Bebé adorable en la puerta: Mami, por favor firma romance Capítulo 1577

Jin Fengchen trabajó con eficiencia y los preparativos del viaje se hicieron rápidamente.

Al día siguiente, voló a la Capital con Jiang Sese y los niños.

Cuando el avión aterrizó en el Aeropuerto Internacional de la Capital, Jin Fengchen llevaba en brazos a Tiantian mientras Jiang Sese llevaba de la mano a Xiaobao, y la familia de cuatro miembros se convirtió en el centro de atracción.

“Esta familia son bastante atractivos...”.

“¡Sí, los dos niños son muy lindos!”.

Cuando escuchó a los transeúntes charlar, Jiang Sese se sintió un poco avergonzada, y bajó la cabeza y apresuró su ritmo inconscientemente.

Fang Yuchen sabía que venían y ya estaba esperando fuera del aeropuerto.

Cuando salieron, los saludó rápidamente, y cogió el carro de equipaje de Jin Fengchen. Dijo con una sonrisa: “Por fin llegaron”.

“Tío Yuchen”. Tiantian lo saludó dulcemente.

“Oye, ¿me extrañaste?”. Fang Yuchen le pellizcó suavemente la nariz y le preguntó.

“¡Sí!”. Ella respondió con dulzura.

“¿Y tú, Xiaobao?”. Fang Yuchen se giró para mirar a Xiaobao.

“Sí”. Xiao Bao ha crecido, y parece un poco tímido para expresar sus sentimientos.

“Yo también los extrañé”.

En el viaje de vuelta a la Vieja Residencia Fang, Tiantian estuvo parloteando todo el camino. Los adultos y Xiaobao la escucharon en silencio y participaban de vez en cuando.

El coche llegó a la Vieja Residencia Fang, y Fang Teng, Shang Ying y Liang Xinwei ya les esperaban en el patio.

En cuanto se abrió la puerta, Xiaobao y Tiantian salieron del coche.

“¡Tío abuelo, tía abuela!”. Se acercaron corriendo, uno tras otro.

“¡Hola!”.

Fang Teng y Shang Ying se agacharon y tocaron sus cabecitas, luego se enderezaron y vieron cómo Jiang Sese y Jin Fengchen se acercaban a ellos.

Shang Ying estaba muy contenta y tenía lágrimas en los ojos.

“Tía Shan Ying”. Jiang Sese se acercó a ella.

“Hola”. Shang Ying le cogió la mano, la miró de arriba abajo y frunció el ceño. “¿Por qué perdiste tanto peso?”.

Jiang Sese se rio. “Tía, para nada. No he perdido ni un kilo”.

“Perdiste peso. No me mientas”. Shang Ying le dirigió una mirada infeliz.

“Realmente no lo hice. Si no me crees, dejaré que me peses más tarde”, bromeó Jiang Sese.

Shang Ying se lo tomó en serio. “Está bien”.

“Bueno, se queden afuera, entremos”. Fang Teng les invitó a entrar en la casa.

Jiang Sese caminó junto a Liang Xinwei y vio su vientre abultado. Se sorprendió un poco. “¿Ya tienes la barriga tan grande?”.

Liang Xinwei sonrió tímidamente. “Mamá me cocina comida deliciosa todos los días. ¿Cómo no voy a engordar?”.

“Es correcto prestar atención a la nutrición, pero tienes que controlar el peso”. Jiang Sese la ayudó a entrar en la casa.

Liang Xinwei asintió. “Ya estoy controlando poco a poco mi dieta”.

El mayordomo sacó los juguetes que los dos niños dejaron la última vez y les dejó jugar con ellos.

Los adultos se sentaron en la sala.

“Vengan, coman algo de fruta”. Shang Ying vino con un frutero.

“Tía, no somos extraños, no es necesario esforzarse tanto”, dijo Jiang Sese.

“Por supuesto que no son extraños, pero solo vienen de vez en cuando. Debo ser más atenta”.

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