Bebé adorable en la puerta: Mami, por favor firma romance Capítulo 1650

La sangre aún estaba fresca y el rastro de sangre era fácilmente identificable.

Mo Tingfeng se paró al borde del acantilado, miró en la dirección de las manchas de sangre y entrecerró los ojos. “Bajen en esta dirección y hagan una búsqueda. El otro equipo volverá a la comisaría y pedirá las grabaciones de vigilancia de la zona. Averigüen hacia dónde se dirigían los coches”.

Mo Tingfeng sabía que sería difícil encontrarlos una vez que se escaparan esta vez.

“¡Sí!”.

Los dos equipos salieron rápidamente para ejecutar sus órdenes.

Mo Tingfeng caminó a lo largo de los rastros de manchas de sangre en la ladera. Su rostro se volvió particularmente feo a medida que había más y más sangre.

Los miembros del equipo que iban detrás de él no pudieron evitar preguntar: “¿Podría alguien sobrevivir después de perder tanta sangre?”.

“No parece haber rastros de lucha. Esto es realmente extraño. Parece como si se conocieran”.

...

Mo Tingfeng frunció el ceño. No sabía por qué, pero tenía la sensación de que la sangre pertenecía a Bo Gelian.

Además, fue asesinado por alguien a quien conocía.

Caminaron a lo largo del acantilado durante un largo rato y finalmente descubrieron a un hombre tendido en una pequeña pendiente.

El hombre estaba cubierto de sangre como si hubiera estado rodando en un charco de sangre. La zona que le rodeaba también estaba cubierta de sangre.

Mo Tingfeng corrió hacia allí y reconoció al instante a la persona sentada en el charco de sangre. Su humor se volvió complicado.

La buena noticia era que encontraron a Bo Gelian, pero le preocupaba que estuviera muerto.

Rápidamente extendió la mano y la puso en el cuello de Bo Gelian. Sus ojos se iluminaron cuando sintió un débil pulso. “Rápido, llamen a una ambulancia. ¡Este hombre no está muerto!”.

...

Kyle eludió a la policía y condujo hasta un lugar abierto.

Se oyó el sonido de un helicóptero, y Kyle abandonó inmediatamente el lugar con sus hombres.

Cuando llegó a la base, hizo una llamada.

“Habla”. Se oyó una voz masculina ligeramente grave.

“Mi Señor, completé la tarea que me encomendó. Según Bo Gelian, no reveló ningún secreto sobre la organización”, dijo Kyle respetuosamente.

Se oyó un gruñido casual de reconocimiento al otro lado de la línea. “Buen trabajo”.

No parecía sorprendido por la lealtad de Bo Gelian, ni se sentía culpable por la muerte de su leal lugarteniente. Su vida ni siquiera era digna de mención.

La expresión de Kyle estaba llena de alegría por ser alabado. “Gracias, mi Señor. ¡Seguiré esforzándome en el futuro!”.

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