Bebé adorable en la puerta: Mami, por favor firma romance Capítulo 170

Hundiéndose en la bañera, Jiang Sese se dejó sumergir en el agua. Ella estaba un poco enojada con ella misma. “¿Cómo podré olvidarme de Jin Fengchen si siguen ocurriendo cosas así?”

El hombre era como una droga y ella era una adicta. Ella se perdió pensando en varias conjeturas. La idea de estar separada de él y que él se casara con otra mujer la carcomía. Era como si 10,000 hormigas se la estuvieran comiendo lentamente.

Se tomó su tiempo en la bañera. Después de dejar el baño, ella vio que Jin Fengchen había tomado una ducha también. Él le dijo en cuanto la vio que se tomara el agua con jengibre rápidamente para quitarse el frío. Incluso un doctor había llegado para tomar la temperatura de Jiang Sese y ver si ella estaba bien.

Jiang Sese pensó que él estaba exagerando. Ella no pudo evitar soltar una risita.

“Casi nunca te veo tan nervioso”.

Jin Fengchen estudió la cara de Jiang Sese. Claro que estaba nervioso. ¡Su salud estaba en juego!

Él nunca la quería ver en peligro. No quería que nada nunca le pasara.

Después de darle el agua con jengibre caliente, él dijo: “Dime si no te sientes bien”.

Ella asintió. No era nada serio, solo se había ahogado con un poco de agua. “Realmente no tiene que hacer todo este alboroto”.

Ella tomó el agua con jengibre caliente y antes de que lo supiera ya era el atardecer. Después de cenar, los dos salieron a caminar.

La isla era bellísima en la noche. Miles de estrellas parpadeaban en el cielo y ellos podían escuchar el romper de las olas. Aparte del calambre, Jiang Sese había disfrutado mucho el día relajado.

Se sentaron después de un rato y ella dijo: “Muchas gracias, Jin Fengchen. ¿Sabes que? Hace mucho que no me siento así de relajada”.

Jiang Sese había visitado islas de pequeña con sus padres. En ese entonces, era una familia feliz de tres. Antes de que Jiang Nuannuan y su madre aparecieran, ella casi nunca se molestaba.

En ese tiempo, ella pensaba que podría ser feliz para siempre…

Entonces aparecieron madre e hija y fue echada de la Familia Jiang. Desde entonces, había sido un problema después de otro, solo su madre era la única cosa que la mantenía andando.

Solo fue cuando apareció este hombre que sintió que su vida estaba cambiando para mejor de nuevo.

Como justo en este instante. No podía recordar la última vez que se sintió tan feliz. Si fuera por ella, ella desearía poder quedarse con él así para siempre.

Él sonrió y dijo en su voz profunda y fascinante: “Jiang Sese, si me lo quieres agradecer, agradéceme por el resto de tu vida”.

Esto la tomó por sorpresa. “¿El resto de mi vida? Pero si nosotros no tenemos un futuro…”

Permaneció callada. Ella no podía prometerle nada a él. Solo le sonrió.

Charlaron un rato antes de regresar a la villa.

…

Mientras tanto, Su Qingyin fue a buscar a Jin Fengchen en su habitación temprano en la mañana, pero él no contestó cuando ella tocó. Lo llamó solo para descubrir que su teléfono estaba apagado. El hombre había desaparecido.

Ella frunció el ceño. En ese momento, la puerta de la habitación de Jiang Sese se abrió y Xu Na salió, parecía preocupada.

Xu Na vaciló cuando vio a Su Qingyin, pero igual fue a preguntarle: “Señorita Su, ¿ha visto a mi Hermana Sese?”