Bebé adorable en la puerta: Mami, por favor firma romance Capítulo 1262

Shangguan Qian miró a Jin Fengchen. Las comisuras de su boca se crisparon. “Entonces, espero que consigas lo que deseas”.

Al oír esto, Shangguan Yuan frunció el ceño. ¿Qué quería decir con esto?

“Pues, te dejaré en paz”.

Entonces se dio la vuelta para marcharse.

Cuando Shangguan Qian se dio la vuelta, su mirada se dirigió a Jin Fengchen.

En el momento en que sus ojos se encontraron, retiró inmediatamente su mirada y se marchó.

Con los labios ligeramente fruncidos, Jin Fengchen observó cómo Shangguan Qian desaparecía por la puerta.

No estaba seguro de si era su imaginación, pero notó una pizca de asco en los ojos de Shangguan Qian.

Asco hacia él.

El hecho era que siempre había sabido que a Shangguan Qian desagradaba de él, pero no esperaba que fuera tan grave.

“Fengchen, ¿qué pasa?”, preguntó Shangguan Yuan preocupada al ver que estaba aturdido. No podía saber qué le pasaba por la cabeza.

Jin Fengchen recuperó el sentido y sonrió. “No es nada”.

“Entonces, continuemos”.

Shangguan Yuan le creyó y no siguió con el asunto.

...

Shangguan Qian se dirigió a la planta baja justo cuando Jiang Sese entraba desde el patio trasero.

Ambos se quedaron atónitos por un momento cuando se vieron.

Shangguan Qian recuperó primero sus sentidos, caminó hacia ella y se rio suavemente. “¿El trabajo es difícil?”.

Su ropa estaba toda sucia y su pelo era un desastre. Nadie adivinaría que era la esposa del Presidente de un conglomerado.

Él se sentía mal tenerla aquí como una sirvienta.

Sin embargo, ella estaba dispuesta.

Este debe ser el llamado poder del amor.

Jiang Sese se arregló el pelo y sonrió. “Por supuesto que es difícil”.

Sin embargo, mientras consiguiera que Fengchen se acordara de ella, por muy duro que fuera, valía la pena el esfuerzo.

Shangguan Qian empatizó y sintió lástima por ella.

“En realidad, no tienes que esforzarte tanto. Le diré al mayordomo que se ocupe de ti”.

Jiang Sese se negó. “No, no lo hagas. No quiero que tu hermana encuentre una excusa para usarla contra mí”.

Con la mención de Shangguan Yuan, Shangguan Qian frunció el ceño. “Ella ya no tendrá tiempo para estar vigilándote”.

“¿Por qué?”.

Shangguan Qian permaneció en silencio durante unos segundos antes de hablar lentamente: “Porque la boda se celebrará a finales de este mes. Debe ir a probarse el vestido y demás. Estará muy ocupada”.

“¿Fin de mes?”. Jiang Sese exclamó sorprendida. “¿Estás bromeando?”.

Antes se había determinado que la boda iba a ser a mediados del próximo mes. ¿Por qué se adelantó a la fecha prevista?

El calendario que tenía se acortó de repente.

Las comisuras de la boca de Shangguan Qian se crisparon. “No estoy bromeando. Es cierto”.

Él sonaba impotente.

Jiang Sese entró en pánico. “¿No puedes detenerlos? ¿Realmente quieres verlos casarse?”.

“¿Crees que puedo detenerlos?”. Shangguan Qian dejó escapar una risa de autodesprecio.

Jiang Sese respiró profundamente y reprimió la ansiedad en su corazón. “Tienes que encontrar la manera de detenerlos. De lo contrario, una vez que se casen, realmente no habrá marcha atrás”.

Shangguan Qian asintió. “De acuerdo, pensaré en algo”.

“Por favor, hazlo”.

Shang Ying se volvió para mirarlo. “Muy bien, puedes decidir por ti mismo. Entonces dime qué tipo de chica te gusta”.

“Es...”. Fang Yuchen tenía en mente a Liang Xinwei y quería decirle a su madre que ya estaba con Weiwei.

Sin embargo, no se atrevió a decirlo.

“¿Qué? ¿No puedes decirme?”. Shang Ying se rio. “Eres mi hijo. ¿Crees que puedes esconderte de mí?”.

Fang Yuchen frunció el ceño.

“¡No creas que no sé que te gusta Liang Xinwei!”.

En cuanto se pronunciaron estas palabras, los ojos de Fang Yuchen se abrieron de par en par con sorpresa. “Madre, ¿cómo...?”.

“¿Cómo te enteraste?”.

Fang Yuchen permaneció en silencio.

Shang Ying suspiró. “Yuchen, Weiwei no es adecuada para ti”.

Liang Xinwei podía muy bien ser una buena persona, pero no era su nuera ideal.

Desde que lo supo, Fang Yuchen ya no lo ocultó. “Madre, la persona que me gusta es Weiwei. Ya estamos juntos...”.

Al oír esto, Shang Ying se levantó conmocionada, con la cara llena de incredulidad. “¿Están juntos?”.

“Bueno, lo hice oficial hace un tiempo”.

“¡Tú!”. Shang Ying estaba tan furiosa que no podía hablar. Se sintió mareada y su cuerpo empezó a tambalear.

“¡Madre!”. Fang Yuchen se apresuró a apoyarla. Al ver que se llevaba las manos a la sien, le preguntó preocupado: “Madre, ¿estás bien?”.

“¡No, no estoy bien!”. Shang Ying lo apartó, le señaló directamente y exclamó: “Mocoso. ¿Qué estabas pensando al ocultarnos algo tan importante? ¿Aún nos consideras como tus padres?”.

“Madre, tú misma lo has adivinado. Entonces, ¿qué tiene de malo que esté con Weiwei?”. Fang Yuchen se sentía cansado.

Había estado dando vueltas durante meses debido a sus sentimientos.

Por fin había tomado una decisión y, sin embargo, su madre no estaba satisfecha.