Resumo do capítulo Capítulo 1579 Hermano no te mueras de Bebé adorable en la puerta: Mami, por favor firma
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El mar azul era cristalino, y cuando la luz del sol lo iluminaba, brillaba con una capa de luz dorada.
“Es hermoso”.
Los ojos de Jiang Sese se clavaron en el mar afuera de la ventana.
Jin Fengchen se acercó y la abrazó por detrás. Su voz profunda y suave sonó en su oído: “¿Quieres ir a dar un paseo por la playa?”.
Jiang Sese se volvió para mirarlo. “¿Podemos?”.
Jin Fengchen sonrió. “Por supuesto”.
En ese momento, Xiaobao se acercó corriendo: “Papi, mami, quiero ir a nadar”.
“¡Yo también quiero jugar en el agua!”. Dijo Tiantian.
“De acuerdo”. Jiang Sese sabía que estaban aburridos últimamente. Por fin estaban de vacaciones, así que ¿cómo los iba a defraudar?
“¡Sí!”.
¡Los dos niños gritaron con fuerza!
Jiang Sese llevó a los niños arriba y los ayudó a ponerse el traje de baño antes de salir.
Había una playa privada frente a la villa, y no había más visitantes además de la familia de cuatro.
Había sombrillas, tumbonas y mesas en la playa.
Los sirvientes prepararon especialmente zumo de frutas y galletas y los pusieron en la mesa uno por uno.
Jiang Sese se acercó a la sombrilla de la piscina, mientras Xiaobao y Tiantian corrían hacia el mar animados.
“¡No vayan tan lejos!”.
Jiang Sese gritó, pero no sabía si los niños la escucharon.
No se sentía a gusto, así que tuvo que avanzar.
“Espera”.
Jin Fengchen le puso un abrigo ligero. “Aunque el tiempo aquí es más cálido que en casa, la brisa marina es muy fuerte, así que ten cuidado de no resfriarte”.
Todavía no estaba recuperada. Si volvía a resfriarse, tendría problemas.
Jiang Sese la rodeó con el abrigo y la tomó del brazo sin prisa. “Ven, camina conmigo”.
“De acuerdo”.
Caminaron hacia los dos niños que jugaban en el mar.
Xiaobao nadaba alegremente en el agua como un pez, y se zambullía en el agua de vez en cuando, pero no iba a las aguas profundas.
Tiantian era todavía pequeña. Tenía un anillo de natación y solo se atrevía a meterse en aguas poco profundas. Mientras el agua salpicaba su cuerpo, se reía alegremente.
“Xiaobao, no nades demasiado lejos”, gritó Jiang Sese.
“Mami, lo sé”.
Xiaobao contestó, se dio la vuelta y acarició la espalda en el agua.
Jiang Sese sonrió. Al fin y al cabo, era un niño que jugaba como los demás niños de su edad.
Como Xiaobao seguía nadando en el mar, Jiang Sese no podía ir demasiado lejos. Se quitó los zapatos y caminó descalza por la fresca arena.
Tiantian se reía mientras jugaba en las olas, y estaba muy contenta.
Dejó un rastro de pequeñas huellas en la playa, que luego fueron borradas por las olas.
Tiantian se detuvo y se volvió para mirar a Jiang Sese.
La brisa del mar soplaba, haciendo volar su falda y su pelo, Jiang Sese levantó la mano para peinar su desordenado pelo a un lado, y vio a Tiantian mirándola seriamente.
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