Bebé adorable en la puerta: Mami, por favor firma romance Capítulo 162

Jiang Sese quería apartar la mirada cuando vio a la pareja en el restaurante.

Su Qingyin la vio y la saludó con una sonrisa natural y agraciada: “Hola, Señorita Jiang. ¿Está aquí para desayunar también? ¿Quiere sentarse con nosotros?”

Jin Fengchen giró y vio a Jiang Sese. Estuvo a punto de invitarla cuando…

“Gracias, pero no”. Jiang Sese rechazó la oferta sintiéndose avergonzada.

Luego buscó una mesa al otro lado del restaurante y se sentó con Xu Na.

Jin Fengchen frunció ante esto. Observando a la mujer, él se dio cuenta de que había adivinado bien. Jiang Sese lo estaba evitando. “Pero ¿por qué?”

Jiang Sese pudo sentir la mirada de Jin Fengchen en ella, pero no se atrevió a devolverla.

Xu Na dijo emocionada: “Hermana Sese, esos dos son el presidente del Grupo Jin y la hija de la Familia Su, ¿cierto? ¡El Señor Jin es tan guapo! No puedo creer que nos los hayamos encontrado en Nueva York, inclusive en el mismo hotel. ¡Que coincidencia! Por cierto, Hermana Sese ¿los conoce? ¿Por qué la Señorita Su la invitó a sentarse con ellos?”

“Nos conocimos en un proyecto anterior. La verdad no los conozco bien”. Jiang Sese dijo casualmente, con tanta calma que no sonaba para nada como una mentira.

Solo entonces Xu Na recordó que Jiang Sese sí estuvo en un proyecto con el Grupo Jin anteriormente. Dejó el tema entonces, pero le seguía enviando miradas enamoradas a Jin Fengchen de vez en cuando.

Jiang Sese se comió su desayuno sin prestarle mucha atención. Por alguna razón se sentía desanimada.

Notando su falta de energía, Xu Na se preocupó. “Hermana Sese, no has dormido bien últimamente. Tienes que cuidarte. ¿Quieres ir al doctor más tarde?”

“Eso no será necesario”. Jiang Sese sacudió la cabeza y agregó: “Estaré bien después de descansar. Tú sigue tratando de comunicarte con nuestro cliente en SR”.

El solo pensar en trabajar le daba a Jiang Sese un dolor de cabeza. Ella se preguntaba si el Grupo SR había leído su nueva propuesta de negocios.

Xu Na asintió. A mitad del desayuno, su teléfono sonó. Salió a contestar la llamada.

…

Después de que Xu Na se fue, Jiang Sese no pudo evitar lanzar una mirada en dirección a Jin Fengchen y sus ojos, por casualidad, se encontraron. Jiang Sese inmediatamente miró a otro lado nerviosa. Ella bajó la cabeza y siguió desayunando.

Su Qingyin se percató de la mirada en los ojos de Jin Fengchen y apretó su tenedor involuntariamente.

Ella solo trataba de disfrutar su desayuno juntos, pero Jin Fengchen no se daba abasto de Jiang Sese. Su Qingyin se levantó temprano para arreglarse para la ocasión, solo para descubrir que este hombre ni siquiera la miraba. Estaba furiosa, pero no podía permitirse mostrarlo.

…

Xu Na regresó de la llamada y dijo contenta: “¡Hermana Sese, tengo buenas noticias!”

Jiang Sese estaba intrigada. “¿Qué pasó?”

“Era el asistente del Grupo SR. Él dijo que su presidente había leído tu plan de negocios y quiere reunirse para discutirlo. Sin embargo, la reunión no será en la mañana, sino a las ocho de la noche, en el cuarto de banquetes en el quinto piso del Hilton. Hermana Sese, tu esfuerzo valió la pena. Lo sabía. Sabía que aceptarían reunirse con nosotras después de leer tu propuesta”.

Jiang Sese sonrió al escuchar esas palabras.

“¿En serio?”

“Sí. Pero el asistente dice que solo tendremos 15 minutos. Depende de nosotras hacer que funcione”.

“15 minutos es todo lo que necesitamos”. Jiang Sese sonrió, sintiendo cómo se levantaban sus ánimos.

Xu Na sintió la frente de Jiang Sese y entró en pánico. Ella exclamó: “Hermana Sese, no debería venir a la reunión en esta condición. ¡Yo puedo ir sola!”

Mareada y somnolienta, Jiang Sese sacudió su cabeza cuando escuchó a Xu Na.

“No, yo puedo hacer esto”.

El presidente del Grupo SR por fin había acordado reunirse con ellos. Jiang Sese sabía que como ella había sido la que escribió la propuesta, ella tenía que ir o no se verían lo suficientemente sinceros.

Adicionalmente, Xu Na no conocía el proyecto lo suficientemente bien para ir sola. Jiang Sese sabía que, si ella no iba a esta reunión, sería más difícil conseguir otra reunión en el futuro.

Xu Na sabía lo dedicada que era Jiang Sese a su trabajo, pero no pudo evitar protestar. “Pero tú… ¡Yo sé lo importante que es este trabajo para ti, pero tu salud es importante también!”

Bebiendo unos sorbos de agua caliente, Jiang Sese sonrió y trató de calmar a Xu Na. “Todo esto demorara dos horas, máximo. Yo regresaré en cuanto terminemos. ¡No te preocupes! Además, tú estarás para cuidarme”.

Xu Na no tuvo otra opción que rendirse. Después de todo, Jiang Sese era demasiado adicta al trabajo para ser detenida por ella.

…

Esa noche, Jiang Sese escogió un vestido blanco y cubrió su cara pálida con un maquillaje sencillo.

Después de entrar en el auto, Xu Na dijo nerviosa: “Hermana Sese, tienes que decirme de inmediato si no te sientes bien. ¡No tienes que forzarte a quedarte! Tu salud es lo más importante”.

Jiang Sese asintió con una sonrisa. “Lo sé. ¡No te preocupes!”

En ese momento, ella escuchó su teléfono sonar en su cartera. Era Lu Zheng llamándola.