Bebé adorable en la puerta: Mami, por favor firma romance Capítulo 1240

Jiang Sese volvió a la habitación y se sentó en el borde de la cama. Al recordar lo ocurrido hace un momento, dejó escapar un largo suspiro de alivio.

Afortunadamente, había superado aquella experiencia deprimente sin más contratiempos.

Si la echaban de la residencia de los Shangguan, le sería muy difícil volver a ver a Fengchen.

Sin embargo, ¿cómo había provocado a Shangguan Yuan hasta el punto de idear una forma de echarla?

Después de muchas deliberaciones, aún no podía entenderlo. Solo podía imaginar que a Shangguan Yuan no le gustaba su apariencia.

Al ver que Jiang Sese se comprometía y volvía a su habitación, Shangguan Yuan seguía reacia, pero no dijo nada. Justo cuando quería subir las escaleras, fue retenida por Shangguan Qian.

“Yuanyuan, ¿por qué hiciste eso?”.

Shangguan Yuan apartó su mano y se volvió para mirarle fríamente. Sus labios rojos se separaron. “La odio. ¿Es esa razón suficiente para ti?”.

Shangguan Qian levantó las comisuras de sus labios con impotencia. “Por supuesto, pero no creo que sea tan sencillo”.

Shangguan Yuan bajó la cabeza y se burló. “Simplemente la odio profundamente. No importa si me crees o no”.

Inmediatamente subió las escaleras después de terminar de hablar, y pronto, desapareció de la vista de Shangguan Qian.

Shangguan Qian retiró su mirada y suspiró pesadamente. Parecía que sería difícil que la familia tuviera paz en el futuro.

De vuelta a la habitación, Shangguan Yuan arrojó el collar al joyero.

El fuerte ruido sobresaltó a Jin Fengchen, que estaba sentado en la cama leyendo.

Levantó la cabeza y miró a Shangguan Yuan, que estaba parada frente al tocador. Frunció el ceño y preguntó en voz alta: “¿Qué te pasa?”.

Al oír su voz, Shangguan Yuan se volvió para encontrarse con sus ojos atentos. Su inquietud se redujo de repente en gran medida.

Se acercó y se sentó frente a él. Le miró con ternura y sonrió. “Fengchen, ¿algún día me dejarás?”.

“¿Por qué esta pregunta tan repentina?”. Jin Fengchen preguntó suavemente mientras se acomodaba el pelo negro detrás de las orejas.

Shangguan Yuan le puso la mano en la mejilla. “Es que de repente tuve miedo... miedo de que me dejaras”.

Era por el miedo que quería alejar a Shu Yun.

Porque los ojos de esa mujer realmente se parecían a los de Jiang Sese.

Ella tenía miedo de que si veía a Shu Yun a menudo, tarde o temprano pensaría en Jiang Sese y su pasado.

Tenía aún más miedo de que si él recordaba, la odiara.

“No, no te dejaré”. Mientras Jin Fengchen sonreía y decía eso, los ojos de Jiang Sese aparecieron de repente en su mente.

Su sonrisa se congeló de repente. Sus cejas se fruncieron con fuerza mientras levantaba la mano hacia su pecho.

¿Por qué a él le dolía allí?

Shangguan Yuan se dio cuenta de que algo iba mal y preguntó rápidamente: “Fengchen, ¿qué pasa?”.

Jin Fengchen se entretuvo un momento, luego sacudió la cabeza, sonrió y respondió: “No es nada”.

“¿Estás seguro?”.

Su expresión era evidentemente apagada, y no parecía que estuviera bien.

“Sí”. Jin Fengchen le acarició la cabeza y le susurró suavemente: “No pienses en eso. Vuelve a tu habitación y descansa”.

Shangguan Yuan miró al otro lado de la cama, dudó y preguntó con voz suave: “Fengchen, te acompañaré esta noche, ¿puedo?”.

“No gracias”, rechazó Jin Fengchen sin dudar. “No estamos casados. No quiero equivocarme”.

“Para nada”.

Shangguan Yuan no podía esperar a que la relación entre ambos avanzara más.

Sin embargo, él seguía insistiendo. Estos días, ni siquiera quería tocarla, diciendo que la estaba respetando y protegiendo.

Si no fuera por su pasado, ella se sentiría realmente conmovida y sentiría que él la cuidaba con todo su corazón.

Sin embargo, esta situación era diferente. Estaba muy inquieta, aunque él estaba junto a ella, se sentía irreal, como si todo se desvaneciera si no tenía cuidado.

“Yuanyuan, sé lo que temes, pero no quiero utilizar este medio para apaciguar tus miedos. No sería justo para ti”.

Al ver que se había decidido, Shangguan Yuan se rindió. Se levantó con rabia e impotencia, y luego dijo: “Puedes seguir siendo tan indiferente cuando una mujer hermosa se lanza a tus brazos”.