Bebé adorable en la puerta: Mami, por favor firma romance Capítulo 169

Jin Fengchen se dirigió directamente al aeropuerto después de salir del hotel con Jiang Sese.

Jiang Sese permaneció desconcertada en todo momento. Pensaba que Jin Fengchen la llevaría alrededor de Nueva York o la llevaría de compras. El aeropuerto era el último lugar al que ella esperaba ir.

“¿A dónde vamos?” Preguntó perpleja.

“¿Nos iremos tan pronto a casa? ¡No puede ser!”

Él le sonrió cuando vio su expresión de confusión en su rostro.

“¿Qué? ¿Tienes miedo de que te venda?”

“Por supuesto que no”. Jiang Sese sacudió su cabeza con una sonrisa. Luego subieron a un avión juntos.

Era su avión privado, y aparte de la tripulación de la cabina, ellos dos estaban solos.

Él le pidió a la tripulación que preparara un poco de comida. Debido a la confesión de amor repentina de Lu Zheng durante la cena, Jiang Sese casi no había comido nada. Estaba hambrienta en ese momento.

Jiang Sese preguntó mientras comía: “¿A dónde vamos?”

“Es un secreto”, respondió.

Al ver la misteriosa expresión en su rostro, ella quedó aún más intrigada, pero no le preguntó más.

Después de comer, él dijo: “Será un rato antes de que lleguemos. Descansa”.

“Está bien”. Jiang Sese asintió. Ella no pensaba quedarse dormida, pero se aburrió y empezó a cabecear. Antes de que lo supiera, ya estaba dormida.

Todo quedó en silencio. Jin Fengchen observó detenidamente su tranquila cara dormida y sin darse cuenta, su expresión se suavizó.

Él entonces colocó la cabeza de ella sobre su hombro, que parecía darle más comodidad. Aliviada, ella se movió un poco, pero se quedó dormida de nuevo rápidamente.

…

Cuando despertó, el avión había aterrizado y era de día afuera. Habían llegado a una isla.

Podía ver muchos edificios lujosos que fueron construidos a lo largo de la montaña, creando un aspecto de otro mundo.

En cuanto pusieron pie la isla, Jiang Sese sentía que había algo especial sobre este lugar. Los alrededores eran hermosos y naturales, incluso tenían una playa privada para ellos. Era maravilloso.

Después de observar los alrededores, Jiang Sese preguntó asombrada: “Jin Fengchen, ¿esta es tu isla privada?”

Él asintió. “Así es. Pensé que como ya estábamos en el extranjero, debería tomar esta oportunidad para llevarte de vacaciones”.

Esta isla le pertenecía. Él la había comprado muchos años atrás y había diseñado los edificios personalmente.

Él iba ahí para tomarse un tiempo libre y relajarse. Aparte de su familia, Jiang Sese era la primera persona que había traído aquí.

Mirando alrededor de la isla, Jiang Sese tuvo un vistazo de la vida de los súper ricos por primera vez. “¡Así deberían ser las vacaciones! ¡Que lujo!”

Jin Fengchen la llevó a conocer el área. Después de tomar un tour alrededor de la isla, Jiang Sese se dio cuenta de que era aún más lujoso de lo que había imaginado.

Luego, Jin Fengchen la llevó a navegar en su yate.

En el mar abierto, el viento acariciaba la piel de Jiang Sese y se sintió aliviada. Había llegado a la isla preocupada por sus problemas, pero en ese momento, se pudo olvidar de todo.

Él acortó la distancia entre ellos mientras hablaba.

Detectando peligro, Jiang Sese se movió para atrás, pero perdió el equilibrio y cayó para atrás. Una ola pasó en ese momento, arrastrándola dentro del agua.

Él se puso pálido y entró al agua sin vacilar.

Bajo el agua, Jiang Sese se ahogaba y trató de levantarse. Ella peleó, pero le dio un calambre en la pierna.

Ella solo estaba caminando sobre la playa, jugando con el agua y no había calentado antes de entrar. Ella no sabía que esto pasaría.

Afortunadamente el agua no era profunda y Jin Fengchen la encontró de una vez. Sosteniéndola por la muñeca, Jin Fengchen le dio respiración boca a boca antes de sacarla. Ella tosió, sacando el agua de sus pulmones, entonces él la llevó a la orilla.

Cuando estaban nuevamente en tierra firme, Jiang Sese no pudo evitar pensar en su experiencia cercana a la muerte en el crucero la última vez y tembló. Jin Fengchen buscó una toalla inmediatamente, la envolvió y luego la llevó de vuelta a la villa.

En cuanto regresaron, él les pidió a sus empleados que hicieran agua con jengibre y que prepararan la tina.

Mientras se recuperaba de la conmoción inicial, no podía evitar recordar lo preocupado que se veía Jin Fengchen en ese momento. Envolviendo la toalla alrededor de ella fuertemente, ella se sentó en el sofá y dijo: “Estoy bien ahora. Por favor no te preocupes”.

Ella bajó la mirada avergonzada y se culpó a ella misma por caerse de esa manera. Como si fuera poco, ¡también le dio un calambre! Ella estaba mortificada.

Jin Fengchen no hizo ningún comentario, pero la llevó a tomarse un baño de inmediato.

Él se culpaba a él mismo por lo que pasó. “Jiang Sese tenía una fiebre antes de ayer y no debí dejarla ir cerca del agua. Me alegro de que ella esté bien”.

Jiang Sese caminó al baño y encontró que los empleados llenaron la tina antes de su llegada. Vapor llenaba el cuarto. Al quitarse la toalla, ella se dio cuenta que su camisa blanca estaba mojada y su piel se veía atraves de la casi transparente tela. Ella se sonrojó.

Ella trató de convencerse de que todo había ocurrido tan rápido que él no se dio cuenta…