Bebé adorable en la puerta: Mami, por favor firma romance Capítulo 1367

Cuando Shangguan Yuan escuchó esto, levantó la mano para detener a sus subordinados.

¡Le dolía!

El hombre se tocó la cara hinchada. Le dolía tanto que hizo una mueca.

“Será mejor que digas la verdad. Si no, la próxima vez no seré benévola contigo”, le advirtió Shangguan Yuan en voz intencionadamente baja antes de que el hombre hablara.

“Te dije la verdad...”. El hombre miró a su alrededor antes de continuar: “Realmente no conozco al Señor Jin Fengchen. Hoy es el primer día que me reúno con ellos, y las formalidades se cumplieron a rajatabla”.

“¡¿Todavía intentas mentirme?!”. Shangguan Yuan gritó enojada.

“No te estoy mintiendo. ¡Cada palabra que dije es verdad!”. Casi levantó la mano para jurar.

“¡Pégale otra vez!”.

En cuanto dio la orden, los subordinados le rodearon de nuevo.

El hombre se apresuró a cubrirse la cabeza.

En ese momento, sonó el timbre de la puerta.

“Abre la puerta”.

Shangguan Yuan frunció el ceño con irritación. No sabía por qué, pero tenía el mal presentimiento de que algo malo iba a ocurrir.

“¡Señorita, es la policía!”.

Tras esta exclamación de sorpresa, una docena de policías entraron corriendo.

¿Por qué estaba la policía aquí?

“Las manos en la cabeza. Póngase de rodillas”, dijo uno de los policías.

Aparte de Shangguan Yuan, el resto hizo lo que se les dijo.

“¿Eres Shangguan Yuan?”, preguntó el policía principal mientras miraba a Shangguan Yuan.

Shangguan Yuan reprimió el miedo en su corazón y dijo con calma: “Soy Shangguan Yuan. ¿Puedo saber qué están haciendo aquí?”.

“Alguien la denunció por secuestro. Venimos siguiendo una pista anónima”. Mientras decía eso, sacó su tarjeta de identificación del bolsillo. “Soy el Señor Chen, del Departamento de Policía de la Siudad Jin”.

Shangguan Yuan miró su identificación y sonrió. “Señor Chen, vino con una fuerza tan grande. ¿Alguien que no esté al tanto pensaría que aquí se produjo un asesinato?”.

“Creo que si hubiera llegado más tarde, realmente se habría producido un asesinato”. El Señor Chen miró significativamente al hombre golpeado.

Shangguan Yuan se atragantó, sin saber qué decir.

“¿Eres el Pequeño Yang de la Oficina de Asuntos Civiles?”, preguntó el Señor Chen.

El Pequeño Yang asintió con entusiasmo. “Así es, soy el Pequeño Yang. ¡Señor policía, tiene que resolver esto!”.

Señaló su cara y dijo en tono acusador: “Esto no está bien. Ya es bastante malo que me hayan secuestrado sin motivo, pero además me agredieron. Hay que arrestarlos a todos”.

“Llévenlo al hospital primero”, se giró el Señor Chen para decir a la gente que lo rodeaba antes de mirar a Shangguan Yuan. “Señorita Shangguan, me temo que tendrá que venir con nosotros”.

“¿Por qué?”. Shangguan Yuan se hizo la desentendida.

El Señor Chen frunció el ceño. “Usted es cómplice de secuestro y asalto”.

Se negaba a admitirlo. “¿Cómo cometí un secuestro? Señor Chen, no debería acusarme falsamente”.

“Si lo hizo o no, lo averiguaremos en la comisaría”.

El Señor Chen hizo una señal a sus hombres para que detuvieran a Shangguan Yuan.

“¿Qué están haciendo? ¡Suéltenme!”. Shangguan Yuan se los quito de encima antes de levantar la barbilla y decir con expresión altiva: “Puedo ir sola”.

...

Cuando llegaron a la comisaría, el Señor Chen se sentó frente a Shangguan Yuan y comenzó a interrogarla sobre el secuestro.

“Alguien la denunció por estar involucrada en un secuestro. Cuénteme qué pasó”.

“No sé nada”.

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