Bebé adorable en la puerta: Mami, por favor firma romance Capítulo 1332

Después de múltiples investigaciones, la gente que Shangguan Qian envió a investigar finalmente dio con el paradero de Jin Fengchen.

“Señor Presidente, Jin Fengchen está en Francia”.

Cuando escuchó el informe de su asistente, Shangguan Qian frunció el ceño: “¿Está en Francia?”.

“Sí”. El asistente asintió: “Aparentemente es para escapar de sus preocupaciones. ¿Se lo decimos a la Señorita?”.

¿Decirle a Shangguan Yuan?

Shangguan Qian dudó.

Él realmente quería que Jin Fengchen regresara a la familia Jin.

Ahora que lo había logrado, realmente no quería que Yuanyuan siguiera relacionada con Jin Fengchen.

Sin embargo, si se lo guardaba para sí, Yuanyuan se enfadaría mucho cuando se enterara. Incluso podría ignorarlo durante el resto de su vida.

Cuando Shangguan Qian pensó en la posibilidad de que Shangguan Yuan lo ignorara para siempre, su corazón se sintió pesado.

Un suspiro se escapó de sus labios mientras decía: “Dile entonces”.

El asistente dijo: “De acuerdo”, respetuosamente, antes de darse la vuelta para marcharse.

“¿Qué? ¿Están en Francia?”. Shangguan Yuan estaba comprobando la información de vuelo de Jin Fengchen cuando recibió la llamada del asistente.

Ella estaba a punto de rendirse porque no encontraba nada, pero quién iba a pensar que recibiría ayuda divina.

No pudo evitar reírse fríamente. Le dijo de inmediato a la asistente al otro lado de la línea: “Tengo que ir a Francia. Resérvame unos billetes. Cuanto antes, mejor”.

“¿Se va a Francia?”.

La sorpresa en la voz del asistente era audible, e hizo que Shangguan Yuan preguntara disgustada: “¿No puedo ir?”.

“Para nada, ahora reservaré los billetes”.

Nada más al colgar, el asistente se lo pensó antes de darse la vuelta para dirigirse al despacho del Presidente.

Sentía que debía decírselo al Presidente.

...

Shangguan Yuan ni siquiera empacó una maleta y se apresuró a ir al aeropuerto.

Esta vez, tenía que traer a Jin Fengchen a casa, pasara lo que pasara.

Cuando llegó al aeropuerto, cruzó el control de seguridad y se dirigió a la sala especial para esperar su vuelo.

Shangguan Qian entró en la sala de embarque y cuando vio aquella figura menuda en el sofá de la esquina, sus ojos se entrecerraron y se acercó.

“Yuanyuan”.

Shangguan Yuan estaba descansando con un antifaz puesto cuando de repente oyó una voz familiar.

Se bajó el antifaz y, al ver a Shangguan Qian, preguntó fríamente: “¿Qué haces aquí?”.

“Me voy a Francia contigo”.

Shangguan Qian tomó asiento frente a ella.

“¿Vas a ir conmigo?”. Shangguan Yuan se rio fríamente: “¿Quieres arruinar mis planes?”.

“Eres mi hermana, te ayudaré”. Shangguan Qian dijo con calma.

Shangguan Yuan resopló con sorna y se recolocó la máscara de los ojos: “Más te vale que me ayudes, si no, nunca te perdonaré”.

Shangguan Qian la miró profundamente.

Solo cuando ella no podía ver, mostraba las emociones que sentía por ella sin reservas.

Sonrió con amargura, ¿por qué siempre tenía que cuestionar sus motivos?

Durante todo el vuelo, que duró más de diez horas, Shangguan Qian y Shangguan Yuan no hablaron en absoluto.

Cuando aterrizaron en el aeropuerto, Shangguan Yuan preguntó: “¿Sabes dónde están?”.

“Sí, lo sé”.

Antes de que llegaran a Francia, Shangguan Qian hizo arreglos para que la gente los recogiera en el aeropuerto.

En cuanto salieron del aeropuerto, condujo a Shangguan Yuan hasta el coche que estaba al lado de la carretera.

En cuanto entraron, Shangguan Qian leyó la dirección.

Shangguan Yuan vio que lo había planeado todo bien, y dijo a regañadientes: “Gracias”.

Cuando Shangguan Qian escuchó esto, sonrió ligeramente: “Soy tu hermano, esto se espera de mí”.

...

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