Bebé adorable en la puerta: Mami, por favor firma romance Capítulo 163

Jiang Sese contestó. “Hola, Sénior Lu”.

“Sese, ¿dónde estás ahora mismo? Conozco un restaurante excelente. ¿Estás libre esta noche? Ven a cenar conmigo”.

Lu Zheng tenía su propio plan. Después de todo, Jin Fengchen se estaba quedando en el mismo hotel que Jiang Sese y también sospechaba que Jin Fengchen estaba enamorado de Jiang Sese, que lo convertía en su competencia. Lu Zheng quería invitarla a salir mientras tenía la oportunidad.

“Disculpe, Sénior Lu, pero estoy en camino a una reunión con una cliente acompañada de Xu Na”.

“¿En serio? Entonces, ¿el Grupo SR se reunirá contigo?”

“Sí”.

Lu Zheng sonrió. “Sabía que lo podrías hacer. No te molesto entonces. La cena puede esperar a otro momento”.

“Sí claro, Sénior Lu”.

Después de que la llamada terminó, Xu Na miró a Jiang Sese con una combinación de envidia y burla.

“Hermana Sese, ya te dije. El Sr. Lu está enamorado de ti. Puedes confiar en mí en esto. ¿Ves? Él te vio antes de ayer y ya está ansioso por verte de nuevo”.

“Sí, sí. Ya deja el chisme”.

Jiang Sese sonrió resignada. Aún se sentía mareada y casi se queda dormida en el auto.

Al ver esto, Xu Na guardó silencio para dejarla descansar.

…

Ellas llegaron al hotel y fueron al salón de banquetes en el quinto piso. La sala estaba lujosamente decorada. El banquete de esa noche se supone que era muy conocido en círculos de negocios americanos y los invitados eran todos figuras prominentes.

Aunque Jiang Sese había estado en algunos banquetes, este era el primero en el extranjero y ya podía ver muchas diferencias.

Xu Na dijo asombrada: “Hermana Sese, ¡hay muchas personas aquí!”

Una invitación era necesaria para entrar al evento, pero el presidente del Grupo SR le avisó al anfitrión por adelantado. El camarero dejó a Jiang Sese y Xu Na entrar después de que mencionaron el nombre del presidente.

Era una escena alborotada en la sala de banquetes con personas de altos ánimos dándose brindis. Jiang Sese encontró al Presidente Yu entre la multitud, pero el hombre estaba rodeado de otros hombres de negocios y se veía muy ocupado. Por ende, Jiang Sese no se le acercó de una vez.

Ella y Xu Na encontraron un lugar para sentarse y Jiang Sese sentía como su cabeza le flotaba. Su temperatura parecía haber aumentado. Sintiendo que se desvanecía, Xu Na fue a buscarle un vaso de agua, preocupada.

Por otro lado, Jin Fengchen y Su Qingyin llegaron al banquete también, acompañados por el encargado de la rama americana del Grupo Jin.

La mayoría de los invitados eran americanos, así que sus caras chinas inmediatamente llamaron la atención de todos.

Xu Na sacudió la mano de Jiang Sese. “Hermana Sese, ¡mira! ¡Es el Presidente Jin! ¡Qué mundo tan pequeño!”

Jiang Sese levantó la mirada para ver a Jin Fengchen con su traje negro y con Su Qingyin a su lado. “Qué coincidencia”.

Jin Fengchen no vio a Jiang Sese en su esquina mientras entraba con el encargado de la rama de Nueva York. La rama estaba trabajando en un proyecto con el Grupo SR, así que el encargado de la rama introdujo a Jin Fengchen al Presidente Yu.

Pareció que esperaron una eternidad. Viendo que Jiang Sese no se sentía bien, Xu Na no pensaba que deberían seguir esperando. No pudo evitar comentar: “Hermana Sese, ¡qué tal si hablamos con él ahora! Así puedes descansar después de que terminemos. El Presidente Yu no se ve tan ocupado ahora mismo y ¡tú no puedes seguir así!”

Ella incluso llegó tarde a su primera reunión en Nueva York. El Presidente Yu había sido excepcionalmente considerado y solo había sugerido buscar una nueva agencia unos días atrás.

No prestaron mucha atención al cambio de personal por parte de Jinse. Debido a su descontento con Han Jing, tampoco fueron amigables con la nueva encargada del proyecto.

El Presidente Yu quedó impresionado solo después de leer el plan de negocios de Jiang Sese el día anterior y su actitud cambió después de eso.

“¿Qué te parece esto? Ven a mi oficina mañana. Mi asistente preparará el contrato y podemos firmarlo entonces”. El Presidente Yu era una persona muy directa. Él estaba satisfecho con el rendimiento del proyecto después de conocer a Jiang Sese y decidió darles a ellos el contrato.

Jiang Sese sonrió y suspiró con alivio.

Xu Na estaba igual de aliviada y también emocionada. Si no hubiera gente a su alrededor, habría saltado de la emoción.

“Muchas gracias, Presidente Yu, por darnos esta oportunidad. No lo defraudaremos”.

El Presidente Yu sonrió. “No me tienes que agradecer. Te lo has ganado tu misma. Por favor llega a tiempo mañana a mi oficina”.

“Por supuesto, Presidente Yu”, dijo Jiang Sese. “Estoy segura de que tiene otros asuntos que atender. Lo veremos mañana”.

“Sí. ¡Estoy emocionado de trabajar con usted, Señorita Jiang!” El Presidente Yu asintió.

“¡Yo también estoy emocionada!”

Jiang Sese sonrió y se volteó para irse. Ya había empezado a sudar en frío. Después de estar parada y conversando por tanto tiempo, pensó que se iba a desmayar.