Bebé adorable en la puerta: Mami, por favor firma romance Capítulo 1325

Después de la cena, toda la familia se sentó a charlar. Las risas llenaron toda la sala.

Jin Fengchen se sentó en silencio, observando cada una de sus caras de felicidad, y las comisuras de sus labios se curvaron inconscientemente.

Así es como se siente un hogar.

Era una sensación que nunca había sentido en la residencia Shangguan.

Era cálido y tranquilo.

De repente, sintió un dolor sordo en la cabeza.

Fue demasiado repentino.

No pudo evitar gruñir. Jiang Sese, que estaba sentado a su lado, lo oyó. Se giró y vio que se sujetaba la cabeza con la mano. Tenía una expresión de dolor. Su rostro palideció del susto.

“Fengchen, ¿estás bien?”.

Al oír esto, todos los que estaban alrededor dejaron de charlar y lo miraron.

“¡Fengchen!”.

“¡Hermano!”.

Exclamaron mientras Jin Fengchen se desmayaba.

“¡Llama al médico, rápido!”. La voz de la Señora Jin se volvió estridente por el susto.

El sirviente se apresuró a llamar al médico.

Llevaron a Jin Fengchen a su cama. Jiang Sese se sentó en el borde de la cama y le cogió la mano con fuerza, las lágrimas corrían por su cara como un collar de perlas roto.

La Señora Jin también se secaba las lágrimas.

La expresión de todos era solemne. El aire de la habitación se volvió depresivo.

Song Qingwan se adelantó, puso suavemente su mano en el hombro de Jiang Sese y la consoló suavemente: “No te preocupes, se pondrá bien”.

Al escuchar esto, las lágrimas de Jiang Sese cayeron con más fuerza y se atragantó: “Todo es culpa mía. Todo es culpa mía. Debería haberle impedido tomar la droga...”.

En ese momento, fue incapaz de hablar.

“¿Droga? ¿Qué droga?”, preguntó el Amo Jin.

Jiang Sese frunció los labios y respondió: “La droga desarrollada por Mo Xie para restaurar sus recuerdos”.

“¿Por qué eres tan imprudente?”. El Amo Jin afirmó con fuerza: “La droga acaba de ser desarrollada y no fue probada. Quién sabe cuáles serían los efectos secundarios. Dejar que Fengchen lo tome es demasiado imprudente”.

“Lo siento”. Jiang Sese sintió que todo esto era culpa suya.

Si no estuviera tan ansiosa por que Fengchen recuperara sus recuerdos, no habría hecho que Mo Xie desarrollara el medicamento.

“Todo es culpa mía. Todo es culpa mía...”. Se dio una fuerte bofetada en la cara.

“¡Cuñada!”. Song Qingwan se sorprendió y rápidamente le agarró la mano. Luego se dirigió al Amo Jin: “¡Padre, lo hecho, hecho está, no vale la pena decir nada más!”.

“Yo...”. El Amo Jin quiso decir algo más, pero fue interrumpido por la Señora Jin: “Es suficiente, ¿no ves lo angustiada que está Sese?”.

La Señora Jin se acercó entonces y echó un vistazo a las mejillas hinchadas de Jiang Sese. Suspiró y dijo con voz afligida: “Niña tonta, no es tu culpa. El propio Fengchen también quería recuperar sus recuerdos”.

Jiang Sese se volvió para mirar a Jin Fengchen.

Tenía los ojos cerrados y parecía tranquilo. Era como si estuviera dormido.

Pronto, el mayordomo hizo entrar al médico.

Tras el examen del médico, él determinó que el cuerpo de Jin Fengchen no corría ningún peligro grave. No podía entender cómo una persona sana podía desmayarse de repente.

“Doctor, no sabemos qué ha pasado. ¿Tiene alguna forma de hacer que recupere la conciencia lo antes posible?”, preguntó el Amo Jin.

El doctor guardó silencio durante unos segundos antes de hablar lentamente: “Lo cierto es que más que desmayarse, parece estar dormido. Puede ser que esté demasiado cansado. Espere un poco, quizá se despierte mañana por la mañana”.

“Doctor, ¿usted dice que él está bien?”. Preguntó preocupada Jiang Sese.

El doctor asintió: “Sí, está completamente bien”.

Al escuchar esto, Jiang Sese se relajó.

Se sintió aliviada de que estuviera bien.

Después de que el médico se fuera, Song Qingwan dijo: “Padre, Madre, salgamos. La Cuñada se quedará con Fengchen”.

El Amo Jin asintió: “De acuerdo, salgamos”.

“Soy tu esposa”, dijo Jiang Sese con calma.

“¿Esposa?”. Jin Fengchen se burló: “¿Estás loca? ¡O estás soñando despierta!”.

“Tenemos dos hijos, un hijo y una hija. Nuestro hijo es Xiaobao, y nuestra hija es Tiantian”, dijo Jiang Sese con calma.

Jin Fengchen frunció el ceño y, de repente, la imagen de los niños pasó por su mente de forma increíblemente vívida.

Era tan vívida que le sorprendió.

“¿Te volviste a olvidar de nosotros?”, preguntó Jiang Sese.

Jin Fengchen levantó los ojos y se encontró con su triste mirada.

Había un dolor sordo en su corazón.

“Yo...”. Jin Fengchen movió la boca, intentando decir algo, pero no sabía qué decir.

“Soy tu esposa, Jiang Sese”.

“Sese...”. Jin Fengchen murmuró inconscientemente. De repente, hubo un estallido de dolor.

Él se agarró la cabeza y murmuró: “Me duele la cabeza, me duele...”.

Esto asustó a Jiang Sese, y rápidamente le agarró la mano y gritó: “Fengchen, no me asustes, no me asustes...”.

Oyó su llanto, y Jin Fengchen sintió como si su corazón fuera aplastado por una gran roca. Era insoportable.

Sese.

Su Sese.

Jin Fengchen bajó las manos y levantó los ojos. La imagen del rostro triste y lloroso de Jiang Sese apareció lentamente.

“No llores”. Levantó la mano y limpió suavemente las lágrimas de su rostro.

Jiang Sese le agarró la mano y le dijo con seriedad: “No importa si te acuerdas de mí o no. Solo quiero que estés sano”.

Las comisuras de los labios de Jin Fengchen se curvaron hacia arriba mientras decía suavemente: “Tonta, nunca te olvidaría”.