Bebé adorable en la puerta: Mami, por favor firma romance Capítulo 1405

“Madre, eres demasiado parcial”.

Jin Fengyao se agarró el pecho y fingió estar dolido.

En ese momento, Song Qingwan entró con un tazón de sopa y sonrió: “¿En serio crees que Madre no cocinó tu porción?”.

La realidad era que Jin Fengyao solo estaba bromeando. Al ver entrar a su mujer con la sopa, sonrió y dijo: “Mi mujer es la que más me quiere”.

“Pequeño mocoso, ahora que dijiste eso, no podrás beber la sopa que preparé”, la Señora Jin fingió mirarlo con enfado.

Jin Fengyao sonrió halagadoramente: “Solo estoy bromeando. Madre”.

La Señora Jin entornó los ojos y le dijo: “Yo también bromeo”.

Jin Fengyao cogió el cuenco de Song Qingwan y se lo bebió de dos o tres tragos. Se frotó el estómago con satisfacción: “La sopa que hace mi madre es deliciosa”.

“Pequeño mocoso, ya es demasiado tarde para intentar adularme”, dijo la Señora Jin con una sonrisa.

Song Qingwan se rio al decir esto, e incluso las comisuras de la boca de Jin Fengchen se curvaron ligeramente hacia arriba.

...

Después del compromiso, a petición de Fang Teng y Shang Ying, Liang Xinwei se trasladó a la residencia de los Fang con Anan.

“Weiwei, me equivoqué en el pasado, no te preocupes, tu padre y yo te trataremos como a nuestra propia hija de ahora en adelante”.

Esto fue lo que le dijo Shang Ying cuando la apartó el primer día que Liang Xinwei se mudó a la residencia Fang.

Liang Xinwei pudo sentir que estaba siendo sinceramente amable.

Liang Xinwei dejó de lado sus preocupaciones y vivió en la residencia Fang junto a Anan con tranquilidad.

Una noche, cuando volvió a casa, Shang Ying la llevó a la sala y la sentó.

Fang Teng también estaba allí.

Al ver las sonrisas de los dos ancianos, Liang Xinwei no pudo evitar sonreír: “Padre, Madre. ¿Hay alguna buena noticia?”.

Después de entrar, le pidieron a Liang Xinwei que cambiara su forma de saludar a los dos ancianos. Al principio, no estaba acostumbrada, pero después de un tiempo, pudo saludarlos así de forma natural.

Shang Ying y Fang Teng se miraron, sonrieron y preguntaron: “¿Sabes conducir?”.

Liang Xinwei asintió: “Sí. ¿Por qué?”.

“¿Quieres un trabajo?”, volvió a preguntar Shang Ying.

Cuando se mencionó un trabajo, Liang Xinwei bajó la mirada para cubrir la sensación de pérdida en sus ojos, y la sonrisa en su rostro se desvaneció un poco. “Por supuesto que sí”.

Estuvo buscando un trabajo todo este tiempo, pero no podía encontrar uno adecuado.

Al sentir su decepción, Shang Ying se sintió un poco dolida y un poco culpable.

Ella perdió su trabajo debido a la cancelación del matrimonio arreglado entre las familias Fang y Ye en ese momento.

“Weiwei, esto es para ti”.

Liang Xinwei levantó la cabeza y vio que Fang Teng le entregaba una carpeta.

“¿Qué es esto?”. Liang Xinwei preguntó con curiosidad.

Fang Teng sonrió ligeramente: “Lo sabrás cuando lo veas”.

Liang Xinwei la tomó y la abrió y vio que era un contrato de transferencia de propiedad.

Se trataba del restaurante en el que trabajaba anteriormente.

“Esto es...”. Liang Xinwei levantó la cabeza y miró a Fang Teng con duda.

“Tu madre y yo hemos comprado el restaurante. A partir de ahora, tú eres la dueña de este restaurante”.

“¿Lo compraron?”. Liang Xinwei se sorprendió: “¿Por qué lo hicieron?”.

Shang Ying le dio unas palmaditas en la mano: “Sé que te gustaba tu trabajo original, pero si volvieras allí a trabajar, tememos que te sientas agraviada. Así que compramos el lugar para ti”.

“Padre, Madre. Ustedes...”. Liang Xinwei no esperaba que fueran tan buenos con ella. Estaba tan conmovida que no sabía qué decir.

Al verla llorar, Shang Ying le secó las lágrimas y le dijo suavemente: “Niña tonta, eres un miembro de la familia Fang. Es natural que te tratemos bien”.

“Gracias” Liang Xinwei apretó el documento en su mano mientras sopesaba la carga de este regalo.

“Hay otro regalo”.

“Esto es lo que querían”. Fang Yuchen le cogió la mano: “Acéptalo”.

“¿Entonces qué pasa si no puedo administrar bien el restaurante?”. Liang Xinwei temía que si no podía gestionarlo bien, sería una vergüenza para la familia Fang. Eso sí que sería un gran problema.

“Aún me tienes a mí. Te ayudaré”, consoló Fang Yuchen.

Con estas palabras, Liang Xinwei se sintió aliviado: “Eso es bueno”.

Fang Yuchen sonrió y la abrazó, y acarició suavemente su suave pelo con sus grandes manos, “No hay presión. Mis padres solo querían darte un regalo. No les preocupa cómo llevas el restaurante”.

“Lo sé”. Liang Xinwei sonrió: “Es que no quiero decepcionarlos”.

“No lo harás. Confía en mí”.

Liang Xinwei le abrazó: “Está bien, confío en ti”.

Con él cerca, su corazón inquieto se calmó lentamente.

Al día siguiente, después de que Liang Xinwei llevara a Anan a la escuela, fue directamente al restaurante.

Desde que la despidieron, no volvió a ir al restaurante.

Entró en el restaurante y se sintió profundamente conmovida por la sensación familiar.

“Señorita, aún no abrimos. ¿Podría volver a las once, por favor?”. Un camarero que no conocía se acercó a ella y le dijo.

Liang Xin sonrió ligeramente y preguntó: “¿La gerente está por aquí?”.

“Sí”. El camarero la miró interrogativamente: “¿Puedo preguntar qué asuntos tiene con nuestra gerente?”.

“¿Podría llamarla por mí?”, preguntó Liang Xinwei. Luego se dirigió a un lado y se sentó.

El camarero la miró. Aunque le pareció extraño, se dio la vuelta y se dirigió a la parte de atrás. Encontró a la gerente y le dijo que alguien la estaba buscando.

“¿Quién es?”, preguntó el encargado.

“Una señora muy guapa”.

La gerente frunció el ceño ante la respuesta del camarero y se marchó rápidamente.