Bebé adorable en la puerta: Mami, por favor firma romance Capítulo 1364

“¿No terminará bien para mí?”. Shangguan Yuan se empezó a reír al otro lado de la línea como si le acabaran de contar un chiste.

Jin Fengyao podía oír su risa desde donde estaba, y estaba tan enfadado que le picaban los dientes. “¡Hermano, esta mujer está loca!”.

Shangguan Yuan dejó de reírse, tal vez por escuchar sus palabras. Su voz se escuchó una vez más desde el altavoz. “Jin Fengchen, ¿y si no me perdonas? ¿Tienes alguna prueba de que lo hice?”.

Jin Fengchen agarró su teléfono con más fuerza, hasta que las articulaciones de sus nudillos se volvieron blancas, como si tratara de controlar sus emociones.

Shangguan Yuan continuó diciendo: “Si no digo que soy Shangguan Yuan, no sabrías quién era. No tienes ninguna prueba de que lo hice”.

Ella tenía razón. Aparte de esta llamada telefónica modulada, no había ninguna prueba de que lo hizo.

La expresión de Jin Fengchen se ensombreció y miró a su madre, que seguía atada a la silla.

La Señora Jin sacudió la cabeza.

Lo que quería decir era que él no podía estar de acuerdo, pasara lo que pasara.

Volvió a mirar y cerró los ojos un momento antes de abrirlos y decir: “Aparte del divorcio y de volver contigo, puedo aceptar todo lo demás”.

“¡Lo siento, pero eso es todo lo que quiero!”.

“Shangguan Yuan, no me pongas a prueba”.

Incluso a través del altavoz, se podía oír la ira que corría por su voz.

Shangguan Yuan se pasó la mano por el pelo y dijo con calma: “Solo quiero que vuelvas conmigo. ¿Cómo eso es ir demasiado lejos? En cualquier caso, tú rompiste tu promesa primero. ¡La persona que ha ido demasiado lejos eres tú!”.

“Como sea, no quiero decir nada más. Solo te daré un día. Si no haces lo que te digo, no me atrevo a confirmar lo que le pasará a la madre de Jiang Sese”.

“¡Shangguan Yuan!”. Jin Fengchen rugió enfadado.

Shangguan Yuan se rio. “Recuerdo que la madre de Jiang Sese está enferma. Si le pasa algo, no es culpa mía”.

Jin Fengyao no pudo soportarlo más y agarró el teléfono de la mano de Jin Fengchen y le gritó. “¡Shangguan Yuan, si le pasa algo a la Tía, no te perdonaré a ti ni a la familia Shangguan!”.

Cuando Shangguan Yuan escuchó esto, su rostro se enfrió al instante. “Esperaremos y veremos entonces”.

Tan pronto como dijo eso, colgó.

Jin Fengyao rompió el teléfono contra el suelo con rabia mientras maldecía: “¡P*ta loca!”.

Después, se volvió para mirar a Jin Fengchen y le preguntó: “Hermano, ¿qué hacemos ahora?”.

Shangguan Yuan, esa loca, estaba claramente utilizando a la madre de su cuñada para amenazar a su hermano. Si accedían a hacer lo que ella decía, estarían defraudando a Jiang Sese.

Sin embargo, dados los sentimientos de su hermano por Jiang Sese, ¡nunca accedería a lo que esa loca quería!

Jin Fengchen no contestó y se volvió para mirar a la persona que estaba junto a su madre.

La persona encontró su mirada, y se volvió hacia su subordinado y le dijo: “Déjala ir”.

El subordinado se acercó y desató las ataduras de la Señora Jin.

En cuanto la Señora Jin fue liberada, se levantó y corrió hacia Jin Fengchen.

Sin embargo, como había estado atada durante mucho tiempo, sus piernas estaban débiles.

Estuvo a punto de caerse a los pocos pasos.

“¡Mamá!”. Jin Fengyao y Jin Fengchen corrieron rápidamente a sujetarla.

“Estoy bien”. La Señora Jin se apoyó en sus brazos antes de decir con ansiedad: “Fengchen, tienes que encontrar la forma de salvar a Xueman. ¡Su cuerpo no puede soportar ningún estrés!”.

En ese momento, llegaron Ying Tian y su gente.

“Joven Amo Mayor, Segundo Joven Amo”. Ying Tian corrió a su lado.

Jin Fengchen le lanzó una mirada.

Ying Tian comprendió y gesticuló mientras gritaba: “Detenlos a todos”.

Sin embargo, la otra parte ya esperaba que eso sucediera, y se retiraron rápidamente. No le dieron a Ying Tian la oportunidad de detenerlos.

“Mamá, está bien ahora que estás a salvo”.

Mientras tanto, Jiang Sese miró a las demás personas que salían de los coches y se dirigió a Jin Fengchen para preguntarle: “¿Dónde está mi madre?”.

El entorno se quedó en silencio ante su pregunta.

Jiang Sese frunció el ceño y repitió su pregunta: “¿Dónde está mi mamá?”.

“Cuñada, no te pongas nerviosa, te lo diré despacio”. Jin Fengyao miró a Jin Fengchen, que guardaba silencio, y continuó: “La Tía no estaba en la fábrica. La secuestraron”.

El rostro de Jiang Sese se puso pálido y se tambaleó.

“Sese”. Jin Fengchen se apresuró a abrazarla.

“Fue Shangguan Yuan, ¿verdad?”. Jiang Sese lo miró directamente a los ojos y preguntó.

Jin Fengchen asintió.

“¡Está realmente loca!”. Jiang Sese se agitó. “¿Cómo pudo secuestrar a mi madre y esconderla? ¿Cómo puede hacer algo así?”.

“¡Sese, Sese, cálmate!”. Jin Fengchen la abrazó con fuerza. “Definitivamente encontraré la manera de salvar a Mamá”.

“Fengchen, mi madre está enferma... Si le pasa algo, nunca podré perdonarme”. Jiang Sese le agarró por el cuello con ambas manos, llorando abatida.

El sonido de sus sollozos se sentía como si alguien estuviera clavando dagas en su corazón.

Le dolía.

Jin Fengchen cerró los ojos para ocultar el dolor y la culpa que sentía.

Se concentró tanto en proteger a su mujer que se olvidó de las demás personas que les rodeaban.

Si no hubiera estado tan obsesionado, su suegra no estaría en peligro.

Al final, todo era su culpa.