Bebé adorable en la puerta: Mami, por favor firma romance Capítulo 1528

Al día siguiente, Jin Fengchen volvió al trabajo como de costumbre.

Nada más al llegar a la oficina, ordenó inmediatamente una reunión de alto nivel para organizar el plan de trabajo a seguir.

Durante varios días seguidos, Jin Fengchen y Jin Fengyao salían de casa temprano y volvían tarde.

Jiang Sese y Song Qingwan estaban muy afligidas, no podían ayudar, así que solo podían apoyar en silencio.

A causa de las difamaciones de Yao Yao, la empresa sufrió importantes pérdidas. Sin embargo, gracias a los esfuerzos de Jin Fengchen y Jin Fengyao por cambiar el rumbo, la empresa volvió por fin a la normalidad y todos los proyectos avanzaron de forma ordenada.

No solo eso, sino que muchas partes vinieron y pidieron colaborar.

Esto era realmente inesperado.

“Hermano, ¿de verdad están dispuestos a colaborar?”, preguntó Jin Fengyao con dudas.

Temía que se aprovecharan de la crisis para obtener beneficios personales.

“Por supuesto”, dijo Jin Fengchen.

“Entonces, ¿deberíamos considerar la posibilidad de trabajar con ellos?”.

“Si el proyecto es apropiado, podemos considerarlo”.

Aunque el mundo exterior alababa al Grupo Jin, Jin Fengchen no bajaba la guardia.

Además, donó cien millones de dólares a un fondo médico para ayudar a niños con enfermedades congénitas.

Los medios de comunicación informaron de ello y causaron un gran revuelo, y el público quedó sorprendido.

No esperaban que, después de haber sido difamados e insultados, el Grupo Jin no se desanimara con su labor benéfica y, sin embargo, donara cien millones.

Las acciones de Jin Fengchen recibieron innumerables elogios y conmocionaron a los departamentos correspondientes. También enviaron a sus representantes al Grupo Jin.

“Presidente Jin, gracias por hacer una contribución tan grande a la caridad. Gracias por ocuparse de los niños con enfermedades congénitas. Estos fondos los beneficiarán enormemente. Les haremos saber que el Grupo Jin contribuyó a su bienestar y que estamos muy agradecidos”.

La otra parte se emocionó y Jin Fengchen se limitó a decir con indiferencia: “Es un placer”.

También trajeron una placa del gobierno y otorgaron el premio ‘Empresa Solidaria’ al Grupo Jin.

El personal de los medios de comunicación presentes fotografiaba a toda velocidad con sus cámaras.

Pronto se conoció la noticia de que el Grupo Jin había sido galardonado con el premio “Empresa Caring”.

Jiang Sese estaba en casa cuando vio la noticia y las comisuras de sus labios se curvaron hacia arriba.

Jin Fengchen, incluso en la televisión, se mostraba tan indiferente como siempre. Era como si todo lo que le rodeaba no le preocupara.

Sin embargo, era el tipo de persona que tenía un corazón sinceramente bondadoso.

Todos estos años, el Grupo Jin estuvo haciendo obras de caridad en silencio, ya que a Jin Fengchen no le gustaba la publicidad. Si no fuera por esta situación, mucha gente no se habría enterado.

Jiang Sese estaba orgullosa de él y sentía que era la mejor y más maravillosa persona del mundo.

“Aparte de eso, ¿hay alguna otra razón para que cambie su intención original y salve a Jiang Sese?”.

Li Xi no sabía si todo el mundo se volvió loco, o si era solo Bo Gelian.

¡Incluso Bo Gelian se enamoró de Jiang Sese!

“¿Por qué todos se enamoran de Jiang Sese?”. Li Xi no ocultó sus celos.

¿Qué tenía de bueno Jiang Sese para que a todos les gustara?

“Estás equivocada. No me gusta Jiang Sese. Me gustas tú”, dijo Jiang Cheng frívolamente mientras se acercaba a ella y la abrazaba por la cintura.

Li Xi apoyó las manos en su pecho y le miró con insatisfacción. “¡Ya que te gusto, entonces ayúdame a encontrar una manera de lidiar con Jiang Sese!”.

“Por supuesto que tengo una manera”. Jiang Cheng la abrazó con fuerza. “Nos aliamos con Lisa. Bo Gelian se divorció de ella y ella odia a Jiang Sese. Lo más importante es que ella conocería los secretos comerciales de las drogas del laboratorio de investigación de Bo Gelian”.

Las comisuras de la boca de Li Xi se curvaron en una sonrisa, pareciendo muy satisfecha. “¿Por qué no se te ocurrió antes una idea tan buena?”.

“No es demasiado tarde”. Jiang Cheng entrecerró los ojos. Su expresión era oscura mientras decía: “Solo la usamos como herramienta, incluso podemos usarla como chivo expiatorio en un momento crítico”.

“Eres muy traicionero”. Li Xi sonrió y luego guiñó un ojo. “Me gusta”.

La idea de Jiang Cheng era brillante.

No solo podría ocuparse de Jiang Sese y los demás, sino que además no tendría que ensuciarse las manos. Mataría dos pájaros de un tiro.