Bebé adorable en la puerta: Mami, por favor firma romance Capítulo 1255

“¿Me estás echando?”. Jin Fengchen la miró con una sonrisa.

Jiang Sese se levantó, se quitó el polvo y dijo: “Tengo cosas que hacer, no tengo tiempo para charlar contigo”.

Shangguan Yuan no tardaría en volver, si veía a Fengchen con ella, seguro que la echarían de la casa.

En principio, quería aprovechar esta oportunidad para estar a solas con Fengchen e intentar que recordara su pasado.

Si la expulsaban de la residencia Shangguan por ello, no valdría la pena.

Cuanto más pensaba en ello, más miedo sentía.

Jiang Sese empezó a empujar físicamente a Jin Fengchen fuera del invernadero.

“Vuelve arriba. Ya hablaremos otro día”.

Ella fue la que le llamó y, sin embargo, ahora le pedía que se fuera.

¿Estaba él a su disposición?

Al ver que él seguía allí y mirándola, Jiang Sese dijo con ansiedad: “¡Deprisa!”.

En ese momento, se olvidó de que solo era una sirvienta y su tono fue inapropiado.

Sin embargo, Jin Fengchen no solo no se enfadó, sino que incluso sintió una inexplicable sensación de familiaridad.

'Fengchen, no voy a permitir que sigas revisando los documentos. Vete a la cama'.

La voz de una mujer sonó de repente en sus oídos.

Era una voz claramente enfadada, pero con un toque de coquetería.

Jin Fengchen frunció el ceño, ¿de quién era esa voz?

Al ver su expresión, Jiang Sese preguntó rápidamente con preocupación: “¿Qué pasa?”.

Jin Fengchen recuperó el sentido, se encontró con su mirada preocupada y sacudió la cabeza: “Estoy bien”.

“¿De verdad?” Jiang Sese estaba preocupada.

“Sí”. Jin Fengchen sonrió: “Voy a subir”.

Mirándolo mientras se iba, Jiang Sese frunció el ceño. Sentía que le pasaba algo.

¿No se sentía bien otra vez?

Pensando que podría estar mal, Jiang Sese se enfadó. Estaba enfadada con Shangguan Yuan.

Jin Fengchen siempre había gozado de buena salud, pero desde su desaparición, ella no sabía qué le había hecho Shangguan Yuan para que su cuerpo se deteriorara.

Cuando recuperara la memoria, ella tenía que compensarlo.

El problema era... ¿cuándo recuperaría sus recuerdos?

Jiang Sese no pudo evitar irritarse al pensar en esto.

Miró hacia el segundo piso, con un brillo de determinación en sus ojos. Pasara lo que pasara, tenía que intentarlo todo para devolverle la memoria a Fengchen.

...

Fang Yuchen llegó a la empresa y acababa de entrar en su despacho cuando su asistente le llamó por el interfono.

“Señor Presidente, el Vicepresidente vino a verlo”.

Fang Yuchen frunció el ceño, ¿por qué estaba Fang Yiming aquí para verlo?

“Déjalo entrar”.

Fang Yiming abrió la puerta y de un vistazo vio a Yuchen sentado en la silla de la oficina ejecutiva. Un rastro de celos brilló en sus ojos.

Si no fuera por la excentricidad del anciano, ¡sería él quien estuviera sentado en esa posición!

“¿Qué ocurre?”. Fang Yuchen levantó la cabeza y lo miró.

Fang Yiming se acercó: “Una compañía farmacéutica extranjera se puso en contacto conmigo hace dos días, pidiendo cooperar con nosotros. Estoy aquí para discutirlo contigo”.

“¿Cooperar?”. Fang Yuchen sonrió burlonamente: “¿Por qué lo discutes conmigo esta vez?”.