Bebé adorable en la puerta: Mami, por favor firma romance Capítulo 1205

Liang Xinwei había acompañado a Ye Chenyun por la Capital, y habían ido a casi todos los lugares famosos de la ciudad.

“Weiwei, muchas gracias por lo de hoy”.

Ye Chenyun trajo a Liang Xinwei a su casa. El coche estaba aparcado frente a la entrada del barrio. Inmediatamente se giró para dar las gracias a Liang Xinwei.

Liang Xinwei simplemente sonrió débilmente: “No te preocupes”.

Nada más decir eso, abrió la puerta del coche para salir.

“Weiwei”. Ye Chenyun la agarró por la muñeca de repente.

Liang Xinwei miró hacia atrás, desconcertada. “¿Hay algo más?”.

“Weiwei, sé que sabes de mi relación con tu hermana...”. Ye Chenyun hizo una pausa, con una expresión de duda en su rostro, como si tuviera algo que no pudiera decir.

“Hermano Mayor Ye, dime lo que tengas que decir”.

Ye Chenyun la miró a los ojos claros, con el corazón lleno de emoción.

No debería haber accedido a la petición de Ye Xiaoyi de que persiguiera a Weiwei. Solo trataba a Weiwei como un hermano trataría a una hermana pequeña, y nunca como un hombre lo haría con una mujer.

Si quisiera perseguirla, se sentiría como si le estuviera mintiendo o jugando con ella.

Al ver que seguía sin hablar, Liang Xinwei no pudo evitar reírse. “Hermano Mayor Ye, ¿por qué te resulta tan difícil hablar?”.

Ye Chenyun luchó consigo mismo por un momento antes de hablar finalmente: “Weiwei, quiero cuidar de ti en nombre de tu hermana”.

“¿Eh?”. Liang Xinwei no entendió lo que quería decir.

“Tu hermana ya no está aquí, y es muy duro criar a un niño sola. Estoy dispuesto en ayudarte”.

Liang Xinwei comprendió en cuanto dijo eso. “Si no te escuche mal, ¿quieres que esté contigo?”.

Ye Chenyun asintió, “Sí, ¿aceptarías?”.

Su expresión era un poco cautelosa, y Liang Xinwei sonrió: “Hermano Mayor Ye, gracias por tu amabilidad, pero ahora mismo no me interesa el amor”.

No le menciono que ya había alguien en su corazón.

Después de oírla decir eso, Ye Chenyun se sintió instantáneamente mucho más relajado. Se giró y miró al frente mientras reía.

Liang Xinwei estaba un poco preocupada cuando se rio: “Hermano Mayor Ye, ¿estás bien?”.

“Estoy bien”. Ye Chenyun se giró, sus ojos brillaban mientras le sonreía cariñosamente: “Seguiré cuidando bien de ti en nombre de tu hermana, pero será como un hermano mayor”.

Criando a un niño sola durante estos últimos años, había sufrido mucho.

De repente, alguien se ofreció a cuidar de ella, las emociones se hincharon en su corazón. A Liang Xinwei le dolía la punta de la nariz y se apresuró a apartar la mirada y sonreír: “Gracias, Hermano Mayor Ye”.

“No tienes que ser tan formal conmigo”. Ye Chenyun le acarició el pelo. “Vete a casa entonces, es muy tarde”.

Liang Xinwei moqueó, “Bien, que tengas un buen viaje”.

“Sí”.

Ye Chenyun la observó salir del coche, y luego entrar en el barrio, antes de marcharse.

No se dio cuenta de que había otro coche estacionado en la distancia. Fang Yuchen los miraba fijamente.

Fang Yuchen fue a buscar a Liang Xinwei para pedirle ayuda para que se tomara un tiempo y estuviera con Jiang Sese en los próximos dos días para evitar que fuera al aeropuerto por su cuenta a enfrentarse a Shangguan Yuan.

Sin embargo, él no pensó que vería esto.

Siempre había pensado que Liang Xinwei estaba bastante unida a Gu Nian, y no esperaba que hubiera alguien más.

Además, parecían ser bastante cariñosos el uno con el otro.

¿Era su novio?

Si fuera así, ¿por qué andaba tanto con Gu Nian, hasta el punto de dejarlo entrar en su casa a altas horas de la noche?

¿Vio a la persona equivocada?

Tal vez era una mujer que no conocía su lugar, y le gustaba ser ambigua con los hombres, jugar con ellos.

Cuando pensó en eso, la irritación llenó su corazón, y tal vez incluso un poco de ira.

No.

Necesitaba llegar al fondo de esto.

...

Liang Xinwei fue primero a recoger un paquete antes de caminar lentamente hacia el bloque en el que vivía.

Acababa de entrar en el vestíbulo cuando alguien la agarró de repente por la muñeca.

Dio un grito de sorpresa y se giró para mirar. No pudo evitar sonreír cuando vio el rostro familiar y apuesto.

“Hermano Mayor Fang, ¿qué haces aquí?”.