Bebé adorable en la puerta: Mami, por favor firma romance Capítulo 1282

“¿Quieres cancelar el matrimonio arreglado?”. Ye Xiaoyi pensó que había escuchado mal. Su rostro, intrincadamente maquillado, estaba lleno de incredulidad.

Fang Yuchen asintió: “Sí, lo vamos a cancelar”.

“¡No, no permitiré que hagas eso!”. Ye Xiaoyi se agitó emocionalmente: “Tienes que casarte conmigo, no es algo negociable”.

“Xiaoyi, no me gustas. No me gustas ahora, no me gustarás en el futuro”.

“Es suficiente con que me gustes”. Ye Xiaoyi tenía su propia convicción. Estaba decidida a casarse con él.

Fang Yuchen sonrió con exasperación: “Eso no es justo para ti”.

“No, mientras pueda estar contigo, no hay nada que sea injusto”.

Ye Xiaoyi pensó que se había humillado tanto que él debía ceder un poco.

Sin embargo, había subestimado la determinación de Fang Yuchen.

“Te mereces algo mejor”. Fang Yuchen dijo: “No serás feliz conmigo”.

“Tú no eres yo, ¿cómo puedes saber si seré infeliz?”. Ye Xiaoyi se rió burlonamente: “¿Estás pensando en casarte con esa mujer Liang Xinwei?”.

Fang Yuchen se quedó en silencio.

Ye Xiaoyi sabía que había dado en el clavo. Al instante se enfureció por la humillación. Ella soltó: “¡Deja de ser ingenuo, nunca te casarás con esa p*rra en esta vida! Mientras yo esté cerca, ¡no podrán estar juntos!”.

Escupió las palabras inmediatamente, estaban llenas de advertencia.

Fang Yuchen frunció el ceño. Pensó en sus anteriores acciones precipitadas, y pudo imaginar lo que ella podría hacer si él seguía con Weiwei.

Levantó la vista y se encontró con los ojos de Ye Xiaoyi, que estaban llenos de ira, y sonrió ligeramente mientras decía: “Estás pensando demasiado. Ya terminé con ella. Sea como sea, no me casaré contigo”.

Al fin y al cabo, ella nunca le gustaría.

Al parecer habían terminado.

El enojo de Ye Xiaoyi se desvaneció al instante y sonrió, pero esta vez era una sonrisa genuina.

“Es maravilloso que hayan terminado, ella nunca fue adecuada para ti”.

“Tú tampoco eres adecuada para mí”. Dijo inmediatamente Fang Yuchen.

A Ye Xiaoyi no le importó en absoluto: “Está bien, cambiaré tu opinión sobre mí”.

¿Cómo podía ser tan terca?

Fang Yuchen suspiró pesadamente: “Ye Xiaoyi, ¿no puedes dejarme ir?”.

Su voz parecía llevar un toque de súplica y repulsión.

“No”. Ye Xiaoyi no lo notó. Arqueó las cejas: “Tengo mi vista puesta en ti”.

Después de eso, ella empujó los palillos en sus manos una vez más: “Basta de hablar, vamos a comer”.

Fang Yuchen la miró y una sensación de impotencia lo invadió como la marea.

Tiró los palillos y recogió sus documentos.

Sin importar lo que dijera Ye Xiaoyi, no apartó la vista de los documentos. Ni siquiera la miró.

Finalmente, Ye Xiaoyi se fue a casa con la comida sin tocar.

Antes de irse, dijo enfadada: “¡Fang Yuchen, eres demasiado! ¡Te voy a ignorar!”.

¿Ignorar?

Fang Yuchen no pudo evitar reírse, ¡ojalá cumpla su palabra y lo ignore el resto de su vida!

...

Como no tenía que ir a trabajar, Liang Xinwei se sentía bastante aburrida, y debido a la declaración, también se sentía un poco insegura.

Por lo tanto, invitó a Jiang Sese a salir.

Jiang Sese aceptó inmediatamente.

Se encontraron en una cafetería, y Jiang Sese miró a Liang Xinwei con una amplia sonrisa.