Bebé adorable en la puerta: Mami, por favor firma romance Capítulo 1461

Gu Nian abrió la puerta del despacho del Presidente y entró. Justo cuando iba a hablar, vio que Jin Fengchen hacía un gesto de silencio.

Cerró la boca rápidamente y siguió la mirada de Jin Fengchen, solo para encontrar a una persona durmiendo en el sofá.

Sin necesidad de pensar, supo que se trataba de la Joven Señora.

Se acercó ligeramente a Jin Fengchen y le preguntó en voz baja: “Joven Amo, ¿qué quiere desayunar? Se lo compraré”.

“Gachas”.

“¿Y la Joven Señora?”.

“Lo mismo”.

Jin Fengchen estaba muy taciturno y no quería decir más. La razón principal es que tenía miedo de despertar a Jiang Sese.

“De acuerdo, entendido”.

Gu Nian se dio la vuelta y salió, cerrando suavemente la puerta.

Jiang Sese se despertó con el timbre de un teléfono móvil. Se sentó, levantó la mano y se frotó los ojos adormecidos, sus ojos se posaron en Jin Fengchen que no estaba muy lejos.

Estaba hablando por teléfono, aunque solo podía ver su perfil, pudo adivinar que su expresión era muy seria en ese momento.

Jiang Sese puso los pies en el suelo, se levantó y se acercó.

Jin Fengchen oyó el movimiento, giró la cabeza, vio que ella estaba despierta y colgó el teléfono tras unas breves palabras con la otra parte.

Se acercó y su expresión se suavizó: “Lo siento, te desperté”.

Anoche se quedó con él hasta tarde, y él quería que durmiera un poco más.

Jiang Sese sacudió la cabeza: “No importa, ya dormí bastante”.

Después de hablar, estiró la cintura y se volvió para mirar por la ventana francesa.

El cielo de fuera estaba claro y soleado.

Una brillante sonrisa se dibujó en su rostro. Respiró profundamente y suspiró: “Hoy hay buen clima”.

Luego, giró la cabeza para mirar a Jin Fengchen, con una sonrisa tan amplia como siempre. “Ya que el clima es tan bueno, seguiré ayudándote a organizar la información”.

Jin Fengchen frunció el ceño al oír esto: “¿No te vas a casa?”.

“Es aburrido estar en casa, así que puedo estar aquí contigo. Además, ayer me prometiste que me dejarías volver al trabajo”.

Lo más importante es que ella tenía que vigilarlo para que comiera tres veces al día a la hora.

Jin Fengchen la engatusó: “Sese, anoche te quedaste conmigo hasta muy tarde, debes estar muy cansada. Vuelve y descansa un día, ¿te parece?”.

“No quiero, quiero estar aquí contigo”. Jiang Sese fue muy insistente: “Si me obligas regresar a casa, me voy enojaré”.

También lo amenazó.

Jin Fengchen se rio. Él siempre la mimaba, y ella podía hacer lo que quisiera. Al parecer, tendría que ceder.

“Bien, si estás cansada, vete al salón a dormir, ¿está bien?”. dijo Jin Fengchen.

Jiang Sese aceptó obedientemente: “Lo sé”.

Cuando Gu Nian volvió de comprar el desayuno, vio que Jiang Sese ya se había levantado. Levantó la comida en su mano y dijo: “Joven Señora, el desayuno está aquí”.

Jiang Sese sonrió: “Gracias”.

Gu Nian puso la caja de embalaje en la mesa de café: “Joven Señora, no sea tan cortés”.

Luego desató la bolsa y sacó las cajas de comida una por una, y las puso sobre la mesa de café antes de abrirlas.

El aroma de la comida flotó en el aire instantáneamente.

El estómago de Jiang Sese refunfuñó, y estiró la mano para cubrirlo mientras decía avergonzada: “Tengo hambre”.

“Entonces ve a comer”.

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