Bebé adorable en la puerta: Mami, por favor firma romance Capítulo 1256

Shangguan Yuan regresó a su casa e inmediatamente llamó al mayordomo.

“Aparte de bajar a comer, ¿ya Fengchen bajó?”, preguntó Shangguan Yuan.

“No”.

“¿Cuál es la situación de Shu Yun?”.

“Ella...”. El mayordomo dudó, no sabía si debía decirle que Shu Yun había entrado en la cocina durante la hora de la comida.

Al verlo dudar, Shangguan Yuan supo que algo iba mal. Su expresión se volvió inmediatamente fría y preguntó con severidad: “¿Qué demonios hizo?”.

El mayordomo tuvo que responder con sinceridad: “Vino a la cocina y el Joven Amo Fengchen la vio”.

“¿Cuáles fueron mis instrucciones?”

Shangguan Yuan respiró hondo y reprimió la ira de su corazón: “Ve y tráeme a Shu Yun”.

“Sí”.

El mayordomo se apresuró a llamarla.

Shangguan Yuan se dirigió a la sala y se sentó, con su rostro delicadamente maquillado tan sombrío como la tinta.

Esa Shu Yun estaba realmente jugando con fuego. Podría haber estado tramando cómo acercarse a Fengchen todo este tiempo.

Como era de esperar, su instinto era correcto. No le agrado desde que la vio.

Cuando el mayordomo se acercó, Jiang Sese estaba limpiando el invernadero.

Cuando vio acercarse al mayordomo, todavía sonrió ampliamente y preguntó: “Tío Zhang, ¿qué te trae por aquí?”,

“La Señorita te está buscando”.

Cuando escuchó que Shangguan Yuan se buscaba a sí misma, la sonrisa en el rostro de Jiang Sese se congeló al instante: “¿Por qué me busca?”.

“¿Por qué crees?”.

Jiang Sese comprendió de repente por qué el mayordomo tenía esa mirada de impotencia.

Aparte de los asuntos relacionados con Fengchen, ¿por qué otra razón la buscaría Shangguan Yuan?

Jiang Sese siguió al mayordomo hasta la sala.

“Señorita, Shu Yun está aquí”.

Shangguan Yuan levantó la cabeza, mirando severamente a Jiang Sese.

Jiang Sese inclinó la cabeza y preguntó respetuosamente: “Señorita, ¿quería verme?”.

“¿Viste a Fengchen hoy?”, preguntó Shangguan Yuan.

¿Por qué otra razón la habría llamado?

Por lo tanto, no había razón para negarlo.

Jiang Sese asintió: “Sí, lo vi”.

“¡Shu Yun!”. Shangguan Yuan se levantó y la miró con rabia: “¿No te dije que te alejaras de Fengchen?”.

“Sí, lo hizo. Sin embargo, ¿no fue solo un accidente?”. Jiang Sese fingió estar confundida.

“¿Accidente?”. Shangguan Yuan se mofó: “Corriste deliberadamente a la cocina, ¿cómo podría considerarse un accidente?”.

“Solo fui a la cocina para ayudar. No esperaba que el Joven Amo Fengchen estuviera allí”, argumentó Jiang Sese.

Ella no sabía qué había hecho mal exactamente.

Shangguan Yuan estaba furiosa y apretó los dientes: “¡Mayordomo!”.

“Estoy aquí, Señorita”.

“¡Págale y que se vaya!”.

Al oír que estaba a punto de ser despedida, la expresión de Jiang Sese cambió de repente, y rápidamente admitió su error: “¡Señorita, déme otra oportunidad! Definitivamente me mantendré alejada del Joven Amo Fengchen en el futuro, ¡por favor, déme otra oportunidad!”.

Shangguan Yuan hizo oídos sordos a sus súplicas y ordenó con frialdad: “¡Tío Zhang, échala!”.

El mayordomo no se atrevió a dudar ni un momento. Respondió: “Sí”. Luego se volvió hacia Jiang Sese y le dijo: “Shu Yun, ven conmigo”.

Jiang Sese se negó: “¡Señorita, por favor, créame y déme otra oportunidad!”.

“¡Tío Zhang!”.

Shangguan Yuan bramó tan fuerte que asustó al mayordomo. Entonces arrastró a Jiang Sese a la fuerza.

“¡Tío Zhang, déjame ir!”.

Mientras forcejeaba, Jiang Sese se dio la vuelta para mirar a Shangguan Yuan y suplicó: “¡Señorita, me equivoqué, por favor, deme otra oportunidad! Señorita...”.

Shangguan Yuan se dio la vuelta, dándole su fría espalda a Jiang Sese.