Bebé adorable en la puerta: Mami, por favor firma romance Capítulo 1345

“Hola guapa, puedes tomar mucho”.

Un hombre se sentó a su lado e intentó tomarse libertades con ella.

Shangguan Yuan le lanzó una mirada severa: “¡Piérdete!”.

El rostro del hombre se ensombreció, pero pronto se recuperó. La miró de arriba a abajo y no ocultó la lascivia que había en sus ojos: “Al que eres guapa, no voy a discutir contigo”.

¡Clanc!

Ella pegó su vaso contra la mesa y Shangguan Yuan repitió con frialdad: “¡Piérdete!”.

“Peleona. Me gusta”. El hombre trató de abrazarla, pero ella le agarró la mano y se la retorció.

“¡Argh!”. El hombre gritó de dolor.

“Te dije que te vayas, ¿me oíste?”. Shangguan Yuan lo apartó de un empujón.

El hombre se enfadó y gritó: “¡P*rra! ¡Eres carne muerta!”.

El hombre estaba a punto de golpearla. En ese momento, un hombre alto apareció delante de Shangguan Yuan, levantó sus largas piernas y le dio una patada.

Mirando fríamente al hombre que se lamentaba en el suelo, Jiang Cheng se giró y le dijo al camarero: “Llama a seguridad y que lo echen”.

“Sí, jefe”.

El camarero cogió rápidamente el radio y se puso en contacto con seguridad.

Shangguan Yuan frunció el ceño y sus ojos se fijaron en el hombre que tenía delante.

¿Por qué le resultaba familiar?

Al percibir su mirada, Jiang Cheng se volvió. Su expresión fría de hace un momento cambió mientras mostraba una suave sonrisa: “Cuánto tiempo sin verte, Yuanyuan”.

“¿Tú... me conoces?”. Shangguan Yuan estaba borracha. Su mente estaba un poco embotada y no podía recordar quién era él.

“Soy Jiang Cheng, ¿me olvidaste?”. La expresión de Jiang Cheng era obviamente de decepción.

“Jiang Cheng...”. Shangguan Yuan repitió el nombre, varias imágenes pasaron por su mente y soltó: “¿El Jiang Cheng que intentó cortejarme entonces?”.

Al ver que se acordaba de él, la sonrisa de Jiang Cheng se amplió aún más.

“¿Cuándo volviste al país? ¿Por qué no estaba al tanto de eso?”.

“Hace tiempo volví”. Jiang Cheng se sentó a su lado y le indicó con la mirada al camarero que llenara sus vasos.

Tomó un sorbo y echó un vistazo a Shangguan Yuan. Vio que estaba borracha y desorientada. Sus mejillas estaban sonrojadas y su mirada era huidiza.

Retiró la mirada y preguntó: “¿Por qué bebes tanto? ¿Te encontraste con algo desagradable?”.

Shangguan Yuan tenía casi la mitad de su cuerpo desplomado sobre la barra y se rio a carcajadas: “Sí, así es. Alguien me intimidó”.

“¿Quién?”. Volvió a preguntar Jiang Cheng.

“Una p*rra despreciable”.

Al decir esto, Shangguan Yuan agitó los brazos indiscriminadamente: “¡Una p*rra verdaderamente repugnante! ¡No puedo esperar a matarla!”.

Jiang Cheng agarró sus brazos agitados, y luego preguntó: “¿Quieres que te ayude?”.

“¿Cómo te propones ayudarme?”. Shangguan Yuan levantó los ojos para mirarle: “¿Ayudarme a matarla?”.

“Mientras lo desees, no hay nada que sea imposible”. Jiang Cheng la miró profundamente, sin ocultar el afecto en sus ojos: “Mientras te haga feliz, estoy dispuesto incluso a pasar por el infierno”.

Shangguan Yuan lo miró fijamente durante un rato, y luego sonrió felizmente: “Maravilloso, por fin alguien está dispuesto a ayudarme”.

Después de hablar, se inclinó hacia delante y se desplomó sobre la barra.

Al día siguiente, Shangguan Yuan se despertó con un fuerte dolor de cabeza. Cuando abrió los ojos, vio un lugar extraño. Estaba tan asustada que no le importó el dolor de cabeza y se sentó rápidamente.

Todavía llevaba la ropa de ayer.

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