Bebé adorable en la puerta: Mami, por favor firma romance Capítulo 166

Han Jing salió de la oficina de Su Shan y descubrió a varios de sus colegas discutiendo entre ellos.

“¿Escuchaste? ¡Sese consiguió el proyecto estadounidense!”

“¿En serio? Han Jing trabajó en ellos por un mes y no pudo conseguir nada. Pero Sese lo logró así nada más. ¡Es asombrosa!”

“Esa Han Jing es tan mediocre. ¡Escuché que fue transferida aquí desde la oficina central! Tsk, tsk”.

…

La cara de Han Jing se enfureció mientras estaba parada ahí.

Apretando los puños, ella no aceptaría la derrota. Desde que había sido transferida desde la oficina central con Su Shan, pensaba que era una figura más notable que el resto de los colaboradores. Pero ahora… Jiang Sese había tenido éxitos en varios proyectos seguidos. Han Jing estaba convencida de que no sería respetada si esto continuaba así.

“No, no dejaré que Jiang Sese robe todos los méritos”, pensó Han Jing.

…

Xu Na y Jiang Sese descansaron en su habitación hasta la tarde. Viendo que Jiang Sese estaba en buenas condiciones, Xu Na la llevó de compras a buscar regalos para llevar a casa.

Jiang Sese no tenía a nadie para llevarle regalos, excepto por Xiaobao. Cuando vio unos robots de juguete, le compró uno al niño.

“Hermana Sese, ese es un regalo para un niño ¿cierto? Había un rumor en la oficina que usted ya es madre. Así que...”

Xu Na miró a Jiang Sese con asombro.

“¿Cómo se te ocurre? Esto es para el hijo de un amigo”. Jiang Sese dijo con una sonrisa resignada.

“Ya veo”. Xu Na asintió. Entonces recordó que Jin Fengchen tenía un hijo pequeño. Podría ser que… Instantáneamente, la mirada de asombro regresó a sus ojos.

Sin embargo, antes que pudiera decir algo, el teléfono de Jiang Sese sonó. Era Lu Zheng llamando.

Casi terminaban sus compras y ya era hora de cenar. Lu Zheng dijo que él estaba en el vecindario e invitaría a cenar a las dos. Jiang Sese lo pensó un poco y aceptó su oferta.

Los tres de ellos llegaron al restaurante poco después. Mientras entraban Lu Zheng preguntó: “¿Cómo les fue con el proyecto? ¿Bien?”

Antes de que Jiang Sese pudiera responder, Xu Na dijo orgullosa: “Por supuesto. La Hermana Sese insistió en ir al banquete, aunque estaba enferma. Sería una pena que no consiguiéramos el contrato”.

Al escuchar esto, Lu Zheng le frunció el ceño a Jiang Sese.

“¿Estabas enferma? ¿Era serio?”

“Se desmayó. Claro que fue serio”. Xu Na dijo, directa como siempre.

El ceño de Lu Zheng se frunció aún más.

Jiang Sese dijo rápidamente: “Estoy bien, Sénior Lu. Solo fue un resfriado. Estoy mucho mejor ahora”.

“¿De verdad?”

“Por supuesto. ¿Ve? Estoy viva y coleando”.

Lu Zheng frunció los labios. El solo pensar en Jiang Sese desmayándose en el banquete lo inquietaba.

Los tres encontraron una mesa donde sentarse y Xu Na notó la mirada de preocupación en la cara de Lu Zheng. “Un gentil, guapo ex-compañero y un frío, pero igual de guapo presidente de una compañía. Psche, psche. ¡La Hermana Sese de verdad lo tiene todo!”.

Xu Na seguía pensando esto cuando dos personas entraron al restaurante. Casi salta.