Bebé adorable en la puerta: Mami, por favor firma romance Capítulo 1609

Por otro lado, Jiang Cheng volvió a ponerse en contacto con el Señor Wang: “Señor Wang, ¿le dio al Presidente Jin el té que le di la última vez?”.

“Presidente Jiang, estaba a punto de llamarle por esto, todo fue gracias a su té”.

El Señor Wang se rio al instante cuando vio el identificador de llamadas.

No esperaba que hubiera tantos problemas en el plan. Pensó que no tenía remedio, pero Jin Fengchen se limitó a pedirle que lo corrigiera.

Atribuyó todo esto a la caja de té que le dio Jiang Cheng.

“Señor Wang, es usted muy amable. Pero, ¿el Presidente Jin se tomó el té? ¿Disfrutó del té con él?”, volvió a preguntar Jiang Cheng.

El Señor Wang frunció el ceño: “Aún no, solo estábamos hablando de trabajo. ¿Quieres cooperar con él? ¿Necesita que le haga una presentación?”.

“No, no, no hace falta que mencione mi nombre, solo haga como si lo hubiera comprado usted mismo. Quiero cooperar con usted. Como sabe, ya hemos tenido roces antes, así que no lo mencione”. Jiang Cheng se apresuró a detenerlo.

¿Por qué no mencionar su nombre?

El Señor Wang siempre pensó en varios esfuerzos conjuntos contra el Grupo Jin, que hicieron mucho ruido al principio. Jiang Cheng estaba entre ellos, y de repente sintió que no debía hablar tanto.

Era cierto, que se aprovechara de las dos empresas, y no se preocupara de que Jiang Cheng robara su propio negocio.

Asintió inmediatamente. “No se preocupe, no dije nada”.

“Si necesita té más tarde, puede decirme. Mi amigo tiene más”. Añadió Jiang Cheng.

“Bien, gracias”. Dijo el Señor Wang con una sonrisa.

Después de charlar un rato más, terminaron la llamada.

El Señor Wang pensó un rato al respecto, volvió a llamar por teléfono: “Presidente Jin, ¿se tomó el té que le di ayer? ¿Qué tal está?”.

Los ojos de Jin Fengchen se entrecerraron ligeramente. No importaba que los objetivos del Señor Wang y de Jiang Cheng fueran los mismos.

La cuestión era utilizar el té como una cubierta.

Él dijo con calma: “No está mal”.

“Me alegro, me alegro. En realidad no sabía si era auténtico. Ahora que dice que es bueno, me siento aliviado”.

Después de una pausa, cambió el tema a los negocios. “Pues... Modifiqué los planes como me sugirió ayer. ¿Cuándo usted tiene tiempo libre para coordinar una cita con usted y volver a discutirlo?”.

“Fije una hora con mi secretaria”. Dijo Jin Fengchen.

Pronto, el Señor Wang recibió la respuesta de la secretaria y fue a ver a Jin Fengchen por la tarde.

Se sentaron y Gu Nian entró con dos tazas de té. “Joven Amo, Señor Wang, por favor, disfruten”.

En cuanto el Señor Wang olió la fragancia del té, se quedó algo sorprendido. ¡Esta fragancia de té debe ser la del té que le dio ayer!

“Gracias por el té Señor Wang, a nuestro Joven Amo le gusta mucho”. Dijo Gu Nian de forma contundente.

El Señor Wang se rio alegremente: “Solo el presidente Jin es digno de este tipo de té. La gente común como nosotros no puede esperar demasiado”.

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