Bebé adorable en la puerta: Mami, por favor firma romance Capítulo 1206

Al día siguiente, Jiang Sese se levantó al amanecer.

Fang Yuchen acababa de llegar a casa después de su ejercicio matutino. Se sorprendió al verla levantada: “¿Por qué te levantaste tan temprano?”.

“Quiero ir al aeropuerto y estar pendiente”.

En caso de que las personas que vigilaban el aeropuerto tuvieran un lapso de concentración y permitieran que Shangguan Yuan se escapara con éxito, causaría muchos problemas.

Tenía que ir y comprobarlo por sí misma.

“Sese, no confías en mí”. Fang Yuchen tenía una expresión exasperada en su rostro.

Jiang Sese sacudió la cabeza: “Yuchen, no es eso. Es que... extraño demasiado a Fengchen”.

“Sese, sé que extrañas a Fengchen, pero si vas al lugar de los hechos y ocurre algún tipo de altercado, la atención de todo el mundo se dividirá ya que necesitan protegerte, ¿entiendes?”.

“Esperaré tranquilamente en el coche”.

Sin importar lo que Fang Yuchen dijera, Jiang Sese insistía en ir al aeropuerto.

Impotente, Fang Yuchen solo pudo aceptar. “Bien, me encargaré de que haya unas cuantas manos extra para mantenerte a salvo”.

“Gracias, primo”. Jiang Sese estaba muy agradecido.

“Cuídate, ese es el mejor agradecimiento que puedes darme”. Fang Yuchen le acarició el pelo, y luego se apresuró a subir.

Aunque había aparentado estar de acuerdo con Jiang Sese, en realidad no tenía intención de dejarla ir al aeropuerto.

En cuanto llegó a su habitación, llamó inmediatamente a Liang Xinwei.

En cuanto la llamada se conectó, dijo inmediatamente: “Weiwei, ¿puedo molestarte para que llames a Sese ahora, le digas que estás de mal humor, y que quieres que te acompañe?”.

“¿Pasó algo?”, preguntó Liang Xinwei preocupada al oír la urgencia en su voz.

“No puedo decirte ahora, iré a verte después de estos dos días para explicártelo”.

Liang Xinwei no pudo hacer más preguntas desde que dijo eso. “De acuerdo, la llamaré ahora”.

En cuanto colgó, llamó a Jiang Sese.

En el tiempo que tardó en conectarse la llamada, Liang Xinwei pensó en una forma de expresar su mal humor.

“Weiwei”.

La repentina voz hizo saltar a Liang Xinwei. En ese momento se dio cuenta de que la llamada estaba conectada, y se apresuró a decir: “Hermana Sese”.

“¿Pasó algo? Me llamas muy temprano”.

Liang Xinwei guardó silencio durante unos segundos antes de volver a hablar: “Hermana Sese, ¿hoy estás libre?”.

“Puede que no, ¿qué pasa?”. Jiang Sese tenía una tostada en la boca mientras respondía a Liang Xinwei mientras masticaba.

“Yo... me paso algo. Estoy de muy mal humor, me gustaría hablar contigo”.

Para parecer más creíble, Liang Xinwei bajó intencionadamente la voz.

“¿Qué pasa?”. Preguntó inmediatamente Jiang Sese, preocupada.

“Me gustaría contártelo en persona”.

Jiang Sese dudó.

Había planeado ir al aeropuerto hoy, pero no podía abandonar a Weiwei sin más.

Dada la personalidad de Weiwei, no la molestaría a menos que le hubiera ocurrido algo.

Tras un momento de reflexión, Jiang Sese decidió acompañar a Liang Xinwei.

Era tal y como dijo Yuchen, si iba al aeropuerto, podría ser una distracción.

“Weiwei, iré a verte después del desayuno”.

Debido a su momento de silencio, Liang Xinwei pensó que no aceptaría. De hecho, se sorprendió al escuchar su respuesta.

Al mismo tiempo, se sintió un poco avergonzada.

Al fin y al cabo, le estaba mintiendo.

“De acuerdo, te esperaré”.

Liang Xinwei no se atrevió a decir nada más y colgó.

Dejó escapar un largo suspiro y murmuró: “Hermana Sese, lo siento. No es mi intención mentirte”.

Esperaba que el Hermano Mayor Fang tuviera una buena razón para hacerlo.

Si no, realmente no sería capaz de mirar a la Hermana Sese en la cara.

...

Fang Yuchen se cambió y bajó las escaleras para ver a Jiang Sese desayunando. Le dijo: “Te llevaré al aeropuerto en un minuto”.

En cuanto Fang Yuchen se marchó anoche, había llamado a su gerente para pedirle dos días de permiso.

Su jefe aceptó con mucho gusto, e incluso le dijo que se tomara más días si dos no eran suficientes.

Ella se negó.

Desde que empezó a trabajar en el restaurante, la gerente la había cuidado muy bien, pero no podía abusar de esa amabilidad.

Sobre todo porque el restaurante había estado muy ocupado últimamente.

Si no fuera para ayudar a Fang Yuchen, ni siquiera solicitaría el permiso.

Cargó la ropa en la lavadora y acababa de echar el detergente cuando sonó el timbre.

Se apresuró a dejar el detergente y corrió a abrir la puerta.

En cuanto se abrió la puerta, vio a Jiang Sese sonriéndole.

“¿Hermana Sese?”.

Jiang Sese la miró y vio el delantal que llevaba. Frunció ligeramente el ceño y preguntó preocupada: “¿Estás bien?”.

“Estoy bien. Entra”.

Jiang Sese entró y miró a su alrededor. Ella preguntó: “¿Anan está en la escuela?”.

Liang Xinwei se quitó el delantal y respondió: “Sí, acabo de dejarlo allá”.

“Hermana Sese, toma asiento en la sala. Te prepararé un té”.

Jiang Sese se volvió para mirarla y dijo: “De acuerdo”, con una sonrisa. Se acercó y tomó asiento en el sofá.

Liang Xinwei se apresuró a ir a la cocina y respiró profundamente para calmar el nerviosismo de su corazón.

Ante la preocupación de Jiang Sese, se sentía realmente culpable.

Esperaba no revelar su mano más tarde.

“Hermana Sese, toma un poco de té”.

Liang Xinwei colocó la taza en la mesa de café, antes de sentarse frente a Jiang Sese. Bajó la cabeza y se retorció las manos con ansiedad.

Jiang Sese ladeó la cabeza y la miró al ver esto. Sus labios rojos se curvaron: “¿Qué pasó?”.