Espera mis noticias”.

Catalina le echó una larga mirada y luego se dio la vuelta para marcharse.

Viendo como se alejaba, una mirada de disculpa apareció en los ojos de Fu Jingyun.

Aunque se aprovechaba de la buena voluntad de Catalina, lo hacía por el bien de Sese.