Bebé adorable en la puerta: Mami, por favor firma romance Capítulo 1610

Al oír esto, los ojos de Jin Fengchen se entrecerraron ligeramente y se hundió: “Según nuestra investigación, la persona que lo envenenó fue Jiang Cheng”.

“¿Jiang Cheng?”.

Mo Tingfeng se sorprendió.

Jiang Cheng fue el envenenador, y Lisa estuvo en contacto con él. Todo esto parece estar más claro.

Jin Fengchen dudó un momento, recordando: “Sin embargo, aunque Jiang Cheng y Lisa sean cercanos, no puedes ignorar a Bo Gelian, todavía sospechamos de él”.

“Entiendo”.

Mo Tingfeng estuvo vigilando muy de cerca a Bo Gelian. Era muy peligroso que este hombre siguiera permaneciendo en el país.

Los años de experiencia en la policía criminal le decían que las personas que a menudo parecen irrelevantes tienen más probabilidades de ser la fuerza impulsora.

Jin Fengchen dijo: “Además, será mejor que encuentres la forma de frenar los avances de Lisa, para evitar que esta droga entre al mercado”.

“Me ocuparé de ello lo antes posible, lo cual no solo implica tu seguridad personal, sino que también tiene un gran impacto en toda la sociedad”. Mo Tingfeng dijo seriamente.

El tiempo era corto, y tan pronto como las dos personas terminaron su conversación, Mo Tingfeng se apresuró a salir.

Tras un día de duro trabajo, descubrió rápidamente la ilegalidad del grupo de Lisa.

Rápidamente buscó el departamento correspondiente y explicó la situación en detalle.

Inmediatamente, el aviso de la Oficina de Regulación fue directamente a la empresa de Lisa.

“Señorita Lisa, hemos descubierto que farmacias de su empresa tienen muchas infracciones. Antes de que se investigue a fondo el asunto, le rogamos que tome medidas para suspender el negocio para rectificarlo”.

Lisa se quedó un poco confusa al oír esto. Sus farmacias estaban funcionando muy bien últimamente, en casi toda la Ciudad Jin. ¿Por qué era necesario rectificarlas de repente?

Antes de que se diera cuenta, recibió otra llamada del hospital: “Hola, somos el hospital de la Ciudad Jin”.

Dijo impaciente: “Hola, soy Lisa”.

“Señorita Lisa, nos informaron de que las fuentes de sus medicamentos son irregulares, por lo que tenemos derecho a cancelar nuestra cooperación con usted”.

El rostro de Lisa se volvió repentinamente sombrío. Apretó los dientes y dijo: “Resolveré este problema. Por favor, denme un poco de tiempo”.

La actitud del personal del hospital seguía siendo dura. “Señorita Lisa, espero que entienda que somos un hospital y que las fuentes de todos nuestros medicamentos deben proceder de los canales confiables”.

Luego colgaron el teléfono.

“¡M*ldita sea!”.

Lisa estaba tan enfadada que tiró todo lo que había sobre la mesa con rabia.

El asistente se sorprendió y, mientras recogía los documentos caídos, le dijo: “No se enfade, debe haber una solución”.

Lisa no quiso escuchar estas palabras reconfortantes. Rugió: “¡Fuera!”.

Después de que el asistente se marchara, Lisa tenía una mirada sombría y seguía mirando la página web oficial de la empresa.

Al poco tiempo, el asistente se apresuró a decir: “Lisa, como la tienda estaba cerrada por rectificación, los anteriores consumidores están clamando por la devolución de su dinero y una compensación, de lo contrario destrozarán la tienda”.

Lisa apretó de repente la mano con rabia, reprimiendo su temperamento.

Se recostó pesadamente en el respaldo de la silla, frunciendo el ceño, y ordenó: “Por favor, calma las emociones de la gente, y puedes disponer lo que hay que hacer”.

...

Unos días después.

La empresa de Lisa estaba devastada por los golpes consecutivos, y Lisa tenía problemas en la oficina.

Justo en ese momento, el asistente entró corriendo en la habitación, presa del pánico. “Lisa, la policía, la policía está aquí”.

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